14 abr (Reuters) – La economía de América Latina se contraerá un 5,2% este año, abrumada en especial por el desplome de los precios de las materias primas que la sustentan, en medio de la crisis global por las restricciones para contener la pandemia de coronavirus, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Apenas hace dos meses y medio, el Fondo con sede en Washington indicó que esperaba un crecimiento de 1,6% para la región, que ya mostraba evidencias de una lenta actividad.
Esta vez, en su reporte Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) de abril, el organismo entregó su primera y desoladora evaluación sobre el desempeño económico tras el inicio de las cuarentenas y cierres de negocios en todo el mundo como resultado del COVID-19. A nivel global, prevé una contracción del 3% para 2020.
México, cuyo PIB declinará 6,6% -en comparación con el cálculo previo del FMI de un avance del 1%- aparece como uno de los países más golpeados entre las grandes economías latinoamericanas, afectado por el derrumbe de los precios del petróleo y las consecuencias de la recesión esperada en su principal socio comercial, Estados Unidos.
En tanto, Brasil presentaría una baja de 5,3% en su producción este año, luego de haber crecido un 1,1% en 2019, dijo la entidad, que espera un repunte del 3,4% en la actividad conjunta de la región si se cumple su escenario base de un gradual retorno a la normalidad hacia fines de este año.
“Las economías emergentes y en desarrollo afrontan los impactos más severos si sus condiciones financieras ajustadas persisten o continúan los efectos paralizantes de cierres de negocios y desempleo extendido”, dijo Gita Gopinath, consejera económica del Fondo, en el informe.
La entidad sostuvo, sin embargo, que la prioridad de las autoridades debería enfocarse en la contención de la enfermedad, con acciones diseñadas para mitigar los apuros económicos de las poblaciones.
INFORMALIDAD, POSICIÓN FISCAL DÉBIL
La economía global está sufriendo una devastación causada por la pandemia del COVID-19, que se inició en China en diciembre del año pasado y se expandió por el mundo hasta contagiar a más de 1,6 millones de personas y causar la muerte de más de 100.000.
Tanto economías ricas como países emergentes han lanzado un conjunto de billones de dólares en estímulos económicos y asistencia fiscal para socorrer a sus poblaciones y sectores financieros, pero muchos organismos globales y autoridades aún permanecen en la incertidumbre sobre el alcance de la crisis.
El FMI – que se refirió al actual periodo como “El gran confinamiento” -destacó en particular la vulnerabilidad de las naciones de Latinoamérica por tener vastos sectores de economía informal, que deja instantáneamente a millones de personas sin empleo ni protección estatal; a lo que se suman sus débiles posiciones fiscales.
Otro factor de preocupación es la caída de los precios de las materias primas. El FMI estima que, en promedio, los metales industriales que exporta Sudamérica perderían un 10,2% de su valor este año y un 4,2% adicional en 2021.
El organismo espera que la economía de Chile -el principal exportador de cobre del mundo- se contraiga en 4,5% este año, al mismo ritmo que en su vecino Perú, que ha aplicado una cuarentena estricta para afrontar la pandemia, llevando a las grandes empresas del crucial sector minero a restringir sus faenas.
Argentina, la tercera economía latinoamericana, sufriría un declive aún mayor de su PIB al 5,7%, luego de haberse encogido ya en 2,2% el año pasado, en medio de un complicado escenario fiscal y de deuda, exacerbado por los severos límites al movimiento de personas dispuestos por el Gobierno.
El Fondo añadió que Venezuela, la nación petrolera sumida en una crisis hace años, presentó una alarmante baja de su PIB de 35% en 2019 y se dispone a contraerse un 15% adicional este año.
Escrito por Marion Giraldo vía Mesa de Edición en Santiago, editado por Gabriela Donoso