- Debe incluir todos los grupos de alimentos que contribuyen al desarrollo mental y físico; se busca prevenir sobrepeso y obesidad.
- Evitar incluir refrescos, jugos industrializados o comida chatarra.
La coordinadora de Nutrición del Instituto Mexciano del Seguro Social (IMS) Estado de México Oriente, Lourdes Edith Medina Arévalo, pidió preparar refrigerios escolares saludables a las y los menores, que incluya todos los grupos de alimentos que contribuyen a su desarrollo mental y físico. El lunch saludable debe contener proteínas, grasas, carbohidratos, fibra, calcio, vitaminas, minerales y agua natural.
La especialista explicó los beneficios de adquirir el hábito de una buena alimentación y para ello ejemplificó que un lunch escolar saludable puede incluir un sandwich de queso blanco, pollo, huevo o atún, además de ensalada de verduras, galletas integrales, agua y todas las frutas.
Comentó que otros alimentos saludables que se pueden incorporar al refrigerio son: cacahuates, almendras, nueces, amaranto, habas o garbanzos tostados, palomitas de maíz naturales y cuadritos de queso panela.
Aclaró que el refrigerio es una pequeña comida que se debe realizar a media mañana y por la tarde para tener suficiente energía durante el día, además de las tres comidas completas, ya que la infancia es una etapa básica para el crecimiento y desarrollo.
Asimismo, la coordinadora recomendó llevar a los menores a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que les corresponda, con el médico familiar y el nutriólogo, para establecer los requerimientos calóricos, nutrimentos y agua que necesita de manera personalizada, de acuerdo con peso, edad, estatura, complexión y actividades que realiza la niña y el niño.
Expresó que una alimentación correcta, además de tomar agua simple potable, debe complementarse con actividad física, aspectos importantes para prevenir y controlar sobrepeso, obesidad y sus complicaciones.
El refrigerio, aclaró, no es un remplazo del desayuno o de la comida, “los niños que comen antes de ir a la escuela prestan más atención a sus lecciones y se desempeñan mejor en sus tareas escolares”.
La especialista pidió evitar refrescos, jugos industrializados o comida chatarra, ya que un refrigerio inadecuado puede generar malestar en niñas y niños, somnolencia, malos hábitos alimenticios y contribuir al sobrepeso y la obesidad. Además, sugirió dar alimentos preparados en casa, en lugar de darles dinero, para que ellos adquieran sus alimentos.
Algunos ejemplos de refrigerios saludables son:
- Ensalada de verduras con queso panela y fruta fresca de temporada.
- Ensalada de atún en agua con verduras (sin mayonesa), galletas integrales y fruta fresca de temporada.
- Rollitos de jamón de pechuga de pavo, rellenos de verdura cocida, galletas integrales y fruta fresca de temporada.
- Salpicón de pollo y fruta fresca de temporada.