El Menú

Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

El Tren Maya, una de las obras más importantes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), comenzó a operar de forma parcial el pasado 16 de diciembre en sus primeros recorridos de Campeche a Cancún. Sin embargo, no ha sido precisamente la marcha triunfal que esperaba el mandatario y no es por sus retrasos de más de cuatro horas debido a una falla de configuración de Alstom, la empresa que construyó los ferrocarriles, en realidad fue el menú que se ofreció en el Tren lo que generó controversia. Y es que, en la inauguración parcial, por ejemplo un café americano se ofrece por la nada despreciable suma de 108 pesos, un precio que deja a la competencia, incluyendo a Starbucks con cerca de 80 pesos por el mismo producto, en segundo plano y bueno, ya no mencionemos el café del Oxxo.

La inauguración, que debería haber estado enfocada en el funcionamiento del tren y en general en la vista que ofrece el recorrido, se vio empañada por una ola de críticas, especialmente centradas en “El Menú”. Las redes sociales viralizaron el tema, pues en X (Twitter) sobre todo, algunos usuarios expresaron su descontento, no sólo por sus opciones y precios, sino también por los errores ortográficos y el diseño del mismo, lo que sólo intensificó la controversia. Y es que, el menú tiene una oferta de alimentos, almenos de momento, que no contempla nada de la riqueza culinaria de la región y que debería ser representada en el menú del Tren Maya.

Ciertamente esto resalta un hecho fundamental en proyectos de la envergadura del Tren Maya, la percepción pública es clave. Veámoslo de la siguiente manera, el propósito del tren es ser un faro de desarrollo y conectividad para la región, sin embargo detalles aparentemente triviales, como un menú, pueden tener un impacto significativo en el valor integral del proyecto. Y es que, por ejemplo, el diseño del menú debió ser impecable, más si consideramos que tuvieron años para pensar en un diseño mucho más atractivo con un branding integral, buenas fotografías de producto, y evitando, a toda costa, hacer uso de la tipografía Comic Sans como parte del mismo.

Al final, el menú del Tren Maya ha pasado de ser un simple detalle a convertirse en el foco de la atención pública, por lo que los encargados del proyecto deben entender que no hay detalle insignificante en obras de esta magnitud, y en general en ningún proyecto -entendamos que todos los detalles cuentan-, la oferta de alimentos, los detalles ortográficos y el diseño del menú son partes integrales de la imagen del proyecto y si bien la inauguración es un hito, la atención se ha desviado hacia el peculiar menú, dejando al Tren Maya con un sabor agridulce en su primer viaje.

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