BERLÍN, 31 dic (Reuters) – Angela Merkel declaró en su último discurso de Año Nuevo a la nación como canciller alemana que 2020 fue, con mucho, el más difícil de sus 15 años de liderazgo, pero que el comienzo de la vacunación contra el COVID-19 ha convertido 2021 en un año de esperanza.
En una inusual muestra de emoción, Merkel, quien dirigió a Alemania y la Unión Europea a través de la crisis financiera de 2008, la de la deuda griega un año después y la migratoria hace cinco años, condenó un movimiento de protesta opuesto a los confinamientos y dijo que se vacunará cuando las dosis estén ampliamente disponibles.
“Permítanme decirles algo personal para concluir: en nueve meses se celebrarán elecciones parlamentarias y no volveré a postularme”, afirmó Merkel, de 66 años. “Por lo tanto, hoy es con toda probabilidad la última vez que puedo dar un discurso de Año Nuevo para ustedes”.
“Creo que no exagero cuando digo: nunca en los últimos 15 años habíamos encontrado el año viejo tan pesado y nunca, a pesar de todas las preocupaciones y cierto escepticismo, esperábamos el nuevo año con tanta esperanza”, agregó.
Su mensaje resonará en la mayoría de las personas en un país que lucha con un aumento en las infecciones y muertes por coronavirus y donde la mayoría apoya las medidas de confinamiento y la vacunación como las mejores armas contra el virus.
Los elogios a Merkel -una física cuya gestión de la pandemia ha estado guiada por el asesoramiento científico- por haber domesticado la primera ola, se han convertido sin embargo en críticas por su aparente fracaso al abordar la segunda.
“Sólo puedo imaginar lo amargo que se debe sentir por aquellos seres amados perdidos por el corona o que tienen que luchar contra las repercusiones de una enfermedad cuando el virus es disputado y negado por algunas personas desesperadas”, dijo Merkel.
“Las teorías de la conspiración no solo son falsas y peligrosas, también son cínicas y crueles”, agregó. “También me vacunaré cuando llegue mi turno”.
Editado en español por Carlos Serrano