CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Ismael “El Mayo” Zambada aseguró que fue traicionado por Joaquín Guzmán López, un hijo del exlíder del Cártel de Sinaloa, quien le convocó a una reunión en la que supuestamente estaría otro líder del cártel y el gobernador del estado, pero que en su lugar fue llevado a Estados Unidos contra su voluntad, según una carta divulgada el sábado por su abogado.
En la carta, que fue hecha pública por Frank Pérez mecanografiada y sin rúbrica, Zambada afirmó que fue secuestrado, maniatado y encapuchado antes de que fuese subido al avión que le llevaría a territorio estadounidense donde sería entregado a las autoridades, mientras que Guzmán López se rendía.
Además de los pormenores del día que acabó con los dos narcotraficantes arrestados en Texas, el histórico narcotraficante de 76 años de edad deja ver el tipo de relación que tenía con políticos de Sinaloa, en el noroccidente de México, afirmando que entre su personal de seguridad estaba un comandante de la policía judicial del estado.
La carta se hizo pública justo un día después de que el embajador estadounidense en México, Ken Salazar, dijera que Guzmán López entregó a Zambada en una operación en la que el gobierno de Estados Unidos no había participado.
Según “El Mayo”, actualmente encarcelado y acusado en en cortes estadounidenses de diversos cargos por narcotráfico, el 25 de julio fue citado a una reunión por Guzmán López, en la que participaría otro Iván Guzmán, otro hijo de su exsocio Joaquín “El Chapo” Guzmán —ahora con cadena perpetua en Estados Unidos—, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha —del partido del presidente Andrés Manuel López Obrador— y otro exparlamentario de ese estado.
Cuando llegó al lugar de la reunión, un centro de eventos de las afueras de Culiacán, la capital sinaloense, Zambada afirma que había “un gran número de hombres armados con uniformes militares verdes” que asumió eran pistoleros de los hijos de “El Chapo” y saludó al exdiputado, Héctor Melesio Cuén, quien fue asesinado ese mismo día.
Explica que luego vio a Guzmán López, “a quien conozco desde chico” pero no menciona haber visto al gobernador.
Rubén Rocha, en declaraciones a medios locales tras los arrestos, dijo que ese día había salido de Sinaloa y estaba en Los Ángeles. Su oficina no contestó de forma inmediata a una solicitud de comentario.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, que tiene previsto este sábado una acto en Sinaloa, dijo que esperaría a hacer comentarios hasta después de escuchar al gobernador.
“Confiando en la naturaleza de la reunión y de la gente involucrada”, Zambada dice que siguió a Guzmán López hasta una habitación que estaba oscura y en donde “me tiraron al suelo, me colocaron una capucha oscura en la cabeza, me ataron y me esposaron”. Según su versión, le provocaron “heridas significativas” en la espalda, rodillas y muñecas.
Después, según la carta, le echaron en la parte trasera de una camioneta donde fue llevado hasta una pista de aterrizaje a unos 20 minutos de distancia para meterlo después en un avión rumbo a Texas en el que solo estaba él, el piloto y Guzmán López.
“El Mayo” Zambada, el capo mexicano más viejo y astuto, eludió a las autoridades durante décadas, nunca pisó una cárcel y era conocido por su poder corruptor y su habilidad negociadora con todo el mundo, incluidos grupos contrarios, con lo que todos los expertos ya pronosticaban que, una vez detenido, pudiera comenzar a fluir información de sus contactos con todo tipo de autoridades.
Y aunque lideraba una facción del cártel distinta a la de “Los Chapitos” —los hijos de “El Chapo”— algunos expertos aseguraban que la interlocución entre ellos se mantenía pese a la rivalidad.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, había dicho el viernes que Zambada llegó a Texas “contra su voluntad”, entregado por Guzmán López, en lo que calificó como “una operación entre los cárteles” en la que el gobierno de su país no participó de ninguna manera, aunque Guzmán López sí había barajado en varias ocasiones su entrega con autoridades estadounidenses.
“No hubo recursos de los Estados Unidos en esa operación, no fue un avión de los Estados Unidos, no fue un piloto de los Estados Unidos, no fueron nuestros agentes o nuestra gente en México”, aseguró Salazar.