Con la convocatoria anticipada de las próximas elecciones catalanas, Pere Aragonès (ERC), ha hecho un juego infantil, para intentar liberarse de su gurú Oriol Junqueras, por la puerta de atrás, de forma amoral, como intento explicar seguidamente.
En primer lugar, me parece preciso señalar que Oriol Junqueras hace años que me defraudó, que me cayó el velo, y me di cuenta de que es un político con un discurso falso, hueco, inconsistente, vestido con un supremacismo intelectual y ‘moral’ que, a todas luces, dista mucho de lo que yo le presuponía en su momento.
Pero eso no priva para reconocer que Pere Aragonès, a mi modo de ver, en realidad, esté maniobrando de forma un tanto patosa, para pretender asegurarse el liderazgo de su partido y, en última instancia, la posibilidad de aspirar a repetir como president de la Generalitat.
Como ya expliqué, Pere Aragonès, como todo responsable democrático, al no obtener la aprobación de sus presupuestos generales, en primera instancia, estaba obligado a convocar elecciones. Pero también señalé, que otras opciones, utilizadas por otros líderes y otros momentos, era la prórroga de los presupuestos del ejercicio anterior y, así, concluir el período electoral, previsto, inicialmente, para febrero del 2025; y otra opción, intermedia, hubiera sido convocar las elecciones, pero dentro de tres meses, en lugar de los dos meses fijados.
Obviamente, hay múltiples comentarios de diferentes ‘especialistas’ políticos, que han analizado, defendiendo o criticando, la decisión tomada por Pere Aragonès.
Y claro, también hemos visto comentarios partidistas, cumpliendo su papel de ‘corre ve y diles’, para asegurar seguir manteniendo su pesebre, su comedora, personal, con sus ingresos y prebendas.
En el presente escrito me centro en un aspecto objetivo, como es el calendario, tanto de la futura ley de amnistía, como de las elecciones fijadas por Pere Aragonès.
Respecto al calendario previsto para la aprobación definitiva de la proposición de ley de amnistía, sabemos que, ahora, el proyecto está en el senado, con mayoría del PP, y que, en esa cámara, harán todo lo posible e imposible, para boicotear esa ley. Si bien, constitucionalmente, el plazo legal máximo que tiene esa cámara es el de dos meses y, acto seguido, deberá devolver la proposición de ley al congreso, que podrá obviar las observaciones y alegaciones de los senadores, que no son vinculantes. Y en ese momento, el congreso podrá ratificar definitivamente la ley en cuestión, y publicarla en el BOE, siendo, desde ese momento (segunda quincena de mayo), legal a todos los efectos.
Pues el artículo 4.1 de dicha ley, especifica que: ‘El órgano judicial competente ordenará la inmediata puesta en libertad de las personas beneficiadas (…)’ y en el 4.4: ‘La entrada en vigor de esta ley implicará el inmediato alzamiento de las medidas cautelares que hubieren sido adoptadas (…)’
Otros elementos distorsionadores, como sabemos, son los restantes poderes del estado: el judicial, policial, mediático, etc.; que harán todos los fraudes de ley que les convenga y consideren pertinentes, para torpedear dicha ley (122/000019). Y esos elementos distorsionadores, basados en el rencor y la venganza, son imprevisibles, pues la imaginación e inventiva de esos tenebrosos poderes son ilimitadas; por lo que, llegado el momento, los partidos políticos implicados deberás actuar en consecuencia.
Con el actual calendario electoral, fijado por Aragonès para el 12 de mayo, efectivamente, los políticos exiliados podrán presentarse y acceder a sus escaños, si la ciudadanía les vota, claro. Pero, los políticos que fueron juzgados por el tribunal farsa presidido por Manuel Marchena, con la ley de amnistía quedarán amnistiados, pero, dado que la ley electoral fija que las candidaturas y listas electorales tienen como fecha tope para su presentación, el 8 de abril, en ese momento, Oriol Junqueras, Jordi Turull, etc., seguirán inhabilitados, por lo que no podrán formar parte de las candidaturas.
Una primera excusa que dio Pere Aragonès, y, seguidamente, reprodujeron como loros todos sus paniaguados, fue que la demora de un mes, en la aprobación de esa proposición en el congreso de diputados, por el rechazo de Junts, ahora les perjudica a todos.
Pero eso es un insulto a la inteligencia de la ciudadanía, ya que el primer borrador no blindaba a muchos independentistas (exiliados o no) que podían ser acusados de terrorismo; mientras que la actual proposición, en su artículo 2.c, referido a las exclusiones, señala que ‘los actos tipificados como delitos de terrorismo castigados en el Capítulo VII del Título XXII del Libro II del Código Penal, siempre y cuando haya recaído sentencia firme y hayan consistido en la comisión de alguna de las conductas descritas en el artículo 3 de la Directiva (UE) 2017/541 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de marzo de 2017’; y en el 2.d: ‘Los delitos de traición y contra la paz o la independencia del Estado y relativos a la Defensa Nacional del Título XXIII del Libro II del Código Penal’.
Claro que el primer borrador ‘beneficiaba’ a Oriol Junqueras y a los otros políticos en su idéntica situación legal y, comparativamente, perjudicaba a Carles Puigdemont y a otros muchos implicados.
Otro elemento que ocultan Pere Aragonès y sus ‘discípulos’ es que, en el momento de la negociación de dicha proposición, nadie podía imaginar que Pere Aragonès adelantaría las elecciones catalanas; ni él mismo (¿o sí!!!?)
Igualmente, cuando Pedro Sánchez (PSOE) retrasó la negociación en cuestión, hasta después de las elecciones gallegas, tampoco sabía que Pere Aragonès adelantaría las elecciones catalanas (¿o sí!!!?)
Asimismo, que Pere Aragonès, con el adelantamiento de las elecciones, seguro que pensaba coger con el pie cambiado a los otros partidos independentistas y unionistas, tradicionales o nuevos.
Y también debió considerar que resistir todo este año, con los problemas tan críticos como la sequía, la educación, la sanidad, etc., más bien le comportaría un verdadero vía crucis, que le mermaría, todavía más, sus escasas opciones de ser reelegido como president de la Generalitat.
Visto este puzle, me parece objetivo deducir que el verdadero objetivo de Pere Aragonès, era el de quitarse de encima la sombra del gurú de su partido, Oriol Junqueras, presidente de ERC; pues éste, difícilmente hubiera dado un paso atrás, o al lado, si legalmente hubiese podido presentarse como candidato, ya que su ego es más grande que su físico.
Por eso, una más detenida lectura de las palabras de Oriol Junqueras, de hace unos días, diciendo que ‘muchos anteponen los intereses personales y de partido a los intereses del país (…) y lo único que se ha conseguido, con la actual proposición, es perder dos meses’, personal y subjetivamente, me lleva a la conclusión de que Junqueras debe pensar que Aragonès, es uno de esos que han antepuesto los intereses personales; pero eso nunca lo reconocerá nadie, claro.
En definitiva, que todo ese sideral, me recuerda, de forma clara, la tragedia escrita aproximadamente en 430 a.C., por Sófocles (496 a.C. – 406 a.C.): ‘Edipo rey’ (Oidipous Tyrannos; Oedipus Rex).
En esa obra, sobradamente conocida:
‘Edipo, rey de Tebas, se dirige a una muchedumbre encabezada por un sacerdote, que se ha congregado ante el rey para pedir un remedio a la peste que asola la ciudad de Tebas. Para conocer las causas de la desgracia, el propio Edipo ha mandado a su cuñado Creonte a consultar al oráculo de Delfos. Creonte regresa para contar que la peste es el resultado de una contaminación religiosa, puesto que el asesino del anterior rey, Layo, no ha sido atrapado: su sangre derramada amenaza con dar muerte a todos los habitantes de la ciudad hasta que el asesino sea ejecutado o exiliado.
Edipo jura encontrar al asesino y lo maldice por causar la peste. Pronuncia un bando solemne en el que pide a todo el pueblo tebano que colabore en el esclarecimiento del crimen.
Tanto el asesino como el cómplice podrán, si se entregan, conservar la vida, aunque tendrán que partir al exilio; cualquier testigo que haya visto lo sucedido debe decirlo sin temor y Edipo le recompensará. Pero si el culpable no se entrega, a todo el que sea responsable de ello se le prohibirá participar en la vida de la ciudad, por lo que Edipo pide a los dioses que él y los suyos mueran de la peor manera posible.
Por consejo de Creonte, Edipo llama al adivino ciego Tiresias para que ayude a esclarecer lo sucedido. Cuando llega Tiresias, el rey y el coro lo reciben con respeto, pero pronto queda claro que el vidente no quiere colaborar; dice que conoce las respuestas, pero se niega a hablar y en lugar de eso le dice que deje su búsqueda.
El diálogo entre Edipo y el adivino degenera por ello en un enfrentamiento (agón), en el que ambos se insultan. Edipo se enfada por el rechazo as hablar de Tiresias, y verbalmente lo acusa de complicidad en el asesinato de Layo.
Irritado, Tiresias declara que Edipo es el asesino que está buscando: ‘tú eres el asesino del hombre acerca del cual están investigando y le anuncia que vive en incesto con su madre y ha tenido hijos con ella; que, aunque se crea extranjero, es tebano de nacimiento y que dentro de poco se quedará, como él, ciego.
(…)
Yocasta, esposa primero de Layo y luego de Edipo intenta reconfortar a Edipo, diciéndole que no debe hacer ningún caso de las adivinaciones proféticas y pone como ejemplo un oráculo de Apolo que no se cumplió. La profecía afirmaba que Layo moriría asesinado por su propio hijo, sin embargo, Layo murió asesinado por unos bandidos en un cruce de tres caminos y el único hijo que tuvieron murió poco después de nacer, pues se lo dieron a un criado para que lo matara.
La mención a ese cruce de caminos, hace que Edipo pida más detalles y qué aspecto tenía Layo, empezando a sospechar en la veracidad (…) y relata a Yocasta que sus padres fueron Pólibo y Mérope, reyes de Corinto, y en un banquete, un borracho acusó a Edipo der no ser hijo de estos padres; por lo que acudió al oráculo de Delfos, y Apolo le dijo que un día asesinaría a su padre y se casaría con su madre; por ello había abandonado Corinto, para evitar esa profecía, pero, en sus andanzas, en un cruce de caminos mató a Layo, ya que su carruaje intentó sacarlo de la vía.
(…) Finalmente, se va desvelando la historia, y se descubre que el hijo de Layo y Yocasta no había sido ejecutado, sino entregado a un pastor; Yocasta, al oír el relato completo se ahorcó, y Edipo, le coge las largas agujas de su vestido, se las clava y se queda ciego y marcha al exilio (…)’
(fuente: Wikipedia)
Pido perdón por esa larga reproducción, pero, me parece interesante para tomarla como metáfora, pues creo que Pere Aragonès puede asimilarse a Edipo, y Oriol Junqueras a Layo (Laïos, ‘zurdo’, o ‘del pueblo’)
En esa novela de Sófocles, el asesinato realizado por Edipo es inconsciente, pues en ese momento no sabía que Layo era su padre.
En la realidad, Aragonès sí que es plenamente consciente de que Junqueras es su padre político.
En la novela, el cuñado de Edipo, Creonte, acabó tomando el poder; y, en este momento político, el Creonte puede ser asimilado, a mi modo de ver, a Salvador Illa, el que podrá vencer y alcanzar el poder.
La victima, la esposa Yocasta, me parece que simboliza, de forma clara, a la ciudadanía, en concreto, a los votantes, y los abstencionistas, podrían asimilarse al resto del pueblo tebano.
Y, claro, los actuales oráculos son las encuestas, los estudios demoscópicos que efectúan los respectivos ‘spin doctors’, que, intentado emular a Tiresias, se consideran capaces de interpretar (mejor dicho, respaldar, asegurar) los intereses de sus respectivos jefes.
Ya comenté en un escrito de hace muchos meses, que Pere Aragonès, si quería afianzarse y liberarse de la tutela protectora, debía ‘matar (metafóricamente) a su padre político’, esa es ley de vida entendida en su globalidad, no únicamente referida al complejo de Edipo estudiado por Sigmund Freud (1856 – 1939)
Pero esa liberación, ese progreso, siempre debe efectuarse de forma clara y transparente, sincera y abierta, sin subterfugios, de cara a cara.
Y la decisión de Pere Aragonès, no cumplió ninguna de esas premisas, más bien al contrario, pues el anticipo de las elecciones fue una determinación que buscaba esa liberación, pero, por temor, complejo de inferioridad o falta de valentía, etc., por eso la presentó como si no tuviera otro remedio, y, encima, pasar a Junts la culpa de la desincronización de los calendarios de la ley de amnistía y de la campaña electoral.
Y eso es una falta de ética, claro.
Por eso espero que Pere Aragonès no gane las elecciones, pues estos años ha demostrado que su gestión ha sido mediocre, sin proyectos ni ilusiones. Y es el responsable de que Salvador Illa (PSC/PSOE) mejore sus opciones de victoria, y si eso se cumple, será una mancha en su expediente, que no habrá jabón ni detergente que pueda quitarle, ya que por la rivalidad con Junts, ERC acabe permitiendo que Salvador Illa, el representante del 155, de la represión del estado, acabe sien do president de la Generalitat, nunca merecerá ni el olvido ni el perdón.
Si Pere Aragonès cree que, enfrentándose a Carles Puigdemont, criticándole y menospreciándole, ERC obtendrá más votos, nos demostrará que su mediocridad es un calificativo excesivamente magnánimo. Si tuviera empatía y ética, haría todo lo posible para reponer a Puigdemont en la presidencia, de la que fue destituido ilegalmente por los poderes represores españoles.
Por todo eso, es preciso y necesario que ERC acabe su enfrentamiento, su ‘agón’, con Junts, y que haga lo imposible para que ERC y Junts trabajen de forma unitaria con total sinceridad.
Pero, claro, por desgracia, eso, en este momento, es una utopía, y sé que Pere Aragonès querrá seguir con su papel de ‘proto agonista’ (protagonista), antagonista de Carles Puigdemont, y no asumir su papel de ‘deutero agonistes’ (segundón)