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El F.C. Barcelona, el Titánic y las Matrioshkas

Según los comentaristas deportivos, la derrota del F.C. Barcelona, ante el Bayern de Munich fue la peor en los últimos 74 años.

Aquí en Catalunya, y especialmente durante el largo franquismo, se decía que este equipo era algo ‘más que un club’, y fue sentido y lo sigue siendo de ese modo, ya que representaba y representa el catalanismo, de forma transversal, al margen de los partidos y demás intereses.

Ahora bien, al entrar ese deporte en el mundo galáctico y de súper estrellas, en parte ese sentimiento había disminuido un poco, pero los grandes e importantes éxitos de la época de Guardiola como entrenador, que se han ido alargando a la sombra de Messi, hicieron incrementar el seguimiento de los colores blaugrana.

Respecto a la derrota de ayer, una derrota que ahora dicen los que saben y los que se apuntan, que ya se veía venir, que el equipo, estos últimos años, ha ido dando señales de agotamiento, de fin de ciclo.

En este escrito no es mi objetivo valorar el partido, ni el sistema, ni jugadores individuales, pues considero que es más interesante efectuar un análisis general, con un gran angular, con el fin de extraer algunas conclusiones para todo tipo de órdenes y ámbitos.

Evidentemente, todo equipo, y más uno tan grande, ha de tener:

·       una línea, una filosofía acorde con los deseos de sus socios y seguidores;

·       una directiva que instrumente lo posible, para su aplicación;

·       un responsable deportivo garantice la disponibilidad de los recursos precisos;

·       un entrenador que disponga de las tácticas y jugadores adecuados en cada momento;

·       un equipo de profesionales que respondan adecuadamente a las expectativas de los socios y seguidores; y entre ellos, el líder que encabece y motive a sus compañeros en los momentos más críticos.

Y la experiencia nos ha demostrado, repetidas veces, que fiar todos estos cinco puntos señalados, a la resolución personal de un líder, es un riesgo muy peligroso.

Sobre el papel del liderazgo, uno de los aspectos cruciales es su retribución que, obviamente, ha de ser superior a la del resto de sus compañeros, pero tampoco ha de ser tan superior, que la propia brecha salarial desmotive al resto de jugadores.

Este no es el caso, en principio, del club que nos ocupa, ya que, a mi modo de ver, en conjunto todos están excesivamente retribuidos y valorados; y formar parte de un equipo así, es una excelente plataforma en la carrera profesional de todos ellos.

Profesionalmente, deben exigirse responsabilidades, ya que es verdad que, como todo juego, un día puede ir bien, y otro no; pero como digo, profesionalmente debe exigirse la entrega total hasta el último segundo.

Psicológicamente, es comprensible que el estado anímico de un momento llegue a afectar e invalidar al conjunto; pero unos profesionales tan experimentados, lo que no pueden ni deben hacer nunca es bajar los brazos, rendirse. Deben luchar hasta el final. Y desconozco si realmente hicieron todo lo posible hasta que el árbitro dio por finalizado el partido.  

Todos sabemos que una derrota puede ser épica, si se ha hecho todo lo humanamente posible, como, por ejemplo, la famosa batalla de las Termópilas, también en el mes de agosto, pero del 480 a. C.; en esa batalla, el rey espartano Leónidas, junto con 300 espartanos, lucharon contra el rey persa Jerjes I.

Pero todos olvidamos que además de esos 300 espartanos, había también 1000 lacedemonios, 2800 peloponesos, 700 tespianos, 400 tebanos y algunos focios y locrios. Es preciso destacar que hasta el final sólo resistieron los espartanos, los tespianos y los tebanos, los otros fueron marchando al presentir el duro final.

Con este ejemplo, quiero resaltar que siempre hace falta un líder, ya sea el rey Leónidas o Leo Messi (otra coincidencia, además de la del mes de agosto, ya citada). Pero siempre ha de haber un equipo potente, fiel, preparado y dispuesto. Pero, otra vez la comparación es injusta, ya que Leónidas fue un héroe que murió en el combate, y Leo apenas pasó un mal momento.

Pero sí que tienen en común el liderazgo, si bien Leónidas, además, tenía la jefatura, términos que todos sabemos que es diferente.

Y ayer, durante el partido, Messi tenía el liderazgo, pero la jefatura la tenía el entrenador Enrique Setién.

Efectivamente, el F. C. Barcelona y la mayoría de sus seguidores, más o menos próximos, sabíamos que este club era el Titánic, y nadie esperaba su naufragio, como pasó el 14 de abril de 1912. Pero las cosas suceden.

No pretendo hacer comparaciones inadecuadas, ya que en el naufragio fallecieron 1515 personas, y en la derrota de ayer, apenas, una simple copa.

Seguramente, la prepotencia del F. C. Barcelona es más equiparable a la del mando de la flota estadounidense, en el siguiente chiste:

‘Conversación real grabada de la frecuencia de emergencia marítima canal 106, en la costa de Fisterra, entre gallegos y norteamericanos, el 16 de octubre de 1997:

… Ruído de fondo.

·       Americanos: Recomendamos que desvíen su rumbo quince grados norte para evitar colisión.

·       Gallegos: Negativo. Repetimos, son ustedes los que deben desviar su rumbo quince grados sur para evitar colisión.

·       Otra voz americana: Al habla el capitán de un navío de los Estados Unidos de América. Insisto, desvíen ustedes su rumbo quince grados norte para evitar colisión.

·       Gallegos: No lo consideramos factible ni conveniente, les sugerimos que desvíen su rumbo quince grados sur para evitar colisionarnos.

·       Americano (muy cabreado): Les habla Richard James Howard, al mando del portaviones USS Lincoln, de la Martina de los EEUU, el segundo navío de guerra más grande de la flota norteamericana. Nos escoltan dos acorazados, seis destructores, cinco fragatas, cuatro submarinos y numerosas embarcaciones de apoyo. Nos dirigimos al golfo Pérsico para preparar maniobras militares ante una eventual ofensiva de Irak. ¡No les sugiero… les ordeno que desvíen su rumbo quince grados norte!!! En caso contrario nos veremos obligados a tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad del buque y de la fuerza de esta coalición. Uds pertenecen a un país miembro de la OTAN, así que obedezcan inmediatamente y quítense de nuestro camino!!!

·       Les habla Xosé Manuel Otero Rivas. Somos dos personas. Nos escoltan nuestro perro y un canario que ahora está durmiendo. Tenemos el apoyo de la Cadena Dial de Coruña y el canal 106 de emergencia marítima. No nos dirigimos a ningún lado ya que les hablamos desde tierra firma. Nos hallamos en el faro A-853 de Fisterra, costa de Galicia. No tenemos ni puta idea en qué puesto estamos en el ranking de los faros españoles. ¡Pueden tomar las medidas que consideren oportunas y les dé la puta gana para garantizar la seguridad de su buque de mierda que se va a hacer hostias contra las rocas, por lo que volvemos a insistir y le sugerimos que lo mejor, y más sano es que desvíen su rumbo quince grados sur para evitar la colisión! Cambio.

(La versión más antigua de este chiste, parece provenir de la versión canadiense, en el faro Newfoundland, y hay múltiples versiones repartidas por todo el mundo).

(Wikipedia)

Y el club que nos ocupa, deberá realizar un análisis en profundidad, adelantar las elecciones, hacerlas viables con las garantías requeridas por el covid, efectuar los recambios de directores, entrenador y jugadores que sea preciso, para volver a tener un equipo que a corto plazo pueda volver a ser ilusionante.

En caso contrario, si en plan conservador y prepotente, se intenta solucionar el descosido con unos simples parches, está claro que no serán más que chapuzas para ir tirando, y prolongando la agonía.

Extrapolando la situación, como si el FC Barcelona / Titánic fuese una matrioshka, podemos sacar algunas conclusiones de cara a nuestro movimiento independentista catalán y, después, respecto al estado español, como si se trataran de figuras superpuestas tipo matrioshkas.

A pesar de que se trate de figuras conceptualmente diferentes, hay elementos comunes, pues, como he señalado, los deseos de los socios y seguidores del club son los que deben prevalecer y marcar el camino, y en el movimiento independentista, los anhelos también surgen de la base. Mientras que, en el estado español, ese sentimiento es posterior, impostado, artificial.

En cuanto al liderazgo, es evidente que es muy necesario, en todo lugar y momento (como el caso de Leónidas), pero también, como hemos visto, reducir y limitar las responsabilidades a una o un par de personas (Puigdemont y Junqueras), es muy arriesgado, no sólo por lo que hemos visto con Leo Messi, si no que, también, por la limitación en la aparición de nuevas ideas, sugerencias o críticas constructivas. O, cuanto menos, para superar determinadas situaciones encalladas.

Y respecto al estado español, la prepotencia siempre debería estar fuera de lugar, ya que a veces intervienen factores originalmente imprevisibles e incontrolables, y que, al poco tiempo, ya son clarividentes y necesarios. Como el Titánic, en un momento, un iceberg pudo hacerlo naufragar; en el caso español, un juez belga, puede hacerlo tambalear.

Desgraciadamente, el movimiento independentista no tenemos la solidez del faro ante el portaaviones ‘español’, pero sabemos que, dada la burocracia y la habitual malversación, ese portaaviones fallará por una cosa u otra, y, su ceguera y prepotencia le hará estrellarse contra el iceberg o contra el faro.

Nosotros somos débiles, pero pensamos en grande, y persistiremos. Y el estado, aunque utilice todas sus cloacas, saben que cuanto más nos hostiguen, ofendan, nos reduzcan los presupuestos, nos impongan medidas centralizadoras, etc., más nos reforzarán, es la ley de la naturaleza, ya que, como dijo Sun Tzu (Sunzi) (500 a.C.) en su ‘Arte de la guerra’, “la invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad es una cuestión de ataque”. Y nuestra invencibilidad es nuestro anhelo de independencia, y nosotros, nuestros hijos o nuestros nietos, la verán; ya que la vulnerabilidad del estado español es muy grande, es un gigante con pies de barro, por su tremenda corrupción.

Ahora todos los poderes están centrándose contra Unidas Podemos, así que quizás sea hora de que abran los ojos y decidan de qué lado del tablero están.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com