La pareja de los videos podría estar vendiendo cualquier producto.
“Le va a encantar ser dueño de este plan platino”, dice Charlene Bollinger, mientras en la pantalla aparecen un set de DVDs y otros productos. Su esposo, Ty, promete un especial con una “edición del director”.
Apriete el botón anaranjado, dice la esposa, “para sumarse a la lucha por la libertad de la salud”, o, más específicamente, pague de 199 a 499 dólares por la serie de videos de los Bollinger, “The Truth About Vaccines 2020” (La verdad sobre las vacunas del 2020).
Los Bollinger son parte de un ecosistema de empresas con fines de lucro, organizaciones sin fines de lucro y cuentas en las redes sociales que avivan el temor y la desconfianza en las vacunas contra el COVID-19, usando a menudo lo que expertos médicos describen como información falsa o engañosa.
Una investigación de la AP comprobó que la pareja colabora estrechamente con otros miembros prominentes del movimiento en contra de las vacunas, incluido Rober F. Kennedy Jr. y su Children’s Health Defense, para promover las ventas.
Los Bollinger dicen que hay mucho dinero en juego. Aseguran haber vendido productos por valor de decenas de millones de dólares y pagado 12 millones a sus “afiliados”, como describe a la red de portales y organizaciones que usa para promover sus productos.
“Explotan la desinformación”, afirmó Dorit Reiss, profesor de la Facultad de Derecho Hastings de la Universidad de California, especializado en las políticas hacia la vacuna.
Los Bollinger ya promovían desinformación en torno a las vacunas antes de que surgiese el brote de COVID-19. Pero la pandemia les dio a ellos y a otros la oportunidad de expandir su negocio.
Se aliaron con partidarios derechistas de Donald Trump para promover lo que describen como la “libertad médica”. Participaron en la insurrección del 6 de enero, en que una turba trumpista tomó el Congreso, y promocionan la mentira de que la robaron la reelección a Trump.
La tarde del 6 de enero, cuando la turba tomaba el Capitolio, los Bollinger realizaron un acto a pocas cuadras del Congreso. Mientras sonaban las sirenas de vehículos de emergencia, Charlene Bollinger rebozaba de entusiasmo en un estrado y hablaba de un “día espectacular”. Su esposo, por su parte, mezclado con la turba, llegó a la puerta del Congreso, aunque asegura que no entró el edificio.
Las cuentas de la pareja de Tennessee en las redes sociales fueron identificadas como una de las principales propagadoras de desinformación sobre las vacunas por News Guard y The Center for Countering Digital Hate (Centro para Contrarrestar el Odio Digital). Tienen más de un millón de seguidores en Facebook y Charlene Bollinger dice que su lista de correos electrónicos tiene “un par de millones” de contactos.
Expertos en salud pública, incluido el director de sanidad de Estados Unidos Vivek Murthy, dicen que esa desinformación socava los esfuerzos por inmunizar suficiente gente como para contener la pandemia.
Los Bollinger rechazaron pedidos de entrevista y no respondieron a preguntas enviadas por la AP por email.
Ty Bollinger se inició en este negocio hace varios años, con libros y DVDs como “La verdad acerca del cáncer”, que según expertos médicos incluían información no comprobada acerca de alternativas a la quimioterapia. Se describe a sí mismo como un “investigador médico”, pero la AP no pudo encontrar prueba alguna de que tenga preparación científica.
En el 2017 incursionó en el mundo de las vacunas. Y cuando surgió el coronavirus, empezó a difundir información falsa o sin fundamento acerca del COVID-19.
Cosas como asociar el virus con las señales telefónicas 5G o decir que no se informa debidamente acerca de las reacciones adversas a la vacuna. Hace poco afirmó, sin fundamento, que hay más probabilidades de morir por la vacuna que por el mismo virus.
Hay gente que cree estas afirmaciones falsas.
“¡Muchas gracias por toda la información que nos suministra! No me vacunaré”, dijo una mujer en el portal de los Bollinger.
No está claro cuánto dinero ha ganado la pareja, pero hay algunos indicios. Su empresa, TTAC Publishing LLC, radicó una demanda el año pasado en la que dijo que la firma había generado 25 millones de dólares desde el 2014.
Dun & Bradstreet, que calcula los ingresos de las empresas, estima que TTAC Publishing ganó más de 3 millones de dólares el año pasado. Al solicitar préstamos del gobierno por la pandemia, TTAC Publishing dijo que tenía 16 empleados en mayo del 2020 y 27 en febrero del 2021.
Children’s Health Defense, la organización sin fines de lucro de Kennedy Jr., es una de las herramientas que usan los Ballinger para promover sus productos. Hizo cinco publicaciones promocionando “La verdad acerca de las vacunas 2020”. Su directora ejecutiva Laura Bono dijo que la agrupación difunde material de los Bollinger, “pero eso no quiere decir que tenemos una relación comercial”.
Agregó que los Bollinger habían donado 10.000 dólares al Children’s Health Defense en diciembre del 2019 y que habían recibido una cantidad “ínfima” de dinero en donaciones cuando la gente compró los productos de los Bollinger a través de su portal. Calcula que fueron unos 1.000 dólares, aunque no dio detalles.
“Número uno, no los tengo; número dos, esto no le incumbe a usted”, dijo Bono.
Otros recibieron cantidades sustanciales. En una demanda del año pasado, un exsocio que promovió “La verdad sobre el cáncer” dijo que ganó unos 240.000 dólares en comisiones del 2015 al 2018.
Los Bollinger dijeron en el 2018 que 25.000 personas habían comprado la primera parte de su serie “La verdad acerca de las vacunas” y que habían pagado “más de 12 millones de dólares” a las organizaciones “que difunden nuestros eventos entre sus audiencias”.
Los grandes propagadores de desinformación en torno a las vacunas, como los Bollinger y Kennedy, explotan su relación con otras organizaciones para lograr acceso a nuevos mercados, de acuerdo con Imran Ahmed, del Centro para Contrarrestar el Odio Digital. Kennedy, por ejemplo, le apunta a los afroestadounidenses, mientras que los Bollinger se enfocan en la extrema derecha y el movimiento MAGA (Make America Great Again) de Trump.
Los Bollinger fundaron el año pasado un comité de acción política, el United Medical Freedom Super PAC, que organizó un acto el 6 de enero en Washington. En un video del acto se ve a Charlene Bollinger jubilosa por la toma del Congreso.
“El Capitolio fue ocupado por patriotas. Estamos aquí por esta razón, estamos ganando”, afirmó. “Estamos en guerra”.
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El investigador de la Associated Press Randy Herschaft y el redactor Mike Stobbe colaboraron en este despacho.