* Natalie Rosales Pérez, profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense, previene que las zonas metropolitanas están lejos de alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible 11 de la Agenda 2030
México está lejos del cumplir su compromiso de tener ciudades y comunidades sostenibles en 2030, pues más de la mitad de las 92 zonas metropolitanas ninguna ha cumplido el objetivo de desarrollo sostenible (ODS) 11 de la Agenda 2030 ni está en camino de hacerlo, dijo Natalie Rosales Pérez, profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense.
Explicó que las metas de ese objetivo buscan atender problemas tan agudos como la contaminación del aire y el agua, el crecimiento urbano incontrolado, la pobreza e incluso el hambre.
La investigadora detalló que el seminario que organizó en días recientes, dedicado a la planeación y la gestión participativas, integradas y sostenibles de los asentamientos urbano permitió confirmar que las políticas sectoriales se contradicen y, en el mejor de los casos, no están relacionadas.
El seminario permitió un debate sobre el libro colectivo que Natalie Rosales coordinó y está editado por El Colegio Mexiquense, Barreras y puentes. El camino hacia la construcción de una planeación urbana integrada para la sostenibilidad ambiental en México, cuyos participantes hicieron propuestas concretas.
La urbanización es un fenómeno complejo, que avanza rápidamente y en el que todo está entrelazado, pero atenderlo desde una perspectiva integrada, coordinar actores institucionales y no institucionales, y lograr una planeación operativa cuando quedan solo seis años para el cumplimiento del objetivo, añadió.
Natalie Rosales recordó los datos que dio la ONU relativos a que las ciudades agrupan a más de la mitad de la población, ocupan solamente 3 % de la superficie el planeta, pero consumen entre 60 y 80 % de energía y producen 70 % de las emisiones de carbono.
No es en balde que uno de los 17 objetivos establecidos por la ONU en 2105 sea el relativo en lograr que las ciudades y los asentamientos sean sostenibles, seguros y resilientes.
El encuentro académico permitió contextualizar aspectos como la calidad y la accesibilidad a la vivienda y a los servicios básicos, el acceso a los espacios públicos, en especial a las áreas verdes, pero también revisar los avances en planificación urbana con una perspectiva climática, el uso eficiente del suelo, contener la expansión urbana y el impacto ambiental de las ciudades, en especial en la calidad del aire, la disposición de residuos sólidos así como la movilidad y la cercanía de espacios de trabajo y escuelas.
En México, las zonas metropolitanas han avanzado 56 % del camino, lo cual señala que tiene que redoblar esfuerzos, pues de las 53 reconocidas en 2020, 45 están en el color naranja del semáforo, por lo cual el ODS 11 y en especial la meta 11.3 están lejanos, de lo que es ejemplo el acceso a las áreas verdes, pues la densidad es muy baja, aunque se han logrado avances en cuanto a la calidad y los espacios de vivienda y el acceso a los servicios básicos.
Rosales Pérez recomendó la lectura del libro, que contiene 12 artículos de 24 autores, lo mismo del mundo académico, que de la sociedad civil y los gobiernos, que atienden en las tres secciones la participación, la coordinación y la arquitectura institucional.
La obra tiene casos de estudio y busca las causas de que las políticas sectoriales no permitan crear sinergias, por las sobreposiciones y los vacíos, con una riqueza de perspectivas, pues se incluyen las ciencias del paisaje, el urbanismo y el cambio climático.
La investigadora que en 2024 continuará trabajando en la línea de investigación de construcción de futuros, organizará talleres con la ciudadanía y presentará los resultados de las visiones de futuros a funcionarios públicos, para revisar las opciones disponibles, sobre la base de una planeación menos reactiva y más propositiva y el propósito de construir las ciudades que queremos y con las que soñamos.