- Estas bebidas generan taquicardias, aumento de la tensión arterial e incluso infartos; son adictivas, provocan ansiedad, insomnio, deshidratan y ocasionan síntomas gastrointestinales negativos.
Las bebidas energéticas se caracterizan por generar una hiperestimulación en el sistema nervioso, el cual provoca en las personas signos de alerta, excitación, insomnio y ansiedad, reacciones que con el paso del tiempo generan alteraciones cardiacas y pueden resultar dañinas para el organismo, sobre todo si el cuerpo registra una sobredosis.
Así lo advirtió Fabiola Rosas Viveros, dietista y nutricionista adscrita al Hospital General Regional (HGR) No. 72, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente, quien pidió no combinar estas bebidas con alcohol, ya que además abona al sobrepeso.
“Este tipo de bebidas contienen altas cantidades de azúcar y calorías, lo que empeora la situación de personas con sobrepeso, obesidad y diabetes; si las mezclamos con bebidas alcohólicas, la cantidad de calorías es mayor, además de que no proveen ningún nutriente”, detalló.
Afirmó que no deben ser utilizadas por personas con enfermedades cardiacas o crónico degenerativas y no deben consumirse al mismo tiempo con algún medicamento y mucho menos mezclarse con alcohol; “afectan gravemente a personas que padecen hipertensión, problemas cardiacos y ansiedad, y en los menores genera problemas para su desarrollo”.
La especialista detalló que es preocupante el uso excesivo de estos líquidos sin medir consecuencias, a tal grado de que se puede ver de manera común a niños, jóvenes y adultos consumiendo estos productos como si tomaran agua potable ya que, por ejemplo, a mediano y largo plazo se puede causar perdida de densidad de mineral óseo al interferir con absorción de calcio en el cuerpo (huesos débiles).
Otros efectos adversos, añadió, son taquicardias, aumento de la tensión arterial e infartos, son adictivas; provocando ansiedad; insomnio, deshidratan y ocasiona síntomas gastrointestinales negativos.