
amadeopalliser@gmail.com
Ayer (05/04) el expresident de la Generalitat, Artur Mas, compareció en la comisión del congreso de los diputados que investiga la ‘operación Catalunya’, como victima, al ser el primer afectado del espionaje del estado, y los representantes de los Comunes (Gerardo Pisarello), Vox (Ignacio Gil) y ERC, se dedicaron a atacarle, destacando, vergonzosamente, Gabriel Rufián (ERC), como explico en este escrito, siguiendo con el estilo de Charlie Hebdo, como hice anteayer.
En esa comisión, teóricamente, se investigan las actuaciones de las cloacas del estado durante el llamado ‘procés, y entre esas actuaciones: el espionaje mediante el sistema Pegasus y la policía patriótica; y, como expliqué en mi escrito de ayer, la comparecencia de la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría siguió el patrón de todos los ‘responsables’ precedentes, mintiendo como lo hicieron todos los miembros del PP: Mariano Rajoy, Mª Dolores de Cospedal, Jorge Fernández Díaz, etc. Y todos ellos siguen mintiendo, como hicieron en el famoso juicio del procés de independencia (causa especial 20907/2017), pues saben que son impunes, ya que el estado nunca perseguirá a los que ‘lo hicieron todo por la unidad de su patria’.
Gabriel Rufián (ERC) no es el titular de su partido en esa comisión, lo es la diputada Pilar Valluguera, que, como señala el periodista Quico Sallés, es la que viene realizando ese trabajo; y Rufián sólo aparece en ocasiones mediáticas (hasta ahora, en la comparecencia de Mariano Rajoy y con el consejero delegado de la BPA, Joan Pau Miquel)
Ahora bien, ayer, Rufián se centró en relacionar a Artur Mas con la familia de Jordi Pujol, su relación con Junts, las cuentas de su padre en el extranjero, los acuerdos con el PP (¿qué diría a la actual formación política de la cual usted forma parte (…) cuando colabora con el PP?), etc.; aspectos que ya habían sido tratados y clarificados en diferentes ocasiones años atrás, y que, de todas, todas, estaba fuera de lugar en la comparecencia de ayer, en la que, Artur Mas comparecía como víctima del espionaje, que ese sí que era el tema a tratar.
Que los Comunes y Vox intentaran desviar el tema atacando a Mas, no sorprendió a nadie, al fin y al cabo, son partidos unionistas, sistémicos; pero ERC, traicionando la poca inteligencia política que todavía les puede quedar, hizo como ellos (supongo que así, pretendía ‘proteger’ a Pedro Sánchez, responsable, también del espionaje mencionado y, claro, hacer méritos ante él)
Por eso, y siguiendo la línea de Charlie Hebdo, como hice en mi escrito de anteayer, ahora voy a cometer un ‘sacrilegio’, es decir, una irreverencia, ‘jugando’ con el nombre y apellido del mencionado Gabriel Rufián.
El nombre de Gabriel (en hebreo Gavri’el, Dios es mi fuerza), según la doctrina abrahámica, correspondía al arcángel que era ‘el mensajero de Dios’, uno de los principales ángeles. Pues bien, en este caso, Gabriel Rufián hizo de mensajero de su dios Oriol Junqueras, el presidente de ERC, que, ‘formalmente’ guarda las maneras, ya que su trabajo sucio se lo hacen otros, en este caso, Rufián.
Y un rufián, según el diccionario de la RAE, ‘es una persona sin honor, perversa, despreciable’. Hay diferentes teorías, unas señalan que ‘el nombre hace la cosa’, mientras que otras justifican lo contrario, que ‘el nombre no hace la cosa’. Y yo, en este caso concreto, me inclino por la primera opción, que es la más general. Ya lo vimos hace unas semanas con la evitación, por parte del represor Salvador Illa, de la denominación de Catalunya Nord. Al fin y al cabo, ‘el hábito hace al monje’, pese a que también haya sus detractores. Pero a los mencionados, su hábito es su camisa de fuerza.
En definitiva, en este caso concreto, tenemos: un rufián mensajero del dios Junqueras.
Así, ERC intenta proteger lo que considera más valorable (el PSOE), como en la siguiente fábula china:
‘El cuero y el pelo:
Un día, Wen, marqués del reino chino de Wei, decidió viajar por el país para fijarse en su gente. Le llamó la atención un hombre que llevaba una piel al revés, con el pelo hacia dentro y el cuero hacia afuera. Sobre el cuero, cargaba un montón de leña.
Se acercó a él, y le preguntó: Dime, buen hombre ¿por qué llevas la piel del revés, con el cuero hacia afuera?
Y la respuesta fue: señor, para que no se gaste el pelo, con el roce de la leña.
Pero ¿no se da cuenta de que, si se gasta el cuero, también perderá el pelo?, le dijo entonces el marqués.
El hombre asintió, y le dio la vuelta a la piel.
Moraleja: intentamos proteger lo que más valoramos sin darnos cuenta de que lo perderemos igualmente, con el paso del tiempo.
(https://search.app/q8613NTrvQYJmp3e7)
Visto este panorama, los independentistas (excluyendo a los impostados de ERC) deberíamos dedicarnos a nuestra tarea, sin más demoras, y aplicando el lema de Quintus Horatius Flaccus (Horacio, 65 a. C. – 8 a. C.) ‘carpe diem quam mínimum crédula postero’ (aprovecha el día, no confíes en el mañana); otros autores a ese lema añadieron la coletilla ‘memento mori’ (recuerda que eres mortal). Y es cierto, dada ‘de brevitate vitae’ (la brevedad de la vida)
En esa línea, debemos aprovechar el presente, no podemos ni debemos dejar el trabajo (nuestras manifestaciones y quejas) para más adelante, como dijo el poeta Antonio Machado Ruiz (1875 – 1939) cuando escribió el poema:
Caminante no hay camino
(Obra: Proverbios y cantares XXIX, de 1912)
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Es decir, debemos seguir haciendo camino al andar (nuestras manifestaciones, etc.), ese es nuestro camino.
La canción ‘Talismà’, del grupo musical catalán Oques Grasses, entre otras cosas, dice: ‘mirando atrás se entienden las cosas, pero se viven mirando adelante’; y eso es lo que tenemos que hacer los que seguimos deseando la República Catalana: mirar atrás para no dejarnos engañar de nuevo por ERC, y vivir la persistencia y la lucha, no hay otra.