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En la Biblioteca General del Congreso de la Unión se llevó a cabo el Ciclo de Poesía en Memoria de Julio Trujillo

El Espacio Cultural San Lázaro, bajo la dirección de Elías Robles Andrade, y en el marco del Día Internacional de la Poesía, realizó en el recinto de la Biblioteca General del H. Congreso de la Unión, un Ciclo de Poesía en Memoria de Julio Trujillo, en el que participaron escritores, ensayistas y poetas.

         En vida, Trujillo fue galardonado con el Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro como reconocimiento a su vasta contribución a este tipo de lectura en español, debido a que su obra exploró la esencia humana a través de un estilo íntimo y minucioso dejando una huella perdurable en la literatura contemporánea.

Robles Andrade comentó que el Día Internacional de la Poesía se conmemora el 21 de marzo de cada año, por lo que se congratuló de un evento de esta estirpe pues asisten grandes poetas quienes rinden honor a Julio Trujillo, que a principios de este año partió a otro plano.

Destacó que el encuentro se realice en “esta maravillosa Biblioteca General, que está en buena sintonía”, ya que es un marco espectacular porque estamos entre libros.

Subrayó que, según el Módulo sobre Lectura del INEGI, de 2015 para acá se observa una tendencia muy marcada a la baja del número de lectores, por lo que es necesario convertirnos en promotores y gestores de la lectura, razón por la cual pidió apoyar este tipo de iniciativas.

Participación de invitados

En su turno, la poeta Claudia Posadas, responsable de múltiples publicaciones y miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, admiró la historia de hospitalidad de la Biblioteca General del H. Congreso que se ha consolidado como un espacio abierto.

Señaló que Trujillo fue una voz tanto física como épica muy singular, de muchísima cultura y cercano a diversos círculos, además de que también influyó en gran parte en la cultura mexicana, para posteriormente leer un poema en memoria del maestro Trujillo, quien tuvo un deceso poético, mirando el mar.

Eurídice Román de Dios, ensayista que ha publicado ocho poemarios y con reconocimientos literarios en diversos países, hizo un homenaje a través de la lectura de diversos poemas de su libro “Territorios del agua”:

“Permíteme tocar el entramado de los ríos, el agua nítida que aún queda, fúndeme en la ceniza del cuerpo, déjame con mi fragilidad, volvamos a empezar, regrésame mí tiempo. ¿Dónde están las raíces, la semilla de colores, el fruto tierno que nos hablan de la mirada? La infancia abandonada, no hay techo ni hoguera que nos abrigue, se nos pierde el gusto, la viste sierpe, ciega, árbol regrésame las hojas, la tinta, el papel, deslumbrarme con tu blancura, reintegrarme en tus ramas”, recitó.

Jorge Fernández Granados, poeta y ensayista, además de Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines, agradeció el hermoso y agradable, así como la hospitalidad de este recinto. Calificó a Julio Trujillo como un gran poeta y editor, un hombre general en la cultura, sobre todo la persona entrañablemente y generosa, con una muerte relativamente reciente.

“Como todos los buenos escritores siempre hay una hondura, una dimensión, precisamente por la cual es posible que exista una obra literaria. Creo que no hay obra sin la herida, creo que no hay poesía sin alguna especie de misterio. Él de alguna manera si lo tuvo nos lo dejó en sus libros”, añadió.

La poeta y licenciada en ciencias de la comunicación, Lucía Rivadeneyra, comentó que “en este espacio uno se siente como en casa”. Indicó que Trujillo dejó una huella fundamental; pudo haber dado más, por lo que procedió a leer un poema de él que lleva por nombre “Eso”.

 “En ocasiones he visto la cifra, no solo en la retícula de hojas que gustan de exhibirse para mí, no son lo fatal de la belleza, la he visto recortada por las cosas, espacio entre dos árboles, navaja de los párpados, blanquísima elocuencia en el acceso…”, leyó a los presentes.