Buscar

El reino de España, cañí y rancio

racias a los tres últimos jefes de estado, Francisco Franco (dictador y asesino), el rey Juan Carlos I (“el campechano” y supuesto apropiador de comisiones) y el actual rey Felipe VI (“ el preparao” y supuestamente afín a Vox, partido de la ultraderecha), junto a las estructuras del estado profundo, y a pesar del orgullo quijotesco, este reino insignificante en las principales esferas de decisión internacionales, ha conservado el rancio espíritu reflejado en los tópicos: los toros, la paella, la sangría, el flamenco, el fútbol, el sol y la playa y, como no, la guardia civil y los curas, como ejes vertebradores de la sacrosanta unidad de la patria, “atada y bien atada”, y del “que inventen ellos”, frase lapidaria de Miguel de Unamuno y Jugo (1864-1936), como muestra de que la ciencia y la tecnología, tradicionalmente han sido consideradas de forma marginal; y de ese modo nos ven en todo el mundo.

En este momento, tan nuevo y tan complejo, vemos que muchos opinamos de todo (y yo el primero), sin el conocimiento preciso, como vemos en todas las tertulias radio-telefónicas, en las que todos actúan y actuamos como “el cuñado de Mariano Rajoy” presuntamente enterado; por eso me parecen muy adecuadas algunas de las célebres frases de Les Luthiers (grupo musical–humorista, argentino): “si no puedes convencerlos, confúndelos”, “el ego es ese pequeño argentino que todos llevamos dentro”, “errar es humano, pero echarle la culpa a otro es más humano todavía”, “toda cuestión tiene dos puntos de vista: el equivocado y el nuestro”, “la verdad no es lo que importa, sino tener razón”, etc.

En ese sentido, creo que es preciso reincidir en un par de puntos señalados en mi escrito de ayer:

1)    Sobre la conveniencia de un control telemático voluntario, expuesto por el médico e investigador Carles Cordón i Cardó, y que de forma anónima, fuese garantizado por el estado; que me pareció una buena opción, ya que soy totalmente contrario a un control telemático automático, forzoso y con unas garantías dudosas, estoy convencido que, efectivamente, podría dar lugar a mucha picaresca, como la que señalé que se había producido en una discoteca LGTBI en Corea del Sur. Algunos lectores me han comentado que basar un control en la voluntariedad es pecar de inocencia, pero creo que debemos ser mínimamente optimistas y confiados en la solidaridad humana, ya que la alternativa sería un control propio de una dictadura.

2)    Y respecto al comentario de Josep Ramoneda con relación a que los científicos deben estar detrás de las decisiones de los políticos, ya que el que sabe, debe aconsejar, y el que tiene la responsabilidad, debe decidir. En esta misma línea, el investigador científico del CSIC y colaborador científico de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha manifestado “La ciencia nos permite evaluar el riesgo que supone la infección y explorar estrategias para controlarla. Pero la ciencia sola no nos permite diseñar una buena gestión del riesgo. De la misma forma que sabiendo el riesgo de conducir, no prohibimos el uso de los coches; el hecho que el factor determinante para la propagación del Covid-19 sea el contacto entre la gente no implica que el control estricto del movimiento de las personas sea la mejor respuesta a la pandemia. El límite de velocidad en las carreteras y autopistas, la creación de zonas de circulación lenta o libres de coches, son decisiones políticas. Decisiones que pretenden hacer compatibles usos, costumbres e intereses diversos en un equilibrio que, en democracia, depende en buena medida del consenso cultural en una sociedad determinada. Es una decisión, por lo tanto, política. (…) Cuando los políticos justifican sus medidas como si fuesen las únicas posibles, dictadas por la ciencia, nos escatiman la discusión y degradan la política. Y cuando los epidemiólogos, los científicos, entran en el terreno de la política (…) proponiendo a los medios de comunicación medidas de control de la población, pierden la credibilidad científica (Ara, 14/5).

En definitiva, creo que queda suficiente clarificado el papel que debe ejercer cada sector, por lo que sería aconsejable que nuestros políticos asumieran sus responsabilidades, sus riesgos, sin escudarse detrás de los científicos; pero por su mediocridad prefieren seguir en el confort de estar protegidos con el escudo de la ciencia. Casos como Donald Trump o Jair Bolsonaro, presidentes de los EUA y de Brasil, respectivamente, que van a la suya, sin escuchar a los que saben, es otro riesgo aún mayor, está claro.     

Pero volviendo al tema del presente escrito, es decir, a la prevalencia de los tópicos sobre España, me centraré en tres, que estos días han sacado sus “mejores” caras:

·       Guardia civil, en primer lugar, he de respetar a sus miembros fallecidos y afectados por la pandemia, una cosa no quita la otra; pero que la utilización de un cuerpo militar sea utilizado, como el ejército, para desinfectar estaciones, residencias, repartir material sanitario, etc.; y especialmente en Comunidades Autónomas como Catalunya y el País Vasco, no deja de ser una rememoración de viejos tiempos (que, por lo que vemos no han pasado). Y hoy, celebrando el 176 aniversario de la fundación de dicho cuerpo armado, todo ha sido una auto-entrega de galardones, como no puede ser de otra forma.

·       En segundo lugar, el fútbol, “nuestro dios salvador”, nuestro circo con pan de oro para la élite de los jugadores, que debido al negocio que comportan, están siendo tratados de forma privilegiada, con todo tipo de pruebas y tests (de los que carecen el personal sanitario, los cuerpos de seguridad y el profesorado en general), quedando muy bien retratado en un twitter de Esther Soler (@nomagradares): “Bien, ya tenemos testados todos los futbolistas y equipos técnicos. Ahora si que me siento segura y protegida”.

Es evidente que esos privilegios, como he comentado, sólo los tienen los jugadores de fútbol de primera y segunda división masculinos, que incluso dispondrán de aviones y trenes de alta velocidad exclusivos para sus desplazamientos, ya que los de categorías inferiores, así como las deportistas féminas, al no tener la capacidad mediática, casi son olvidados.

·       Pero el ejemplo nuclear lo hemos tenido con el cardenal Antonio Cañizares Llovera (Utiel, 1945), arzobispo de Valencia que, este domingo, tras celebrar la misa y en pleno confinamiento por el estado de alarma, hizo abrir la puerta de la basílica y sacar la imagen de la Mare de Déu dels Desamparats, ante un grupo de fieles que había en la plaza, provocando un gran tumulto, sin guardar las medidas de distancia física de seguridad sanitaria. Comportando, obviamente, todo tipo de críticas, excepto las de los medios afines, obviamente.

Es preciso recordar que este cardenal ha ido haciendo declaraciones contra el aborto, contra el voto independentista catalán, etc., manteniendo una visión unionista, no ya preconciliar, sino más bien propia del concilio de Trento (s. XVI), pero lo más grave es que no se trata de un discurso único, sino que está en línea con lo que ha venido representando la Conferencia Episcopal Española, desde su fundación, en 1966, por el cardenal primado Enric Pla y Daniel (Barcelona, 1876 – Toledo, 1968), que se adhirió fervorosamente a los facciosos franquistas, cediendo al general Franco, incluso, el palacio episcopal de Salamanca, de donde era obispo, contribuyendo a la fundamentación teológica de lo que llamó “cruzada”; siendo, posteriormente, nombrado procurador en las cortes y miembro del consejo del reino.

Es decir, todo atado y bien atado.

Y mientras que la ciudadanía estamos ”entretenidos” con estos temas y con otros, “el gobierno de Pedro Sánchez hace pasar por la puerta de detrás todas las reformas laborales que le pide la patronal CEOE, con el visto bueno de los sindicatos del régimen, la UGT y CCOO. El Íbex 35 fija los límites del gobierno del PSOE y Podemos, mientras que la claca mediática progresista se fija en los precios del alquiler del apartamento de lujo donde se aloja Isabel Díaz Ayuso, (presidenta de la Comunidad de Madrid) propiedad de un hotelero amigo suyo.

Y el dúo Pedro Sánchez / Pablo Iglesias, han aprobado, con la patronal, un acuerdo que permite que las empresas que tengan filiales en paraísos fiscales puedan ser beneficiarias de las ayudas para acceder a los ERTO (expedientes regulatorios transitorios de empleo), contradiciendo el pacto de gobierno firmado entre sus respectivos partidos.

Francia, Dinamarca y Polonia, por citar unos ejemplos, han decidido que las empresas que tangan filiales, o sus sedes, en paraísos fiscales, no podrían recibir ayudas. En Francia y Polonia, los gobiernos son de derechas, en Dinamarca de izquierdas.

La decisión del gobierno español beneficia directamente a las empresas del Ibex 35, ya que, excepto AENA, todas tienen filiales en esos paraísos; según el raport de Intermon Oxfam del 2019, las empresas del Ibex 35 tienen 858 filiales en paraísos fiscales, y las empresas que tienen más son el Banco de Santander (207), ACS (102), Repsol (70), Ferrovial (65) y Arcelor Mittal (55). Estas cinco representan el 58% del total” (Vilaweb).

Otro ejemplo, “el gobierno español, juntamente con los sindicatos, también aceptan avanzar al 30 de junio, la posibilidad de despedir por fuerza mayor o por causas objetivas por el coronavirus. La fecha inicial era el 31 de diciembre, para proteger la ocupación, pero Sánchez e Iglesias, lo han aceptado porque la CEOE amenazó de levantarse de las conversaciones que se hicieron la semana pasada. Gracias a estas renuncias, este lunes se firmó el acuerdo entre el gobierno y los agentes sociales en la Moncloa y el martes el gobierno español aprobó el decreto. El acto de la Moncloa fue frio, y duró sólo dos minutos, sin declaraciones, ya que Sánchez prefirió que la imagen de la firma ya fuera suficiente” (Vilaweb)

O la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, respondiendo a Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, que: “no invente problemas de infra-financiamiento que no existen”; o no prestar atención al informe de Amnistía Internacional, reclamando la libertad inmediata de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, nuestros líderes sociales, injustamente sentenciados y en prisión; etc.

En definitiva, como vemos, seguimos en un estado en el cuál los gobiernos no son más que la pata visible y subordinada del estado profundo, ya que siguen anclados en una mentalidad pretérita, que hacen válidas las frases de Les Luthiers: “todo tiempo pasado fue anterior”, “el que nace pobre y feo tiene grandes posibilidades de que al crecer, se le desarrollen ambas condiciones”, “lo importante es el dinero, la salud va y viene”, “tener la conciencia limpia es síntoma de mala memoria”, etc.

Pues bien, a nosotros sólo nos queda seguir esas otras frases, de los mismos autores: “evite accidentes, hágalo a propósito”, es decir, que no debemos esperar tsunamis ni cambios ajenos, debemos tener un plan y ejecutarlo, al menos así no caeremos en la inoperancia del “no soy un completo inútil, por lo menos sirvo de mal ejemplo”, ya que, pensando en nuestros nietos, el ejemplo es importante.

Amadeo Palliser Cifuentes