Esta frase que he tomado como título de este escrito, corresponde a Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.), a una paradoja del capítulo XXIV de su obra ‘Poética’.
Esta compleja frase me sirve para reflejar mi dificultad para comprender en toda su amplitud, ciertos pensamientos complejos, como: ‘La verosimilitud es un criterio de inteligibilidad’; o ‘lo real puede a veces no ser verosímil’ (Nicolás Boileau Despréaux, 1636-1711); o ‘es verosímil todo lo que es creíble, siendo creíble todo lo que es conforme a nuestras opiniones’ (Ignacio de Luzán Claramunt de Suelves y Gurrea, 1702-1754).
Está claro que hay temas complejos, filosóficos, matemáticos, etc., que requieren una notable especialización; pero, por desgracia, predomina la praxis: ‘¿Por qué hacer las cosas fáciles si pueden hacerse difíciles?, como se puede observar en los siguientes ejemplos:
‘Cuando la NASA empezó con el lanzamiento de naves con astronautas, descubrieron que los bolígrafos no funcionarían sin gravedad (o con gravedad cero), pues la tinta no bajaría hasta la superficie en que se deseara escribir.
Resolver este problema, les llevó 6 años y 12 millones de dólares. Desarrollaron un bolígrafo que funcionaba bajo gravedad cero, al revés, debajo del agua, prácticamente en cualquier superficie, incluyendo cristal y en un rango de temperaturas que iban desde por debajo del punto de congelación hasta más de los 300 grados centígrados.
¿Y qué hicieron los rusos?: ¡los rusos utilizaron el lápiz!’
Otro ejemplo:
‘Uno de los más memorables casos de estudio de la gestión japonesa fue el de la caja de jabón vacía, que ocurrió en una de las más grandes empresas de cosmética de Japón.
La compañía recibió la queja de un consumidor que compró una caja de jabón, … y estaba vacía.
Inmediatamente, las autoridades aislaron el problema a la cadena de montaje, que transportaba todas las cajas empaquetadas de jabón al departamento de reparto. Por alguna razón, una caja de jabón pasó vacía por esa cadena. Los altos cargos pidieron a sus ingenieros que encontraran una buena y rápida solución del problema.
De inmediato, los ingenieros se lanzaron a su labor para idear una máquina de rayos X con monitores de alta resolución manejada por dos personas, y así escanear todas las cajas de jabón que pasaran por la línea para asegurarse de que no estuvieran vacías. Sin duda, trabajaron duro y rápido, como buenos japoneses.
Ahora bien, cuando a un empleado común en una empresa pequeña se le planteó el mismo problema, no entró en complicaciones de rayos X, robots, equipos informáticos o métodos sofisticados. En lugar de eso planteó otra solución: compró un potente ventilador industrial y lo apuntó hacia la cadena de montaje. Encendió el ventilador, y cuando las cajas pasaban frente a él, las que estaban vacías simplemente salían volando’
(https://arbo.com.ve)
La dificultad mencionada también se me presenta para intentar entender la posición actual de los políticos independentistas, pues, si bien hablan de forma más popular que la reflejada en los mencionados pensamientos filosóficos, ya que, desgraciadamente, la mayoría no pasan de decir: ‘subir para arriba’, ‘bajar para abajo’, ‘entrar dentro’, ‘salir fuera’, etc., que son verbalizaciones que reflejan un cierto déficit de atención.
Es decir, nuestros políticos independentistas, nos están demostrando que siguen la mencionada pauta de ‘¿Por qué hacer las cosas fáciles si pueden hacerse difíciles?
Ahora, los medios y las tertulias debaten sobre la conveniencia o inconveniencia de Junts si decide quedarse fuera del gobierno de la Generalitat; militantes de ERC se preguntan por qué los de Junts tienen la posibilidad de elegir, y ellos no pueden hacer lo mismo, para echarlos o no del gobierno; ¿en qué situación de debilidad se encontrarán los ‘consellers’ en el gobierno, si los militantes deciden seguir formando parte del mismo?; ¿qué actitud tendrá Pere Aragonès, y todo ERC, con ellos (la real, no la que ha anunciado de cara a la galería, de que los recibiría con la mano abierta?; ¿cómo afectará eso en las próximas elecciones municipales?; ¿qué decisión es la que ‘celebrará’ más el unionismo?; etc.
Realmente, a nadie se le escapa que todo este embrollo no deja de ser más que una nueva expresión de la lucha por el poder, en todos los niveles; máxime teniendo en cuenta la complejidad, como señaló Joseph Roth (1894-1939), que estudió la ambivalencia de la idea de orden político, que debemos sumar a la noción de razón insuficiente de Robert Musil (1880-1942), que planteó el marco para proceder a una experiencia de la crisis que no desemboque en el nihilismo.
Nuestros políticos independentistas deberían valorar las ambivalencias en cuestión, las razones insuficientes, para que la actual crisis no acabe con el independentismo en la nada más negra y triste.
Por su parte, sabemos que el estado central está fuertemente cohesionado, no deja el menor flanco al descubierto, así los unionistas se sienten más seguros.
Un ejemplo en ese sentido lo tuvimos ayer, que nos enteramos de que Felipe VI, en el momento de efectuar su ilegal, alegal, amoral, inconstitucional y abusivo discurso del día 3 de octubre del 2017, abriendo las puertas al ‘a por ellos’ en todos los campos (judicial, policial, económico, mediático, etc.), quiso que su hija mayor, la princesa Eleonor, de 11 años de edad, estuviera presente; igual que hizo su padre Juan Carlos I con él, en el discurso tras el golpe de estado del 23 de febrero de 1981 (por entonces, Felipe tenía 13 años)
(Es preciso señalar una notable diferencia, el discurso del Juan Carlos, vestido de militar, iba dirigido a los militares sublevados (*); y eso está contemplado en la constitución, pues era el jefe supremo del ejército. Pero el discurso de Felipe, vestido de civil y dirigido a los civiles, claramente era inconstitucional, sus funciones no contemplan ese tipo de discurso, aunque estuviera avalado por el infame e inepto gobierno de Rajoy)
(*) Todos sabemos, ahora, que Juan Carlos I conocía y había consentido el golpe en cuestión, y que, al fracasar, se puso del lado de los ‘vencedores’; esa es la moralidad borbónica)
Esa es su concepción de la educación, no privar ejemplos, por duros que sean e independientemente de la edad de los críos. Siglos atrás les harían presentar las ejecuciones ‘ejemplarizantes’, está claro. ‘La letra con sangre entra’, éste es su lema. Y no se modernizan.
Volviendo a la situación catalana, me parece ilustrativa la siguiente fábula de Félix María Samaniego (1745-1801):
‘Los dos amigos y el oso:
Dos hombres que se consideraban buenos amigos paseaban un día por la montaña.
Iban charlando tan animadamente que no se dieron cuenta de que un gran oso se les acercaba. Antes de que pudieran reaccionar, se plantó frente a ellos, a menos de tres metros.
Horrorizado, uno de los dos hombres corrió al árbol más cercano y, de un brinco, alcanzó una rama bastante resistente por la que trepó a toda velocidad hasta ponerse a salvo. Al otro no le dio tiempo a escapar y se tumbó en el suelo haciéndose el muerto. Era su única opción y, si salía mal, estaba acabado.
El hombre subido al árbol observaba a su amigo quieto como una estatua y no se atrevía a bajar a ayudarles. Confiaba en que tuviera buena suerte y el plan le saliera bien.
El eso se acercó al pobre infeliz que estaba tirado en la hierba y comenzó a olfatearle. Le dio con la pata en un costado y vio que no se movía. Tampoco abría los ojos y su respiración era muy débil. El animal le escudriñó minuciosamente durante un buen rato y al final, desilusionado, pensó que estaba más muerto que vivo y se alejó de allí con aire indiferente.
Cuando el amigo cobarde comprobó que ya no había peligro alguno, bajó del árbol y corrió a abrazar a su amigo, preguntó sofocado: ¡amigo, qué susto he pasado! ¿estás bien? ¿Te ha hecho algún daño?
El hombre sudoroso y aún temblando por el miedo que había pasado, le respondió con claridad: Por suerte estoy bien. Y digo por suerte porque he estado a punto de morir a causa de ese oso. Pensé que eras mi amigo, pero en cuanto viste el peligro saliste corriendo a salvarte tú y a mi me abandonaste a mi suerte. A partir de ahora, cada uno irá por su lado, porque yo ya no confío en ti.
Y así fue cómo un susto tan grande sirvió para demostrar que no siempre las amistades son lo que parecen’
(https://www.mundoprimaria.com)
A mi modo de ver, tanto ERC como Junts deberían aprovechar la actual crisis para potenciar el independentismo; pero mucho me temo que harán como los dos ‘amigos’ de la fábula, uno calentito en el gobierno, y el otro, en el suelo, haciéndose el muerto; es decir, que romperán definitivamente.
Y si no lo hacen, será posponer la crisis; ya que las diferencias no se solucionarán. Y cualquier otro problema, será una nueva batalla; ya que ni uno ni otro quieren envainar su espada (una vez desenvainada, ha de correr la sangre, no hay marcha atrás)
Y los independentistas de base, de calle, veremos como los personajes mitológicos dejan de serlo, que más bien son un lastre; sus avatares ya no nos sirven.
Queremos que dejen de taponar la posible aparición de nuevos líderes, que no hagan nuevas elucubraciones discutiendo sobre si ‘es más preferible lo imposible verosímil que lo posible inverosímil’, queremos que utilicen el lápiz, que no se compliquen y nos compliquen la vida, y que utilicen el ventilador para eliminar las cajas vacías, los personajes huecos, que ya no aportan nada.
Sabemos que, como indica José Ángel García Landa en su ‘Tratado de la desilusión’:
‘si de ilusiones también se vive, las desilusiones son instructivas (…) la desilusión es parte crucial de la educación’
Este escrito, que será el último en un cierto tiempo, pues no hace falta sacar punta de la actual situación, ya que es imposible encontrar un lingote de oro en un estercolero, y no es necesario seguir chapoteando en el charco, como hacía el elefante de la fábula del escrito de ayer, buscando su anillo, y a pesar de que me encanta escribir y rollo no me falta nunca (pero, momentáneamente, me limitaré a continuar participando en la manifestación diaria en la avenida Meridiana de Barcelona), por lo que quiero finalizarlo copiando un texto del cantante Joan Isaac, que circula por internet y que muchos independentistas ‘retuiteamos’ (y que he traducido para esta ocasión):
¿Qué habéis hecho de nuestros sueños de aquella primavera de octubre?
¿Qué habéis hecho de las promesas de aquella enorme riada de sonrisas por las calles?
¿Qué habéis hecho del sacrificio de la gente ensangrentada, la ilusión de las miradas, el miedo serrándoles los dientes?
¿Qué habéis hecho de la memoria de este País milenario?
¿Qué habéis hecho de aquel domingo de aquel año 2017?
¿Pero que habéis hecho, pobres fenicios, cambiando pan por migajas? Prometísteis la luna y todo ha quedado en nada. La historia os pasará cuentas, maestros del paso atrás, que nos lanzasteis a las fieras aquel octubre naciente.
¿Pero que habéis hecho?
Nota: Joan Isaac es el autor de canciones emblemáticas como: ‘A Margalida’ (la novia Salvador Puig Antich, asesinado por el régimen franquista), A l’Alba, etc.