Casualmente, hoy se han ‘unido’ dos grandes pensadores catalanistas y antifranquistas, pues:
Ha fallecido el filósofo, político y escritor Xavier Rubert de Ventós (Barcelona, 1 de setiembre de 1939 – Barcelona, 28 de enero de 2023). Pertenecía a una familia de ‘indianos’, ya que su familia, durante el siglo XIX, hizo fortuna en Puerto Rico, y su abuelo paterno regresó a Barcelona.
Fue miembro del Front Obrer Català (FOC), fue expulsado de su cátedra de la Universidad de Barcelona en 1975, y debió exiliarse a París, por amenazas de los falangistas. Comprometido socialmente con la lucha antifranquista, fue detenido tres veces.
Defendió, desde el socialismo, un independentismo no nacionalista para resolver la relación España – Catalunya, siendo partidario de la soberanía catalana, mediante la consecución de un estado propio.
Estudió la disonancia existente entre la abstracción del pensamiento y la realidad de las experiencias, una realidad única, estética y original. Y esa experiencia, según él, siempre aparece dispuesta a refutar las hipótesis preconcebidas, pues, mantener los principios acríticamente, no es más que una hipocresía.
Y hoy, casualmente, el ayuntamiento de Barcelona ha inaugurado una placa, dando nombre a una plaza, en memoria de Josep Benet i Morell (Cervera, 14 de abril de 1920 – Sant Cugat del Vallès, 24 de marzo de 2008); de joven vivió en el barrio de Barcelona de Sant Andreu del Palomar, y está enterrado en el cementerio de este barrio (sepultura núm. 13, departamento 1, grupo lateral derecho). Por eso, la placa, en un pequeño monolito, ha sido colocada en ese barrio barcelonés.
Hijo de Pau Benet i Camps, muerto trágicamente el año 1935, natural de Puigverd d’Agramunt y de Cecília Morell i Segura. De pequeño se trasladó a Barcelona, donde vivió gran parte de su vida.
Ante esa noticia de su padre, y documentándome para este escrito, he encontrado una referencia publicada en La Vanguardia el miércoles 20 de noviembre de 1935 (pág. 8), y que reproduzco seguidamente:
‘Sangriento suceso en Cervera – niño atropellado
Lérida, 19
Comunican de Cervera, que se ha desarrollado un sangriento suceso que ha causado mucha impresión en el vecindario.
Al practicarse la diligencia de desahucio en los bajos de la casa número 31, de la calle de Burgos, habitada por Pablo Benet Camps, el secretario del Juzgado municipal, acompañado del alguacil y asistiendo la propietaria de la finca, Carmen Vila y su esposo, José Piquet, éste fue amenazado por Pablo Benet, el cual, durante el curso de la diligencia disparó una escopeta cargada con perdigones hiriéndole levemente en una pierna. Ante la actitud adoptada por Pablo Benet, el alguacil disparó contra él su pistola, causándoles una herida grave.
José Piquet fue asistido en una farmacia y Pablo Benet fue conducido a la Cárcel, y más tarde, en virtud del diagnóstico del médico forense, fue trasladado al Hospital Clínico de Barcelona.
En el suceso, entiende el Juzgado.
En la plaza de Mossén Cinto, el camión número 3618 de esta matrícula, conducido por Juan Fenós, arrolló al niño de 13 años. Ramiro Ortells, avecindado en Roselló, causándole una herida cortante en la frente, fractura de la rótula izquierda y erosiones y contusiones en diferentes partes del cuerpo. Fue trasladado al Hospital.
Se están haciendo gestiones para la organización en esta ciudad de una agrupación de artistas independientes para la adquisición de obras de artistas leridanos mediante cuotas mensuales – Agustí’.
La madre de Josep, falleció el 10 de octubre de 1978.
Benet, fue un político, historiador y editor que desde muy joven participó en el movimiento nacionalista catalán y perteneció a la Federació de Joves Cristians de Catalunya.
Participó activamente en diversos actos de resistencia antifranquista: la huelga de tranvías (1951), el asunto Galinsoga (*) (1960) y la campaña de Volem bisbes catalans (1967) (queremos obispos catalanes).
(*) ‘Fueron una serie de sucesos que se produjeron en Barcelona entre junio de 1959 y febrero de 1960, provocados por el director del diario de La Vanguardia, Luís Martínez de Galinsoga, por el hecho de proclamar en público la frase ‘todos los catalanes son una mierda’ ya que el mosén Josep María Aragonès i Rebollar había celebrado misa en catalán (la misa era en latín, el sermón fue en catalán), el 21 de junio de 1939, en la iglesia de Sant Ildefons de Barcelona. Ante ese hecho, Galinsoga se levantó ostensiblemente y se dirigió a la sacristía, donde fue informado por el sacerdote Luis Gómez, que durante el domingo se hacían seis misas en castellano y dos en catalán, a pesar de que la mayoría de los feligreses eran de habla catalana. Galinsoga respondió: ‘pues diga al señor cura que él y todos sus feligreses son una mierda, y le entregó su tarjeta de visita. Al salir de la iglesia, dijo: ‘todos los catalanes son una mierda’.
Al día siguiente del incidente, el rector de Sant Ildefons, Narcís Saguer, escribió a Galinsoga devolviéndole la tarjeta y advirtiéndole que probablemente alguien le había suplantado atacando su honorabilidad con unas formas incorrectas y frases groseras. Galinsoga respondió confirmando que había sido él mismo y que encontraba indignante y burlesco que se predicara en catalán.
Galinsoga ya había escrito durante la guerra un ‘Delenda est Cataluña’ (Catalunya ha d’ésser destruïda, delida’), (Catalunya ha de ser destruida) y había publicado en el Heraldo de Aragón un alegato contra el separatismo por falsear el hecho diferencial construyendo una cultura, tradición y lengua según el patrón fanfarrón francés separado de la tradición hispánica. El 1939 fue nombrado director de La Vanguardia por el Consejo de Ministros.
Un grupo de jóvenes católicos, entre ellos Josep Benet, Jordi Pujol, etc., efectuaron una campaña contra La Vanguardia. (…) pasados unos meses, Galinsoga escribió una editorial negando los hechos y definiéndose como ‘amigo de Cambó’ (…) La vanguardia perdió cerca de 20.000 subscriptores y redujo su tirada en 30.000 ejemplares.
El 5 de febrero del año siguiente, Galinsoga fue sustituido por Manuel Aznar Zubigaray (abuelo de José María Aznar). Los manifestantes hicieron correr una octavilla en la que se decía: ‘La expulsión de Galinsoga constituye una gran victoria para Catalunya. Es una victoria porque no nos ha sido regalada’
Benet contribuyó a fundar la Assemblea de Catalunya y formó parte como miembro independiente.
En las elecciones generales del año 1977 fue elegido senador por l’Entesa dels Catalans, revalidando dicho puesto en las elecciones de 1979, con el soporte del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC).
Como parlamentario fue miembro de la Comissió dels Vint, que redactó el anteproyecto del Estatut de Autonomía de Catalunya de 1979.
Durante años mantuvo una posición crítica respecto a la actuación política del president Tarradellas, por considerar que tenía un posicionamiento subordinado e interesado respecto al gobierno del estado, durante el restablecimiento de la Generalitat.
Durante toda su trayectoria política e intelectual, Benet se distinguió por la defensa del catalanismo y del republicanismo. Centró buena parte de su trabajo en la documentación acreditativa de la persecución política histórica de la lengua catalana.
El año 2000 Josep Benet y su esposa, Florència Ventura i Monteys, cedieron a la Generalitat de Catalunya su fondo bibliográfico y documental, con cerca de 8000 volúmenes y toda la obra intelectual de Benet.
Todos sabemos, figuras como éstas dos han sido gigantes, si las comparamos con los políticos actuales.
Como apunte final del presente escrito, cabe señalar que brevemente tuve fugaces encuentros con Benet, en algún acto público en Barcelona, y con Rubert, al coincidir puntualmente en Sant Martí d’Empúries, en vacaciones. (Y Rubert es descendiente de ‘indianos’, y yo vivo en el barri dels Indians, en el distrito de Sant Andreu)
Respecto a la placa inaugurada hoy, en memoria de Benet, me parece de interés resaltar:
- Que me parece fuera de lugar que la alcaldesa Ada Colau haga precampaña electoral utilizando actos como el de hoy.
- Obviamente, me parece muy afortunada la memoria de Benet, en nuestro barrio. Yo me enteré hace años que estaba enterrado aquí, y fui a visitar su sepultura, pues es todo un honor.
- Que el lugar donde han puesto el monolito con la placa es, justamente, el espacio donde nos manifestamos desde hace casi mil días, en la venida de la Meridiana; así que, a partir de ahora, la plaza ya tiene nombre. Durante gran parte de esos días cortábamos la avenida, luego, con el gobierno de Aragonès (ERC) nos confinaron a ese espacio, ahora plaza Benet.
- Que, para poner el monolito, estos días han adecentado la plaza en cuestión, quitando una vieja cabina telefónica pública, que era más bien una pieza de museo, una andrómina inservible; pero, a la vez, han quitado varios bancos, que no molestaban en absoluto, pero sí, claro, utilizaban muchos de los compañeros manifestantes, para descansar un poco. Pero todo sea para dificultar nuestra manifestación, contra nosotros todo vale.
- Ayer noche, al ver el monolito, tapado por plásticos, en espera de la inauguración de hoy, me acordé de la película ‘2001: Una odisea del espacio’, dirigida por Stanley Kubrick en 1968, escrita por el propio Kubrick y Arthur C. Clarke.
Para concluir este escrito, me parece que deberíamos seguir el pensamiento de estos gigantes unidos casualmente hoy, y despertar del pensamiento simplón como el de los homínidos de la citada película, que descubren un monolito producido por vida extraterrestre, y tras superar el pánico inicial, lo tocan y se producen ‘progresos’, como utilizar los huesos como arma de defensa y de caza. Y, tras varios actos de violencia (pasando de herbívoros a carnívoros) y de venganzas, uno de ellos lanza un hueso al aire y, saltando cuatro millones de años, la imagen lo sustituye por un satélite orbitando por el espacio.
Pues bien, como he dicho, deberíamos superar la burda utilización, especialmente de personajes como Ada Colau, así como las disputas cainitas entre los independentistas, alimentadas por el acercamiento entre ERC y el estado español.
Si no lo conseguimos, seguiremos como los homínidos, soportando a tipos de la mentalidad del mencionado Galinsoga.