España y la posición de Lewis-Mogridge

“La posición de Lewis-Mogridge, llamada así por David Lewis y Martín J. H. Mogridge, fue formulada en 1990 y observa que a medida que se construyen más carreteras, aumenta también el tráfico que las usa. Los aumentos de velocidad que generan algunas carreteras nuevas pueden desaparecer en meses, si no semanas. En algunas ocasiones, las nuevas carreteras ayudan a reducir los atascos, pero en la mayoría de los casos, la congestión simplemente se traslada a otro cruce.

La posición indica que el tráfico se expande para satisfacer el espacio disponible en la carretera (Mogridge, 1990). En la literatura del transporte se la conoce generalmente como demanda inducida, y fue postulada como la ‘ley de hierro de la congestión’ por Anthony Downs. Es un caso especial de ‘paradoja de Jevons (cuando el recurso en cuestión es la capacidad de tráfico), y guarda relación con la constante de Marchetti (los tiempos medios de viaje son similares en condiciones muy diversas) o la paradoja de Braess” (Wikipedia).

En España vemos que la nueva normalidad, como la denomina Pedro Sánchez, por muchas reglamentaciones y nuevas pautas que se establezcan, comporta todos los vicios y defectos de la anterior normalidad. Muchos nos damos cuenta qué de esta pandemia, hemos aprendido muy poco.

Sanitariamente, que es lo realmente importante, seguro que los sistemas de salud tienen más experiencia y recursos para poder afrontar, de la mejor forma posible, futuros brotes importantes, pasado el verano, como se prevén.

Socialmente nos hemos concienciado que la distancia de seguridad es básica; pero, siendo realistas, nos cuesta mantenerla en los niveles que estimamos próximos, familiares y amistades. Y eso es así ya que, por encima de todo, confiamos en ellos, en su prudencia y sinceridad, ya que, a la menor sospecha, seremos transparentes.

Ahora bien, a nivel general, ni política ni económicamente se ha aprendido nada o, mejor dicho, se han reforzado los hábitos de antaño, como lo muestran los siguientes ejemplos, en los que se ve que la confianza no está ni se le espera:

1)

Una prueba de eso es la prepotencia de los EUA, que “acaba de comprar todas las existencias mundiales de Remdesivir, y ningún otro país podrá acceder a este medicamento eficaz contra el patógeno en los próximos tres meses. (…) Los expertos y los activistas están alarmados tanto por la acción unilateral de Estados Unidos con Remdesivir como por las implicaciones más amplias, por ejemplo, en el caso de que una vacuna esté disponible. La administración de Donald Trump se ha mostrado dispuesta a no andarse con medias tintas para asegurarse las medicinas que necesita Estados Unidos para hacer frente a la pandemia.

(…)

El fármaco, que se creó para el Ébola pero no funcionó, está patentada por el laboratorio estadounidense Gilead, lo que significa que ninguna otra compañía en los países ricos puede hacerlo” (El Periódico).

2)

“Alemania asume el liderazgo de la UE en la crisis del coronavirus. Estrena la presidencia del bloque con el reto de pilotar la reconstrucción económica y fortalecer un proyecto maltrecho por la brecha norte-sur

(…)

El desafío más inmediato llega para Merkel en poco más de dos semanas. Se dirimirá en Bruselas los próximos 17 y 18: el plan de recuperación y el presupuesto plurianual de la UE hasta 2027. Berlín y también París han intensificado (y seguirán haciéndolo) los contactos con otros socios en las últimas semanas para hallar un punto de encuentro que permita activar la línea de ayudas (unas en forma de subsidios y otras como préstamos) que el proyecto presentado por la Comisión Europea cifra en 750.000 euros.

El reto es convencer al club septentrional de los ‘frugales’ (Países Bajos, Austria, Dinamarca y Suecia) de la necesidad de activar este mecanismo (…)

(Salvador Arroyo, 30 junio 2020; hoy.es)

3)

Según la OMS “El coronavirus no ha sido derrotado. Todo lo contrario.

‘Lo peor está por venir’, dijo este lunes el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al hablar de la atmósfera de división política global y de fracturas a nivel político que dificultan el combate de la pandemia.

‘Con este tipo de ambiente y condiciones, tememos los peor’, agregó.

‘Han pasado seis meses del brote del nuevo coronavirus y la pandemia está lejos de haberse acabado’, dijo:

·       El mundo supera los 10 millones de casos de covid-19 y más de 500.000 muertes por la enfermedad.

·       ‘La situación está empeorando’: la OMS registra un récord de casos de coronavirus y centra su preocupación en América Latina.

·       Las dudas que genera que México entre en la ‘nueva normalidad’ aunque siga en su fase de más contagios y muerte por coronavirus.

‘Hace seis meses nadie podría haber imaginado cómo nuestro mundo – y nuestras vidas – cambiarían tanto con este nuevo virus’ advirtió. ‘Aunque muchos países han hecho progresos, globalmente la pandemia se está acelerando’, alertó. ‘La mayor parte de la gente aún es susceptible (de contagiarse); el virus aún tiene mucho espacio por donde moverse’ (…)

(BBC.com)

4)

A nivel español, una muestra de manipulación, del ‘trilero’ Pedro Sánchez, es su mantenimiento de petición de unidad: “El presidente del Gobierno ha aprovechado la campaña electoral vasca para pedir ‘unidad’ al líder del PP y ofrece ‘cogobernanza’ a Urkullo (presidente Vasco), en lugar de ‘egoísmos locales’. A Casado (líder del PP) le ha dicho que ‘el enemigo de la derecha no soy yo, no es el Gobierno de España; el enemigo de la derecha y del conjunto de la ciudadanía española y vasca es el virus y las consecuencias sanitarias, sociales y económicas de la pandemia. Por eso, dado que ha fracasado su hoja de ruta del PP, de acoso y derribo al Gobierno de España, le pido a la derecha, lo mismo que le pido a la mayoría de los ciudadanos de España: unidad, unidad y unidad’.

(…)

En esa misma línea y ante la compleja negociación con Bruselas que afrontará su ejecutivo en las próximas semanas para definir las ayudas a la reconstrucción ha pedido al líder del PP, Pablo Casado, que ‘si no quiere apoyar al Gobierno, al menos que no estorbe’.

(…)

El Gobierno de España tiene que coordinar la acción de las comunidades autónomas. Eso es lo que hemos hecho. Ni recentralizar, ni tampoco caer en egoísmos localistas. Lo que queremos es cogobernanza que es el futuro de Euskadi, España y Europa”

(David Yurre, 28 junio 2020, cadenaser.com)

Es decir, Pedro Sánchez se cree el ‘rey sol’ (Felipe XIV de Francia; 1638-1715), el prototípico monarca absolutista, al que se le atribuye la frase: ‘El Estado soy yo’.

Considera que él y sus medidas son las únicas adecuadas, y que pidió a los presidentes autonómicos, que esperaba que todos ellos estuvieran detrás suyo. Que se personaliza como la salvación del Estado contra la pandemia. Qué si no estás y opinas como él, estorbas. Y todo esto, ‘engrasado’ con sus falsas propuestas de diálogo y de cogobernanza, sus mentiras de no haber recentralizado, etc.; son perfectas muestras de esa mentalidad absolutista.

Obviamente, tras este tipo repetitivo discurso, que muestra una mentalidad jacobina, no hay cabida para un diálogo según el método dialéctico socrático, como ya comenté en un anterior escrito. Todo es puro cálculo egocéntrico, narcisista; y, en segunda instancia, partidista, electoralista, para encumbrarse más todavía.

Hemos visto demasiados giros, demasiados cambios de opiniones, y todos ellos siempre guiados por su propio interés, como ahora con la controvertida mesa de diálogo, tenemos demasiados ejemplos como para podernos fiar de un personaje así, que es un fruto ‘plástico’ del marketing político.

5)

Otro ejemplo de política oportunista, lo tenemos con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, pues intenta ponerse todas las medallas posibles, por ejemplo, ayer 30 de junio, ‘aseguró en una entrevista a Radio 4 que algún día será preciso expresar una disculpa oficial a los niños, por cómo se les estigmatizó durante la primera fase de la pandemia. Fue un error situar las escuelas como el lugar más peligroso. Y que considera un fracaso rotundo la manera cómo las administraciones han abordado la gestión de las residencias de la tercera edad” (Ara, 1 julio 2020).

La escritora Empar Moliner, en su artículo “Disculpas a los niños” (Ara, del mismo día citado), desmonta inteligentemente ese argumento, desde la errónea utilización del verbo estigmatizar, hasta la manipulación de intentar hacer una lectura actual, cuando los científicos han ido aprendiendo y rectificando sobre la marcha. Es el ‘presentismo’ que he comentado en repetidas ocasiones. Y esto es muy propio de una alcaldesa populista y falsa, que no recuerda que tiene los pies de barro, ya que perdió las votaciones y consiguió la alcaldía gracias al voto tránsfuga de Manuel Valls, de Ciudadanos (de derechas).

En definitiva, creo que por muchas normativas y reglamentaciones técnicas para que nos auto protejamos del virus, vemos que realmente todo debe girar entorno a la confianza; confianza que, entre familiares y amigos, es perfectamente factible. Ahora bien, a un nivel más amplio, con otros intereses económicos y de toda índole, esa confianza será más dudosa y, por mucho que se solicite, será difícil ese nivel de sinceridad requerido. Por ejemplo, Iberia pedirá una declaración de salud para que los pasajeros confirmen que no tienen coronavirus, pero …

Por todo lo dicho, visto el panorama político y económico, me parece que, volviendo a la posición de Lewis-Mogridge, los actuales políticos seguirán haciendo prevalecer sus propios intereses particulares y locales, y toda su normativa y politiquería, por muy nueva que nos la presenten, seguirán colapsando al Tercer Mundo y a los Repatriados, que ya no son noticia y, con toda seguridad, habrán padecido y padecerán la pandemia en un grado mucho más agudo y prolongado, ya que sus condiciones económicas, sus campos de concentración, etc., no reúnen las condiciones higiénico-sanitarias mínimas.

Y el primer mundo iremos saliendo de la pandemia y nos quejaremos, con razón, de las repercusiones económicas, que siempre repercuten en los más desfavorecidos. Pero la realidad es que ese problema relativo, no tiene ni punto de comparación con los ciudadanos del Tercer Mundo y los Repatriados que, no lo olvidemos, son responsabilidad nuestra.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com

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