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España y los independentistas

La política española, todos sus poderes, superficiales y de las cloacas, consideran que el movimiento independentista ya está descabezado y anulado; y nada más lejos de la realidad.

La siguiente fábula me parece ilustrativa al respecto:

“La corrupción y la fábula del burro que salió del pozo:

Hace tiempo escuché la historia de un burro que se cayó a un pozo profundo. El animal lloró por horas, mientras su dueño, un campesino de escasos recursos, se desesperaba para rescatarlo. Pero no tenía arreos suficientes ni tampoco se los proporcionaron sus vecinos. Finalmente, decidió que el pobre burro era viejo y que el pozo estaba seco. No había más alternativa que tapar ese pozo inservible y darle una piadosa sepultura al animal.

Con lágrimas invitó a sus vecinos para que le ayudasen en la tarea macabra. Cada uno alzó una pala y empezó a arrojar tierra dentro del enorme hueco.

El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lanzó rebuznos que partían el alma. Pero luego de unas cuantas paladas, el condenado animal se aquietó, aparentemente, resignado a su destino tan horrible.

El campesino, pensando que hubiese muerto asfixiado, se acercó para espiar el fondo del abismo. Fue grande su sorpresa al descubrir lo que menos imaginaba. El burro hacía algo increíble, tras recibir cada descarga de tierra: sacudía su lomo con fuerza y pisaba encima.

Pronto todos quedaron sorprendidos al ver emerger el burro y salir trotando a campo través”.

(Marcos Aguinis, La Nación, 2004)

Como en esta fábula, nadie nos ha ayudado, nadie ha ayudado al ‘burro catalán’ (es preciso recordar que en Catalunya tenemos una raza autóctona de burros, ‘el ruc català o guarà (equus asinus var); Plinio el Viejo ya hizo constar que en la Plana de Vic se vendían burros, entonces llamados ‘ausetans’). Pero, metáforas al margen, la verdad es que, como en la fábula, nadie ayudó al propietario para sacar al burro del pozo, pero sí, para enterrarlo. Y eso es lo que han hecho todos los poderes del estado y todas las autonomías, no hemos tenido ningún soporte significativo. Todo lo contrario, desde el Borbón hacia abajo, todos han sido y son nuestros verdugos.

A pesar de eso, y como el burro de ese cuento, los independentistas saldremos adelante, saldremos del actual pozo, esto es seguro. Y todos alucinarán.

Seguidamente reproduzco una polémica con uno de los fiscales del juicio contra los políticos y líderes sociales independentistas y, como podrá ver el lector, es otro ejemplo más de los que sólo ayudan a enterrar, a sepultar (encarcelar) a nuestros representantes, y, por extensión, a todos nosotros. En este momento ya son 3000 los encausados.

Es importante resaltar que Javier Zaragoza, el fiscal del juicio por el referéndum del 1 de octubre del 2017, hace unos días, publicó un artículo ‘nefasto’ en La Vanguardia, en el que refleja su pensamiento franquista. Como respuesta, algunos políticos exiliados han redactado una respuesta conjunta, que han publicado La Vanguardia y Europa Press. Seguidamente reproduzco esa respuesta, en la que acusan al fiscal de hacer ‘una retorcida interpretación del derecho que le ha llevado a extremos tales como violar su inmunidad o incumplir normas legales vigentes (…) por lo que no es nadie para dar lecciones respecto a las normas:

“El despropósito del fiscal Javier Zaragoza:

Las sociedades civilizadas se han dotado de unos maravillosos instrumentos para la protección de sus ciudadanos y del propio sistema democrático: los derechos humanos. Dar valor a tales derechos nunca es un desatino. Nunca. Otra cosa es cuando se confunde política y legalidad o deseos ideológicos con ordenamiento jurídico, que es lo que le pasa al fiscal Javier Zaragoza y que plasma en un artículo titulado ‘El desatino judicial belga’, que sí es un auténtico despropósito.

Parece curioso, o no, que, en la Fiscalía y la judicatura, a pesar de hablar tanto de la ley, se olviden siempre de defender los derechos fundamentales. No parece muy ejemplar hacer política desde el sistema judicial, ni convertir las normas en un simple instrumento para conseguir fines políticos. Afortunadamente, en Europa esto no funciona así.

La verdad es que Zaragoza no es quién para dar lecciones a nadie sobre respeto a las normas ni sobre la correcta aplicación del derecho. Todos nosotros padecemos su retorcida interpretación del derecho que le ha llevado a extremos tales como violar la inmunidad de muchos de nosotros e incumplir abiertamente las normas legales vigentes.

De su artículo sí hay cosas que quedan claras: su torpe concepción de ‘todo es ETA’ que le contamina cualquier valoración. El fiscal, de forma intencionada, utiliza una de las falacias argumentales habituales entre parte de la Fiscalía y la judicatura españolas. La introducción de ETA en la ecuación es una fórmula de contaminación del enemigo, puesto que de esto se trata, cuando se aplica el ‘derecho penal del enemigo’: de despersonalizar al adversario político. Y esto desacredita completamente su posición ya desde el inicio. Aunque se crea sus propias falacias, debería haber entendido ya, qué representamos y qué valores defendemos quienes firmamos el presente artículo: la defensa de la libertad y la democracia que nos ha llevado, paradójicamente, a prisión y al exilio.

Pero es evidente que la justicia belga no se ha equivocado en el caso de Lluís Puig, como tampoco lo ha hecho la alemana en el de Puigdemont, ni la europea en los casos de Junqueras, Puigdemont y Comín. Quienes se equivocan -y mucho- son los que vienen arrastrando al Estado español, y a su sistema judicial, hacia un desprestigio incompatible con la presunción democrática en la que se trata de amparar.

La defensa de la libertad y la democracia nos ha llevado, paradójicamente, a prisión y al exilio.

En realidad, parece que Zaragoza, que es parte de la cúpula fiscal del Tribunal Supremo, considera que la sentencia que nos ha condenado a muchos de nosotros, no es válida porque, para él, los hechos sí produjeron efectos fuera de Catalunya, cosa que la sentencia niegas, y, además, que se trató, también, de ‘corruptelas del uso de fondos públicos con fines delictivos y para financiar el golpe de Estado que se estaba gestando en aquellos momentos’, que es algo que tampoco dice la sentencia.

En el juicio del procés, todos vimos que Zaragoza se instalaba en una realidad paralela, pero en su artículo del lunes pasado, simplemente miente y un ejemplo claro de ello es cuando afirma, respecto del Grupo de Trabajo de Detenciones Arbitrarias de Naciones Unidas, que se trata de ‘un grupo de expertos contratados ad hoc por las defensas’. No, son expertos independientes y designados por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Sospechosamente, el fiscal omite reseñar en su artículo que España fue parte y se defendió en dicho procedimiento, lo que significa un reconocimiento inequívoco de la competencia del Grupo de Trabajo. También se olvida de mencionar que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (asunto Peraldi) ha reconocido el pleno vigor de las decisiones del Grupo de Trabajo en cuestión. Y, como no, tampoco recuerda, que el propio Tribunal Supremo español sostenía en el 2018, a propósito de un comité similar de las Naciones Unidas sobre Discriminación, que estas decisiones internacionales son vinculantes para los tribunales españoles.

La realidad es que la justicia belga simplemente se ha limitado a cumplir las normas de la Unión y la interpretación más correcta que de esas normas ha ido dando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en distintas sentencias, como aquellas de diciembre pasado a partir del caso Junqueras que tan mal ha sentado a quienes, como usted, vienen dando el auténtico golpe de Estado que algunos padecemos.

De todo lo que el fiscal ha dicho en su artículo, del que desconocemos si cuenta o no con el respaldo de sus superiores, hay dos cosas preocupantes: la primera, que ‘es muy probable que el TEDH acabe condenándola nuevamente por violar el deber de cooperación’, y la segunda, que ‘estos pequeños contratiempos no van a impedir que la justicia española siga aplicando las leyes’.

La Fiscalía, a pesar de hablar tanto de la ley, se olvida de defender los derechos fundamentales.

Respecto de la posible intervención del TEDH, en el caso de nuestro compañero Lluís Puig, es evidente que eso solo podría suceder de la mano de Vox y, por eso, no deja de ser preocupante que un fiscal esté adelantando una actuación con y a través de una organización privada cn creta. Respecto a seguir aplicando las leyes, entendemos que se refiere a la interpretación antidemocrática que usted viene impulsando y defendiendo, porque, si de aplicar la ley se tratase, ninguno de nosotros estaría en prisión ni en el exilio.

En cualquier caso, es usted quien desprestigia a la justicia española haciendo un uso abusivo del derecho y de los mecanismos de cooperación entre Estados y, como se está demostrando actualmente en materia penitenciaria, al modificar las normas competenciales y vulnerando de nuevo nuestro derecho al juez predeterminado por ley. En definitiva, usted tiene sus ideas políticas, evidentemente, pero encarna, o debería hacerlo, a una institución sometida al deber de neutralidad política. Actúe de acuerdo con dicha neutralidad, la democracia española se lo agradecerá” 

(twnews.es, La Vanguardia 1/9)

Como se ve, la judicatura, fiscalía, policía, etc., todos los poderes del estado viven en un mundo paralelo, anclado en el año 1939, como victoriosos de la guerra incivil; y la reciente carta en defensa del ministro franquista Rodolfo Martin Villa, siguiendo el toque de corneta propio de tiempos del general de brigada José Millán-Astray y Terreros (1879-1954), fundador de la legión española que, entre otras muchas fechorías y malas artes, es recordado, también por:

‘sus declaraciones de crítica exaltada y violenta contra las autonomías vasca y catalana, que pronunció en Salamanca 2l 12 de octubre de 1936, y se pronunciaron los gritos típicos de la legión de ‘viva la muerte’ y ‘muera la inteligencia’, que provocaron la respuesta razonada de Miguel de Unamuno que fue cruel con él y lo comparó con Cervantes (por las mutilaciones de guerra) y además, pronunció la célebre fase: ‘Venceréis pero no convenceréis’. También le dijo públicamente que era de una manera de inútil que le gustaría que los otros fuesen inútiles como él’

(Wikipedia)

Y en este momento estamos igual, temporalmente nos podrán vencer, pero no nos convencerán nunca, ya que persistiremos. Como nuestro burro catalán, somos muy tozudos.

Y nuestro burro ‘es la raza fundadora del burro mallorquín y una de las fundadoras de los burros de los EUA. Sus características raciales han servido muchas veces para mejorar las razas de otros países del mundo’ (Wikipedia). Y espero que nuestra persistencia y resiliencia sociales también sean adoptadas en otras regiones, los estados deben perder peso e influencia política y económica, e incluso, desaparecer, en beneficio de las comunidades y regiones más emprendedoras y/o diferenciadas (cultural y socialmente)

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com