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España, mandar y obedecer de forma ciega

Con las excepciones que siempre hay en toda generalización, vemos que, en todos lo órdenes de la vida, desde la familiar, la laboral, y deportiva, hasta llegar a la institucional, se dan casos de abusos de poder, abusos que algunas veces se disimulan, mientras que en otras ocasiones ni se preocupan por disimular.

En esas situaciones de abuso de poder, además del abusador, tenemos la víctima del abuso. Y, también, los cómplices del abuso, ya sean próximos al abusador y, por eso, beneficiados o pseudo beneficiados por las migajas que les reparten; pero también son cómplices las víctimas que no denuncian el abuso en cuestión.

Es comprensible que el abusado no denuncie al abusador, por miedo a las represalias, eso es así, desgraciadamente. Pero a veces es preciso ser valiente y dar el paso, pues es la forma de salir, de romper la situación que se está viviendo.

Y cuando se cree, de forma fundada o no, que el problema es sistémico, que el uso y abuso es generalizado, es lógico y comprensible que el abusado no se sacrifique inútilmente; aunque lo deseable sería que se buscasen fórmulas alternativas para denunciarlo sin sacrificarse como un mártir.

Para cerrar el círculo, cuando el beneficio sistémico del que abusa perjudica a un colectivo, a la sociedad, etc.; pero sin tener una víctima personalizada, individualizada, el problema se agudiza y cronifica, obviamente, ya que el propio sistema da inmunidad y protege al abusador, ya que sus superiores se benefician, asimismo, del propio sistema.

En este escrito me centraré en el abuso sistémico, que ya comenté en mis escritos anteriores, y que se refieren al abuso del poder para beneficiarse de las vacunas.

Ayer, al final, dimitió el general jefe de la junta de estado mayor de los ejércitos, Miguel Ángel Villarroya, un militar que se hizo popular durante los primeros meses de la pandemia, ya que era el responsable, junto a otros militares, de la comunicación del gobierno español, a la par con el doctor Fernando Simón.

Eso de poner al ejército, cada día, como portavoces del gobierno, ya fue muy criticado, pero, a pesar de eso, el rey y el gobierno, no dejaron de alabar su gran y excelente labor, y aprovecharon todo tipo de actos oficiales para ensalzar al ejército, como salvadores del mundo mundial y, claro, condecorándoles más, si cabe.

Y ese general, jefe máximo, Miguel Ángel Villarroya, que en sus ruedas de prensa nos lanzaba frases lapidarias como:

·       ‘estamos viviendo una situación de guerra, aunque sea rara, y es necesario que todos los españoles sean soldados para vencer todos juntos’,

·       ‘recomiendo a los ciudadanos que hagan suyos algunos valores militares’,

·       ‘en tiempos de guerra o de crisis, todos los días son lunes’,

·       ‘esto es una guerra de todos los españoles. Todos estamos involucrados en esta pelea contra el virus’,

·       ‘en esta guerra irregular y rara que nos ha tocado vivir o luchartodos somos soldados’,

·       ‘hoy es viernes en el calendario, pero en estos tiempos de guerra o crisis, todos los días son lunes. El esfuerzo no cesa por el día del calendario. Continuaremos todos apoyando a la lucha contra este virus que nos afecta a todos’,

·       ‘tengo que felicitar a todos los españoles por la disciplina que están mostrando. Todos los españoles comportándose como soldados en este difícil momento. De verdad que es de agradecer, y así lo quiero transmitir a los que mes estáis escuchando’,

·       Me quería referir al espíritu de servicioNo es exclusivo de los militares. Al contrario, lo estamos viendo todos los días en el personal sanitario que se desvive por atender a todos aquellos afectados. Eso lo está demostrando día a día, momento a momento, todo el personal de servicio en los hospitales. Hagamos lo mismo. Demostremos que somos soldados cada uno en el puesto que le ha tocado vivir’,

·       ‘me van a permitir que aproveche mis 40 años de servicio, en este marco de una contienda bélica sin armas, o con otras armas distintas a las que pensamos, para ofrecerles algunos consejos en base a los valores militares para afrontar situaciones como esta’,

·       ‘lo primero la disciplina. Lo segundo, el espíritu de sacrificioEsto nos va a venir muy bien en estos días. Disciplina para atender a las indicaciones que nos están dando, y sacrificio para soportar las situaciones incómodas o que podemos creer que son incómodas. Tanto para los que nos quedamos en casa como para los que tienen obligación de salir para que nosotros podamos salir’,

·       ‘una de las mayores virtudes militares es la moral de victoria. Sabemos que vamos a vencer, pero esto es imprescindible que lo asumamos’,

·       ‘frente a la adversidad, hay que cuidar siempre a los más débiles’,

·       ‘los españoles tienen que estar seguros de que sus fuerzas armadas, junto al resto de administraciones públicas, estamos con ellos. No les vamos a fallar. Pero esta batalla no la vamos a ganar solo los que estamos aquí. Es tarea de todos, es necesario el esfuerzo de todos, cada uno en su función. Pero todos juntos venceremos’,

·       ‘las fuerzas armadas en pleno están dispuestas a desempeñar esta lucha que tenemos ahora mismo contra el virus. Y la vamos a ganar. No tengan ustedes la mínima duda’.

(amp.lainformación.com)

Arengas cuartelas y cavernarias, del todo inadecuadas para dirigir a la ciudadanía en situación de crisis sanitaria.

Ya sabemos que los jueces ponen la ley sobre la ciudadanía y la democracia; y los militares ponen la disciplina por encima de la legalidad y la democracia. El círculo se cierra a la perfección.

Y el colmo de los colmos, es que no los destituyan y castiguen, Pedro Sánchez no tiene valor, ni carácter ni ideología, solo busca su permanencia, su continuidad en la Moncloa.

Claro, así se permite que el general presente su dimisión por escrito, así es de valiente también, ese es el espíritu militar del que tanto se vanagloriaba. Y el summum es que en su escrito se atreva a decir:

‘Presento mi dimisión para no perjudicar la imagen pública de las fuerzas armadas (…) y que lo hace con la conciencia tranquila (…) pues, en cumplimiento de sus obligaciones, de acuerdo con los protocolos establecidos y con la única finalidad de preservar la integridad, continuidad y eficacia de la cadena operativa de las fuerzas armadas, ha tomado recientemente decisiones que considera acertadas (…) son decisiones que nunca han pretendido aprovecharse de privilegios no justificables, pero que están deteriorando la imagen pública de las fuerzas armadas y poniendo en duda la honradez de él mismo’.

(Ara, 24 enero 2021)

Escrito en el que, además de contradecir el espíritu militar de disciplina que nos pedía a la ciudadanía, miente, pues dice que se limitó a seguir el protocolo, pero, claro, el que hizo su propia cúpula, como veremos seguidamente:

‘Cien sanitarios del hospital militar central de la defensa Gómez Ulla de Madrid, se quedan sin vacunas contra el Covid-19 mientras se la pone la cúpula castrense’.

(amp.elmundo.es)

‘El Jemad (jefes estado mayor defensa) y su cúpula aceleraron el protocolo de defensa, para vacunarse antes que la UME (unidad militar de emergencias) (…) y de la totalidad de los sanitarios del hospital militar (…) pero el Jemad y su cúpula ya se han inoculado la primera de las dosis.

(…)

La llamada ‘estrategia de las fuerzas armadas para vacunación Covid-19’ establece una tabla de cómo se tiene que vacunar en los tres ejércitos una vez que se hayan administrado las dosis al personal sanitario -el llamado grupo 0-.

En dicho documento aparecen seis fases o grupos prioritarios. En la actualidad, aún no se ha terminado de vacunar a los sanitarios de los ejércitos, ni tampoco a todo el personal militar que va a ser desplegado en las misiones en el exterior. Es decir, se está en el grupo 0. Pero el EMAD llevó a cabo su propio calendario y ahora estaría en el grupo 5 o 6 a tenor de las vacunas que se han puesto desde el pasado lunes.

(…)

Se da la circunstancia de que Margarita Robles, ministra de defensa, tiene 64 años, uno más que el general Villarroya, por lo que Robles entraría en derecho propio en el cálculo que hizo el estado mayor -de mayor a menos edad- para vacunar a su personal, tanto civil como militar. ‘No parece lógico que se vacune el Jemad y la ministra no lo haga’, subraya un general en activo.

(…)

Además, la secretaria de estado de defensa, Esperanza Casteleiro, ha dado positivo en covid hace unos días y se encuentra en su domicilio recuperándose de la enfermedad. Si se hubiera administrado la dosis hace unas semanas, quizás no se hubiera contagiado. Pero prefirió no saltarse la cola.

Y hay otro caso muy llamativo. La subsecretaria de defensa, Amparo Valcarce, que dirige los cuerpos comunes y por tanto, es la máxima autoridad de la sanidad militar y la encargada de coordinar la lucha contra la pandemia dentro de las fuerzas armadas, rechazó un ofrecimiento del hospital militar Gómez Ulla, para administrarse una dosis, con el fin de evitarse críticas’.

(Antonio Rodríguez, amp.vozpopuli.com)

Como se ve, es una vergüenza, pues está claro que esa corrupción era sistémica, ya que el citado hospital militar llamó a la subsecretaria de defensa, que declinó la ‘invitación’, como hemos visto.

Es importante señalar que la responsable citada, Valcarce, es una mujer, aspecto que confirma su mayor sensibilidad social, como lo demostraron las presidentas de gobierno de diferentes países Nueva Zelanda, Dinamarca, Alemania, etc.) que, no por casualidad, gestionaron mejor la crisis.

También es vergonzoso que, en las arengas del general que ha dimitido del Jemad, pero seguirá siendo general con mando, hable repetidas veces de los valores militares que quería que todos los ciudadanos-soldados, adoptásemos. Pero, en ningún momento habla de los valores democráticos y cívicos. Y eso es una clara muestra del sesgo ideológico de los ejércitos, cuyo capitán general es, no lo olvidemos, Felipe VI.

Respecto a los subordinados que veían esa corrupción, y la asimilaban como correcta, o no la denunciaban por miedo, como ya he explicado antes, es preciso señalar que la obediencia debida es la obediencia jerárquica, que, en muchas ocasiones, se trata de una obediencia indebida.

‘Yo cumplía órdenes, es una frase muy recurrente en la historia: se amparó en ella el tipo que abría el grifo de las duchas de gas Zyclo en los campos de Auschwitz-Birkenau. También fue el joker jurídico para los esbirros de Videla que conducían los Ford Falcon verde. Y para los electricistas amateurs que frecuentaban las celdas chilenas durante la dictadura de Pinochet. Esperamos también que la pronuncien un día quienes iluminan a la infancia palestina con fósforo blanco ya que eso querrá decir que les han sentado ante un tribunal.

La ley orgánica 2/1986 de 13 de marzo de fuerzas y cuerpos de seguridad dispone que:

La obediencia debida en ningún caso podrá amparar actos manifiestamente ilegales ordenados por los superiores. Se impone a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad la obligación de evitar cualquier práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o moral.

(orfanatodeutopias.wordpress.com)

Aquí en el estado español la picaresca predomina, pues ayer nos pudimos informar que:

‘Las notas falsificadas, último escándalo de la academia de policía de Ávila que llega al juzgado.

A mediados de julio pasado, a pocos días de realizarse los exámenes de la academia de policía nacional de Ávila, el director reunió a todos los docentes en una sala para recordarles la nueva directriz que, al parecer, se estaba imponiendo en el centro.

(…)

‘Yo el recorrido académico del alumno no lo sé, porque igual yo le he querido aprobar en la mía, pero acumula otras cuatro por otro lado. Bueno, pero escucha, tu vas a valorar tu asignatura, si acumula otras cuatro… En la junta de evaluación dirán: ‘este tío tenía un cuatro y al final le he puesto un cinco porque es un tío que siempre colabora, que es un tío serio, que es un tío no sé qué y no sé cuantos, bueno, pues ya está’.

(…)

Las grabaciones ya están en manos del juez, y dentro de unas semanas interrogará como querellados tanto al jefe de estudios como al responsable del departamento de ciencias jurídicas de la escuela, para responder por los presuntos delitos de falsedad documental, prevaricación administrativa y coacciones.

A muchos agentes no les pilla por sorpresa el contenido de las grabaciones reveladas esta semana. La presunta falsificación de notas es un suma y sigue en el cúmulo de irregularidades registradas en el centro en los últimos años.

El lugar al que acuden cada año aproximadamente 40.000 aspirantes a policía se ha visto envuelto en polémicas que no terminan de disiparse: entrevistas personales cuya valoración subjetiva es difícilmente medible o cortes de nota que se modifican una vez realizados los exámenes.

(…)

Asimismo, ‘en materias de ascensos, las entrevistas personales vienen siendo utilizadas arbitrariamente por la policía nacional como medio para otorgar las plazas a dedo, desembarazándose de aquellos aspirantes sin padrinos o que en el pasado hubieran resultado molestos para la institución’

(elespañol.com, 23/1/21)

Así salen de ‘preparados’ los nuevos policías, es decir, salden adoctrinados, rechazándose los ‘incómodos’

Todo esto supera la picaresca de Rinconete y Cortadillo, esto es malversación, corrupción, abuso de poder, prevaricación, falsificación documental, y un sinfín de delitos más; pero, claro, Pedro Sánchez, que debe conocer todo esto (y si no lo conoce, su culpa es doble), en lugar de intentar regenerar el sistema, de depurarlo, calla, y está encantado con su imagen en su espejo.

Y encima, viene a Barcelona a decirnos que retrasar las elecciones del 14 de febrero, como piden los epidemiólogos y médicos, y han aceptado todos los partidos, excepto el PSOE-PSC, y nos dice que hacemos trampas, trucos, para retrasar el cambio, pero todos sabemos que el nivel cultural y psicológico de Pedro Sánchez se refleja en el refrán ‘piensa el ladrón que todos son de su condición’ (y el mentiroso, y el hipócrita, y el manipulador).

Otro refrán dice que ‘un burro puede fingir ser un caballo, pero tarde o temprano rebuznará’, y Pedro Sánchez no para de rebuznar, pero aún así, inconcebiblemente, hay gente obcecada, que se deja llevar por los medios de comunicación unionistas, sistémicos y … subvencionados.

Asimismo, siguiendo con el refranero popular: ‘la mentira y el engaño tienen fecha de caducidad, al final todo se descubre y, al mismo tiempo, la confianza muere para siempre’. Y por eso Pedro Sánchez quiere acelerar las elecciones, antes de que se vean claramente sus mentiras sobre la promesa de que en verano el 70% de la población estará vacunada.

Y lo malo es que Pedro Sánchez se cree sus propias mentiras, es su mecanismo de defensa, propio de todo narcisista.

Y ayer, Pedro Sánchez hubiera podido hacer autocrítica sobre la corrupción del sistema de vacunación, sobre los personajes que se saltan los protocolos, sobre su determinación a cesarlos (que no hace), etc. Ni su fiscalía actúa de oficio (si hubiesen sido independentistas, ya estarían denunciados). También podría haber aprovechado para ser realista y explicar los problemas de las farmacéuticas que actúan como mafias, pero no, Sánchez ve de color rosa todo lo que hace, pues cree que su gestión es maravillosa.  

Cuando estaba en la oposición no dejaba de criticar lo que ahora asume, supongo que por razones de estado, para defender el estatus quo franquista, que queda reflejado en la siguiente declaración:

El comisario José Manuel Villarejo, en los audios sobre el caso Kitchen: ‘No imaginas las cosas que he hecho por el ‘Barbas’ (Mariano Rajoy). ¡que podía estar preso! (…) las maldades que me han encargado a mí, para salvarle el culo al ‘Barbas’, no te puedes imaginar las cosas que yo he hecho por él. ¡que podía estar preso el presidente del gobierno, eh! Por muchas cosas … y se han perdido papeles y se han perdido cajas y se han perdido muchas cosas, y operaciones de decir, oye, en tal sitio hay papeles de Bárcenas y hay que ir a romperlos’.

(abc.es)

Nosotros, los independentistas, durante muchas décadas hemos visto demasiados delitos, demasiada corrupción, fruto de una excesiva ideología franquista, por lo que podríamos declarar como el replicante de la película ‘Blade Runner’ (1982) de Ridley Scott:

Monólogo final del replicante Roy Batty. Lágrimas en la lluvia

‘Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir’.

Pero nada de esto se perderá en la lluvia, ningún recuerdo será olvidado, ‘ni olvido ni perdón’, y no es hora de morir, sino de renacer, como república catalana.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com