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El lado oscuro

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

En mi escrito de ayer cité el lado oscuro, el Lado Oscuro de la Fuerza, de la saga de La Guerra de las Galaxias (Star Wars,1977, de George Lucas); ese lado oscuro:

‘se llamaba Bogan (o Boga), por los precursores antiguos de los Jedi, era la herramienta primaria de los señores Sith y de los Jedi oscuros, y el enemigo surreal de la Orden Jedi. Y esa fuerza oscura se asociaba a los aspectos más crueles y malignos, tales como la muerte, el sufrimiento, la corrupción y la dominación, entre otros’.

‘En esa saga la Fuerza estaba dividida en cuatro aspectos: el lado luminoso, el lado oscuro, la fuerza de unificación y la fuerza viva’.

‘Según Yoda: el miedo es el camino hacia el lado oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento lleva al lado oscuro’.

‘Palpatine se revela como el responsable de la caída de Anakin Skywalker al lado oscuro y su transformación en Darth Vader, así como también de la masacre de los jedi’

(Wikipedia)

Sabemos que estamos inmersos entre múltiples lados oscuros, pues internet, la inteligencia artificial, el big-data, el pensamiento racional, la democracia, la evolución, el populismo, las religiones, el capitalismo, el comunismo, etc., todos tienen su lado oscuro; incluso cada uno de nosotros lo tenemos. Así que ‘No es oro todo lo que reluce’.

Por otra parte, hay otros míticos lados oscuros, que son falsos, como, por ejemplo, el lado oscuro de la Luna, cuando está claro que toda su esfera recibe la luz solar por igual; otra cosa es que no la veamos, por la sincronicidad de su rotación con el de la Tierra.

Algunos de esos lados oscuros pueden ser más o menos evidentes, pero todos nos influyen.

Seguidamente me detendré en algunos de ellos, obviando los más evidentes para todos.

Respecto al pensamiento racional, muchos autores consideran que actualmente vivimos en un momento irracional, ya que la irracionalidad puede ser dañina, pero es inextirpable, o lo es difícilmente (por ejemplo, sabemos que fumar, beber, etc., es dañino, pero seguimos fumando y bebiendo). Hace trescientos años, con la Ilustración, se endiosó la razón; Immanuel Kant (1724 -1804) consideró que, con la Ilustración, la humanidad había llegado a la mayoría de edad, pero en la actualidad seguimos teniendo terraplanistas, antivacunas (este ejemplo es más discutible, claro, pues debe ponderarse el objetivo económico de la industria farmacéutica), seguidores de Donald Trump, etc.

‘La verdad puede ser objetiva y general, pero tiene una vertiente personal: nadie sabe, finalmente, qué es bueno para mí, por ende, qué es para mí, más verdadero. Podemos acertar o no y en eso se juega la incertidumbre, pero está claro que muchas veces elaboramos argumentos racionales a posteriori, para justificar conductas, y así, muchas convertimos las decisiones en correctas. Si no podemos hacer algo con lo que habíamos soñado, decimos, llanamente, que en el fondo nunca había sido una opción posible. Es la vieja fábula de la zorra y las uvas, más potente para entender lo humano que un relato racional de los medios y fines’

(Margarita Martínez, fce.com.ar)

Otro ejemplo del lado oscuro de nuestra irracionalidad lo tenemos en la teoría de la evolución de Charles Darwin (1809 – 1882), pues desconocemos su lado oscuro como:

‘Afirmaciones suyas lamentando que los miembros débiles de las sociedades civilizadas se propaguen y que los inadaptados, los degradados y los miembros viciosos tiendan a reproducirse a un ritmo superior al de los providentes y generalmente virtuosos, lo convierte en el moderno forjador de la eugenesia’.

(Ana Coronado, https://nuevaalcarria.com)

A mi me parece que Darwin se limitó a describir y proyectar sus ideas, no propuso, en absoluto, actuar para decantar la realidad, en un sentido u otro; pero, como sabemos, la libertad de pensamiento facilita diferentes interpretaciones; y este fenómeno encaja perfectamente en el contexto de la línea del presente escrito, pues confirma que cada uno de nosotros tenemos nuestros lados oscuros.

Respecto a las democracias, cabe señalar que pueden llevar a totalitarismos, fascismos, etc.

‘No hay democracias plenamente consolidadas. Ninguna democracia alcanza el punto de no retorno a los autoritarismo y totalitarismos. La historia de las democracias ha sido siempre corta, espasmódica e imperfecta. (…) Las democracias pueden estancarse, corromperse, envilecerse, retroceder, ser capturadas por grupos de interés o coaliciones incapaces de atender al conjunto de la población … o pueden seguir avanzando.

La mera existencia de una institucionalidad formalmente democrática no garantiza un proceso político vivo que se corresponda con el gobierno de la gente, por la gente, para la gente y con la gente.

(…) En la cima de la calidad democrática se sitúan aquellos sistemas políticos que tratan de aproximarse al ideal de un derecho real y efectivo de todos los ciudadanos a la participación política igual y libre.

(…) La pobreza y las desigualdades más graves, pues éstas provocan que unos seres humanos sean instrumentos de la vida de otros, a la vez que constituyen el terreno abonado para el clientelismo, los populismos y las democracias de élites cerradas.

Normativamente considerada, la democracia siempre será una construcción social inacabada, esperanzadora y amenazada a la vez.

(…) Para los neoconservadores norteamericanos el carácter único y virtuoso de los EUA para la humanidad toda, su ejemplo ante el mundo, la universalidad de sus creencias, sus valores dados por dios al mundo… justificaban cualquier cosa. ¿Qué hay de malo en la dominación, llegaron a preguntarse, cuando ésta sirve a sólidos principios y altos ideales? Prisioneros sin derechos, secuestros, encarcelamientos, traslados a terceros países, vejaciones, torturas … Por un lado, el Bien, nosotros, por otro, el Eje del Mal, ellos. Ante esta descalificación moral sin matices, el tratamiento político de los problemas resulta imposible. Con el mal no se negocia ni podemos limitarnos a aplicar la ley’.

(Joan Prats, https://www.aigob.org)

Respecto a los populismos, su lado oscuro se basa en la existencia de un líder que defiende al pueblo de sus opresores, y el día que el líder triunfe, finalmente el pueblo será feliz.

‘El populismo es un fenómeno político que se apoya en un relato eficiente que tiene en su centro a un héroe que es el único que puede salvar al pueblo de los enemigos que lo acechan.

El populismo se basa en la tradición donde el mundo se divide entre héroes que defienden al pueblo y villanos que lo atacan.

Y si ese héroe gobernó mal no fue porque estaba equivocado, sino porque los enemigos no le permitieron hacerlo bien. Todo lo demás es anecdótico’

(Ernesto Tenembaum, https://www.infobae.com)

A nivel personal también tenemos un lado oscuro, nuestro inconsciente (nuestros miedos, frustraciones, inseguridades, ansiedades, culpas, etc.) que, según la psicología analítica, dinámica, (Sigmund Freud (1856 – 1939) y Carl Gustav Jung (1875 – 1961)), movilizan nuestros mecanismos de defensa (negación, proyección, etc.) que influyen tanto en nuestras acciones / decisiones ‘racionales’ como en las inconscientes.

Incluso la empatía tiene su lado oscuro, pues ¿se puede ser empático sin perder la perspectiva, la objetividad? Por ello, es aconsejable rehuir de efectuarnos las preguntas habituales: ¿estoy de acuerdo, o no?, ¿me parece correcto, o no?, ¿es bueno, o malo?, ¿culpable o inocente?

‘Deberíamos evitar juicios de valor, para pasar a preguntarnos ¿qué le lleva a pensar así?, ¿qué elementos le faltan en su razonamiento?, ¿en qué hipótesis se basa su enfoque?, ¿qué consecuencias tiene su forma de pensar? Eso es lo que se llama empatía con valor añadido’

(Javier Potti Cuervo, https://www.psicosoft.com)

Ante este panorama de lados oscuros, que actúan a modo de un juego de espejos, en este momento nos encontramos en plena campaña electoral, en la que vemos que todos quieren venderse como los héroes perfectos e impolutos, los solucionadores de todos nuestros problemas. Pero no debemos dejarnos engañar, pues todos ellos actúan como el toro de la siguiente fábula:

‘El toro reproductor

Don Alejo tenía el mejor toro reproductor de la región y era su único patrimonio. Los ganaderos locales lo descubrieron y comenzaron a alquilarlo para cruzar sus vacas, comprobando que de ese cruce, salían los mejores terneros y el toro se convirtió en la única y principal fuente de ingresos del campesino.

Además, el toro era rendidor y rápido, no perdonaba a ninguna vaca que le pasara cerca, y parecía que nunca se cansaría de engendrar.

Un día, los ganaderos se reunieron y decidieron comprar el toro para no depender más de don Alejo. Un representante fue y dijo: ‘Ponle precio a tu toro, que te lo vamos a comprar’

El campesino, que no quería perder su fuente de ingresos, pidió una cifra absurda para que fuera rechazada. Los ganaderos se quejaron al alcalde por el precio del animal, y éste, sensibilizado con el problema, compró el toro con fondos municipales, registrándolo como ‘patrimonio municipal’ y poniéndolo al servicio de toda la comunidad.

El día de la inauguración de los servicios, los ganaderos trajeron sus vacas para que el toro las preñara. Le pusieron la primera, y nada.

‘Debe ser la vaca, dijo uno, es muy flaca’

Le trajeron una gran campeona holandesa, el toro la olfateó, y ¡nada! Le pasaron el rodeo entero, pero el toro ni se inmutó.

El alcalde, furioso y preocupado por su popularidad, llamó al exdueño y lo increpó a solucionar el problema … ¿se había gastado el dinero de los contribuyentes y no quería pensar que todo fuera una estafa más!

Don Alejo se acercó al toro y le habló al oído: ¿qué haces hermano! ¿no quieres trabajar más?

El todo lo miró largamente … y desperezándose, le respondió: ‘no me jodas, hermano … ¡ahora soy un funcionario municipal!

(https://raulzavala.word)

En primer lugar, pido perdón por generalizar, pues hay funcionarios que son unos profesionales en toda su extensión. Ahora bien, refiriéndome a la clase política que nos rodea, me parece que están viviendo en una realidad paralela, pues buscan, preferentemente, su propio beneficio y el de sus respectivos partidos políticos. Y en ese mundo paralelo, se intentan eliminar mutuamente, pues en el podio caben pocos.

Esa imagen me recuerda una escena de la película ‘La dama de Shanghai’ (The lady from Shanghai), 1947, de Orson Welles (1915-1985), con él mismo de protagonista, junto con Rita Hayworth (Margarita Carmen Cansino, (1918-1987); en esa famosa escena se puede ver un laberinto de espejos en una atracción de una feria, y hay un intercambio de disparos, rompiendo los espejos.

Por todo ello, durante la campaña electoral sería preciso no dejarnos deslumbrar, todos nos quieren engañar, pero debemos ser mínimamente racionales, no dejarnos engañar por esos toros funcionarios con sus múltiples lados oscuros, pues, como ya he comentado: ‘no es oro todo lo que reluce’.

Y, finalmente, deberemos obrar en consecuencia, sin temer al cambio, pues, según ya hemos visto, Yoda consideraba que: el miedo es el camino hacia el lado oscuro; el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento lleva al lado oscuro’.