El 28 de octubre del 2017, M. Rajoy aplicó el art. 155 en Catalunya, suprimiendo el autogobierno. Y, ‘casualmente’, esta mañana ha habido otra gran manifestación de fuerza, pues, la guardia civil ha hecho una macro redada por toda Catalunya, registrando más de una veintena de viviendas particulares y un par de oficinas públicas, que ha acabado con la detención de 21 personas, de momento. Y todo esto, dentro del marco del ‘procés’ independentista.
No sé si es una ‘celebración sui géneris’ de esa fecha, o, una manifestación de fuerza como represalia por el ridículo (Y DELITO) constatado por la sentencia de la cúpula de los ‘mossos’, absolviendo a su mayor, Trapero y tres responsables más; sentencia en la que quedó manifiestamente diáfana la manipulación de los mandos de la guardia civil: el coronel Pérez de los Cobos y el teniente coronel Daniel Baena (el supuesto ‘Tácito’, en las redes).
Por eso, repito la frase del ‘cara al sol’ de la falange que he incluido en el título y que he utilizado varias veces, y no por gusto, si no, como constatación de que todo sigue igual, el estado profundo y sus cloacas siguen actuando, campando a sus anchas, por mucho que nos pese, o, precisamente por eso lo hacen.
El abogado Xavier García Melero ha comentado, en un programa radiofónico de RAC1, que últimamente se está abusando, pues los jueces de instrucción se basan, acríticamente, en los informes que ‘cocina’ la guardia civil como policía judicial; y que, si el juez de instrucción precisa interrogar a determinadas personas, con citarlas de forma regular, se presentarían sin problemas. Por lo que efectuar todo ese alarde de fuerzas, gran número de coches y furgonetas, y, claro, ante las cámaras de televisión, están fuera de lugar. Igualmente, los registros domiciliarios, con gran susto y preocupación de las familias y, especialmente, los hijos menores, no deja de ser una manera muy ‘rara’ de entender la democracia y el principio de inocencia.
Inicialmente han filtrado que buscaban a los responsables de la organización del Tsunami Democrático, pero, a media mañana parece que se ha desmentido. Lo que sí que parece es un cerco a todas las personas, más o menos directamente vinculadas con el expresident Carles Puigdemont.
Por eso, Puigdemont, en su twitter, ha escrito: ‘Intentan la muerte política y civil del independentismo porque tres años después de la declaración de independencia continuamos luchando por una causa justa y democrática. No se han salido, y no se saldrán. Todo el soporte a los detenidos de este nuevo zarpazo represor’.
Esta mañana, en el congreso de los diputados, la diputada y portavoz de JxCat, Laura Borrás ha hecho una pregunta a Pedro Sánchez sobre esa redada, y el presidente del ejecutivo no le ha contestado, aludiendo a problemas de acústica, y ha pasado directamente al segundo tema. Esta es su muestra de democracia, esconder la cabeza debajo del ala ante los temas que le incomodan y no puede lucirse.
Pero no nos engaña, ayer mismo, el PSOE votó no eliminar las injurias al rey, del código penal, votó en contra de empezar la tramitación de una proposición de ley, impulsada por ERC. ‘En la votación se reflejó la división entre el PSOE y Unidas Podemos, que votó a favor con un discurso -pronunciado por el líder de los comunes, Jaume Asens – claramente divergente de su socio de coalición. Las formaciones soberanistas y nacionalistas – el PNB, JxCat, EH Bildu, la CUP, BNG, Compromís y Més País optaron por el sí, pero el no se impuso gracias a los votos del PSOE, el PP, Vox y Ciudadanos’ (Ara, 28 oct.). Así es Pedro Sánchez, nada nuevo, sus verdaderos aliados son la derecha y la ultraderecha, especialmente si se trata de salvar la cara del rey más ‘preparao y prepagao’.
Pero Pedro Sánchez y su gobierno, siguen con su ‘impasible ademán’ imponiendo o intentando imponer sus decisiones, que, como vemos en el caso de la pandemia, son meramente ideológicos, y no sanitarios, por mucho que nos digan que siguen estrictamente criterios científicos.
En un escrito anterior, me preguntaba qué motivos argumentaban la implantación de un estado de alarma durante seis meses, ¿y me preguntaba, porque no 4, o 3 meses? Pues bien, esta mañana, en el congreso, se ha visto un mercadeo que los persas envidiarían, ya que ante las peticiones de 8 semanas (PP), 3 meses (ERC), etc., Pedro Sánchez ha ofrecido dejarlo abierto a 4 meses, y en ese momento, si el consejo formado por el ministro de sanidad y los consejeros de las diferentes autonomías lo consideraban, él se replantearía levantar el estado de alarma. Así, el criterio sanitario que había detrás de una decisión tan importante es que no había NINGUNO. DE VERGÜENZA DEMOCRÁTICA.
Asimismo, señalé que en el propio discurso de Pedro Sánchez decía blanco, negro y lo contario, pues dijo que el estado de alarma estaría delegado a los presidentes autonómicos, pero a continuación dijo que ‘cogobernados’ con el ministro de sanidad. Y hoy mismo se ha constatado que, ante los rumores de que la Generalitat estaba estudiando la aplicación del confinamiento en determinadas zonas, ha salido rápido el ministro en cuestión, diciendo que esa medida ‘no cabía’ en el estado de alarma. Y, ante la posibilidad de hacer confinamientos perimetrales por áreas geográficas sanitarias, ha comentado que no había recibido ninguna solicitud en ese sentido. Esta es la idea de la delegación de responsabilidades que tiene Pedro Sánchez, y también su idea de cogobernanza. DE PURA PENA DEMAGÓGICA.
Y ese es el estilo de estos personajes, pues hoy el ministro de sanidad, en el congreso ha reconocido que él asistió a la fiesta de ayer, para apoyar a su colega, la ministra de defensa, que recibía un premio, y lo hizo como reconocimiento al enorme trabajo que hizo el ejército durante la primera ola de la pandemia; que se guardaron todas las medidas de seguridad, y que él no se quedó a la cena. Aún así, ha reconocido que muchos ciudadanos no lo habían entendido, y que por eso debía reconocer que no fue acertado ir, que la mejor manera de guardar las distancias, es no asistiendo a actos masivos. Es decir, ha hecho como el rey Juan Carlos I, que tras su intervención quirúrgica por la accidentada cacería de elefantes, dijo ‘ME HE EQUIVOCAO Y NO VOLVERÁ A SUCEDER’ (hasta la siguiente, claro, que ya procurarán que sea más discreta). ESA ES SU ÉTICA Y MORAL, EXIGIR A LOS CIUDADANOS, PRESERVANDO LAS ÉLITES.
En este estado los políticos sólo saben prohibir, eso es lo más fácil, claro. Pero no están preparados para ayudar, como se ha visto nuevamente esta mañana, que a las 10.00 h, empezaba el plazo para que los 260.000 restauradores y propietarios de bares, solicitaran la prometida ayuda de los 40 millones de € anunciada por el govern provisional de la Generalitat. Y por las quejas en las radios y las redes, era imposible contactar, pues la red y el servidor se ha colapsado. ¿NO TENÍAN PREVISTO QUE SE COLAPSARA, NO SON CONSCIENTES DE LAS NECESIDADES? VAYA GESTORES QUE TENEMOS. El citado García Melero ha reconocido que, en nuestro estado, como he citado, se está más presto a castigar que a ayudar.
Como ha dicho un profesor de la UPF, del que no recuerdo su nombre, en una entrevista radiofónica, aquí en España, algunos políticos se creen que, en el sistema capitalista, todo se compra y se vende, y que, si ahora se necesitan rastreadores, se contratan unos cuantos, se les da una formación rápida, y ya los tenemos, al menos de cara a la galería. Cuando el problema no es éste, el problema está en la falta de personal médico y de enfermería, que el estado recortó en la sanidad primaria, como consecuencia de la crisis financiera. Y que ahora, precisamente, lo que faltan son personas con esa formación y experiencia, no meros telefonistas.
Todo esto me recuerda el vídeo que circuló hace unos días por las redes:
‘La deuda de la prostituta:
¿Un billete logró la estabilidad de todo un pueblo?
En agosto, en una pequeña ciudad, cae una lluvia torrencial y hace varios días que la ciudad parece desierta. Hace tiempo que la crisis viene azotando ese lugar, todos tienen deudas y viven a base de créditos.
Por fortuna llega un millonario forrado de dinero y entra en el único pequeño hotel del lugar, pide una habitación, pone un billete de cien euros en el mostrador de la recepcionista y se va a ver las habitaciones.
El jefe del hotel agarra el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el carnicero. Éste toma el billete y sale corriendo a pagar sus deudas con el criador de cerdos. Al momento, éste sale corriendo para pagar lo que le debe al molinero proveedor de pienso para los animales. El dueño del molino toma el billete al vuelo y corre a liquidar su deuda con María, la prostituta a la cual hace tiempo no le paga, pues, en tiempos de crisis hasta ella ofrece servicios a crédito. La prostituta, corriendo con el billete en mano, sale para el pequeño hotel, donde había traído a sus clientes las últimas veces y que todavía no había pagado y le entrega el billete al dueño del hotel.
En este momento, baja el millonario que acaba de echarle un vistazo a las habitaciones, dice que ninguna le convence, toma el billete, y se va.
Nadie ha ganado ni un centavo, pero ahora toda la ciudad vive sin deudas y mira el futuro con confianza
Moraleja: si el dinero circula en la economía local o nacional, se acaba la crisis’.
Bueno, moralejas aparte, me parece que esa idea simplista es la que tienen nuestros políticos sobre el problema territorial, que creen que haciendo circular determinadas órdenes e instrucciones, todo se soluciona.
Pero nosotros sabemos que no es así, que los graves problemas que esos mismos políticos generan no deben tomarse tan a la ligera, máxime si comportan la limitación de derechos y libertades. En este sentido. Josep Ramoneda, en su artículo ‘Desconfinar el futuro’, señala:
‘Creo que la pandemia ha de permitir reconstruir el futuro desde el reconocimiento de la vulnerabilidad, haciendo de la vulnerabilidad una fuerza, porque es la única forma que tenemos para salvar las libertades. De otra manera, si se impone el miedo, se acabará cumpliendo la paradoja que el régimen comunista chino habrá sido el estadio superior del capitalismo. Cuidado con hacer de la restricción de las libertades un hábito, porque el riesgo es que nos acabemos acostumbrando. Y precisamente, la defensa de las libertades será determinante en el momento de desconfinar el futuro’.
(Ara, 28 oct.)
En mis anteriores escritos he señalado que los repetidos recortes de los derechos y de las libertades, en general, en el estado español forman parte de su ADN, pues ya vemos que nos se han cargado varios presidentes de la Generalitat, tienen a nuestros líderes en prisión o en el exilio culpa de un sistema judicial y policial deficiente y partidista, y vemos que siguen triturando a los independentistas relevantes, unos 3000, y, eso, con un triple objetivo: castigar, vengarse e implantar el miedo, para frenar el movimiento independentista. Y para eso, no se paran en medios ni formas, pues las utilizan todas, las legales, las alegales y las ilegales.
Y ahora, con el estado de alarma, improvisado para seis meses, que se pueden rebajar a cuatro, y que veremos en qué queda. Entendemos que es preciso actuar para frenar la pandemia, pero con medidas inteligentes, no con naderías injustificadas e improvisadas. Yo agradecería que, si Pedro Sánchez no sabe más, que no lo sabe, que calle. Y que, si realmente hay algún científico sanitario que pueda argumentar la necesidad del estado de alarma, para ‘frenar los botellones’, que lo explique razonada y ponderadamente, sin la necesidad de cazar moscas a cañonazos.
Y, sobre todo, que a Pedro Sánchez le den alguna lección sobre lo que es delegar y lo que es cogobernar; si es que hay algún profesor capaz de aguantar un alumno presuntuoso y narcisista. Al menos que le enseñen esto, ya que lecciones de ética y moral ya le llegarían tarde, eso se ha de mamar desde la cuna.
Por todo esto, sólo tenemos un camino: INDEPENDIZARNOS.
Amadeo Palliser Cifuentes