¿La democracia puede ser opaca a la ciudadanía?, ¿la democracia española, es el mejor oxímoron?; en el presente escrito intento hacer una aproximación de respuesta a estas preguntas.
Poner etiquetas de democracia, autarquía, anarquía, etc., es muy fácil, pero siempre es mejor matizar, poner grises, contemplar matices, como intento exponer en este escrito, para evitar aceptar, acríticamente, que ‘España es una democracia plena’, como dicen Pedro Sánchez (PSOE) y todos los partidos políticos.
La democracia, etimológicamente, viene del griego ‘demos’ (pueblo) y ‘krátos’ (gobierno) y el sufijo ‘ia’ (calidad). Pero ¿el ‘gobierno del pueblo’ puede ser opaco al mismo pueblo?; eso en realidad es un oxímoron, pues refleja dos expresiones de significado opuesto, como puede ser la expresión de un ‘silencio atronador’
Ayer, viernes 26, tuvimos dos noticias del máximo interés, que enmarcan estas preguntas:
1 –
El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Josep Omella i Omella (n. 1946) informó que había contestado al president del Parlament que el próximo lunes 29 no pensaba personarse en la comisión de investigación sobre la pederastia en la iglesia católica, a pesar de haber sido citado el pasado 15 de enero, como testimonio.
En la carta enviada a la presidenta Anna Erra indica que, según el tribunal constitucional, no está obligado a presentarse al Parlament, además, expresa que el defensor del pueblo, el congreso y un despacho de abogados ya están investigando la pederastia en la iglesia católica.
Legalmente es así, pero me parece evidente que todo intento de esclarecer el tema en cuestión, debería ser aprovechado, si realmente tuvieran interés en poner ‘luz en la oscuridad’; pero creo que está claro que rechazar el informe del defensor del pueblo y, después acogerse a que ese organismo ya lo estudió, es un mal argumento de defensa.
Esa estrategia, a mi modo de ver, no deja de ser una simple muestra del papel de vulgar leguleyo, del que aplica el derecho sin rigor o sin ser un auténtico especialista, propio del discutidor que pretende basarse en leyes para ir promoviendo o evitando pleitos, para buscar su máximo beneficio.
Por lo que, en definitiva, no deja de ser una manera de mantener la opacidad, cueste lo que cueste, mediante una ‘leguleyada’ (argumento rebuscado y malicioso, una artimaña fraudulenta); una actitud muy alejada de la ética y la moral.
2 –
La comparecencia de la anterior directora del CNI (centro nacional de ‘inteligencia’), Paz Esteban (cesada tras las escuchas a Pedro Sánchez y a la ministra de defensa Margarita Robles) en la causa por el espionaje al president Pere Aragonès, mediante el sistema Pegasus, entre julio del 2019 y marzo del 2020, fue un cúmulo de despropósitos, ya que:
Paz Esteban declaró durante una hora y media, por videoconferencia; asistida y representada por cuatro abogados del estado.
La noche anterior, las partes implicadas, y en concreto el abogado defensor de Pere Aragonès, Andreu Van den Eynde, recibieron del gobierno de Pedro Sánchez la información preceptiva; una información limitada, con múltiples tachaduras que hacían casi ininteligible los documentos, y en los que se evidenciaba que el CNI había investigado las comunicaciones de Pere Aragonès, por considerar que era uno de los responsables y coordinadores del Tsunami Democràtic; y que esa escucha estuvo autorizada por el juez del tribunal supremo encargado del CNI, Pablo Lucas.
La información solicitada por el juez Santiago García, requería al gobierno toda la documentación en manos del CNI relativa a la compra y uso de Pegasus y a las personas que intervinieron en el encargo, pero el ejecutivo rechazó colaborar hasta este extremo con la investigación ya que, según argumentó, dar estos datos podría poner en peligro a las fuentes del CNI,
La comparecencia fue muy tensa y, por lo que ha trascendido, pues Paz Esteban al ser citada como investigada, no estaba obligada a decir la verdad (sí que hubiera estado obligada de haber sido citada como testigo), dijo lo que le convino. Y esa fue otra de las estratagemas del gobierno de Pedro Sánchez, acordar la presentación de la directora, pero, acotándola mediante todas las argucias legales, otro engaño del embaucador Pedro Sánchez.
Tanto el juez, como los abogados del estado, advirtieron machaconamente al abogado Andreu Van den Eynde que, divulgar cualquier aspecto de la declaración de la exdirectora, supondría un grave delito por desvelar secretos y poner en peligro la seguridad del estado.
Seguidamente, varios ministros del gobierno, Félix Bolaños, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, salieron en tromba en todos los medios, para ratificar que el gobierno, en todo momento, había actuado de acuerdo con la ley, y que ni el CNI ni el poder judicial tienen que dar cuenta al gobierno de sus investigaciones, y que el gobierno ha aceptado desclasificar una pequeña parte de la información, para ‘colaborar con la justicia’.
Esta situación es similar a la de la comisión de control del parlamento, que periódicamente ‘supervisa’ la actuación del CNI; que informa de forma genérica de las principales partidas, sin pormenorizar actuaciones ni el destino de los fondos reservados. Y los diputados asistentes a esa comisión, en la que, desde hace pocos años participan partidos periféricos (PNV, ERC, etc.), deben mantener el secreto y la confidencialidad más absoluta, dado el peligro de ser imputados gravemente.
A nadie objetivo le puede caber que ese tipo de comparecencias, opacas, sin posibilidad de ninguna trascendencia ni de crítica pública, tienen en realidad ninguna función. Les dicen que 2 + 2 son 5, y tienen que asumirlo por acción y omisión.
Si eso es un control, que vengan Mortadelo y Filemón, y nos hagan comulgar con piedras de molino, y, claro, que el CNI siga ‘apatrullando’ la ciudad impunemente, como Torrente.
Y encima, el gobierno de Pedro Sánchez dice que el espionaje de Pere Aragonès, y de los demás independentistas, los empezó el gobierno de Mariano Rajoy. Pero no dicen que continuó un par de años bajo su gobierno.
Si el CNI tiene autonomía, con la autorización de un juez (que, como sabemos, no es ninguna garantía de objetividad ni de legalidad), para espiar a políticos relevantes, de espaldas al ejecutivo, no deja de ser una muestra de la peor Stasi (servicio secreto de la desaparecida RDA); pues la CNI puede actuar ante peligros evidentes y objetivos, pero cuando se interfieren objetivos políticos, es inconcebible, intolerable e inadmisible.
Y si el gobierno, del cual depende el CNI, miente, y lo sabía, es tan malo, como la hipótesis anterior, pues espiar a contendientes políticos, y en plenas negociaciones, no cabe en la ética ni en la moralidad, ni en la decencia, ni en la legalidad.
Todo lo expuesto muestra que, a pesar del sistema electoral, que da una pátina democrática (limitada, por la manipulación mediática y las mentiras de los programas), la práctica real española es una autocracia, un sistema de gobierno que se concentra en una o unas pocas personas, pues los partidos que dan soporte al gobierno, al final, quedan sometidos al más puro chantaje, como hemos visto; y así, sus decisiones y acciones no están sujetas ni a restricciones legales externas, ni a mecanismos regulativos de control democrático. En la práctica, y en cuanto hace referencia a los temas concernientes al núcleo duro del estado, el proceder de los responsables está más próximo a la dictadura que a la democracia.
Vicent Partal, en su editorial de ayer en Vilaweb, explicó que quizás el problema que tenemos es que no hay demócratas, que el sistema democrático es únicamente teórico, pero que en la cumbre del estado no hay demócratas y, yo añado, que en la ciudadanía tampoco.
Estamos en un reino que los poderes del estado actúan a su conveniencia, como vemos estas semanas, en las que el poder judicial está dando un verdadero golpe de estado contra el poder legislativo, y así, ‘mientras que en España los jueces desafían y atacan a la luz del día al gobierno y al parlamento para impedir la futura ley de la amnistía, Siofra O’Leary, la presidenta del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con una contundencia total, respondiendo a una pregunta manifestó: ‘Un juez no puede tomar nunca una posición sobre un proyecto de ley, porque esto sería interferir en el proceso democrático’.
Pero claro, en el opaco reino español, vemos que todo funciona al revés, ya que Pedro Sánchez, incumpliendo los pactos acordados, no ha parado de poner palos a la rueda de la ley de amnistía, al indicar como exclusiones el terrorismo y la traición. Y eso ha dado vida y aire al poder judicial (seguramente ese es su objetivo secreto)
El abogado del president Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, ha manifestado que, en un estado democrático, la ley de amnistía debería ser simple, de dos líneas, diciendo que todos los actos efectuados por el movimiento independentista, entre tal y tal fecha, quedan amnistiados. Pero, claro, estamos en el reino de los funcionarios franquistas, que siguen al pie de la letra con su máxima del ‘vuelva usted mañana’ (de Mariano José de Larra, 1809 – 1837) ante cualquier objeción; y, mientras tanto, siguen machacando, erre que erre, máxime gracias a las facilidades que está dando Pedro Sánchez.
Me parece claro que un ciudadano, en el amplio sentido del término, no puede aceptar un estado tan opaco como el español. Y menos, los pueblos sometidos en todos los sentidos, como el catalán.
Por todo esto, sólo tenemos una salida: forzar todas las costuras del estado, de forma pacífica, para que reviente, explosione, y ese será nuestro momento para conseguir la República Catalana.
No podemos limitarnos a una visión limitada (a la oficial), como la que expresa el siguiente chiste, que reproduzco, para distender un poco el nefasto clima de la situación reflejada.
‘Un hombre se fuga de la prisión dónde ha estado 13 años encerrado e irrumpe en una casa para buscar dinero y armas, pero encuentra a unos jóvenes en la cama.
El fugado ata al chico en una silla y después a la chica en la cama; se le pone encima y le besa el cuello, entonces, se levanta y se va al baño.
Mientras el fugado está en el baño, el joven le dice a su chica: Este tipo es un convicto fugado, mira su ropa, probablemente estuvo mucho tiempo encerrado en la cárcel y no ha visto una mujer en muchos años, además vi como te besaba el cuello; si quiere sexo, no te resistas, no te quejes, haz lo que te diga, hay que satisfacerlo sin importar lo mucho que te disguste, este tipo, probablemente, es muy peligroso, si se enfada, nos matará sin dudarlo. Sé fuerte, cariño, te quiero.
A lo que la chica respondió: él no me besaba en el cuello, me estaba susurrando al oído que era gay, y que tú eres precioso, y me preguntó si teníamos vaselina, y le dije que estaba en el cuarto de baño. Sé fuerte, cariño. Te quiero.’