Es atendido por personal, comprometido en su recuperación, de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Norte de la Ciudad de México.
Personal médico Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Norte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) participa en la recuperación de Martín, paciente de 57 años que superó la COVID-19 y Síndrome de Guillan Barré (SGB) asociado a la infección, caso pocas veces presentado a nivel mundial.
En el mes de abril el paciente enfermó de COVID-19 y un mes después empezó a perder sensibilidad y movimiento en los dedos de manos y pies, lo que le propició varias caídas.
Al internarse por segunda vez en un hospital privado, la primera por COVID-19, se pensaba que los síntomas que registraba Martín eran parte de la debilidad por la baja de peso a causa del COVID-19, pero le realizaron estudios que confirmaron que su padecimiento era SGB.
Debido a la falta de movilidad Martín fue intubado porque su función respiratoria se alteró. Respondió de manera favorable y dado de alta.
“Llevo más de tres meses rehabilitándome, el pronóstico de los médicos era que yo iba a caminar mucho tiempo después, pero por fortuna mi recuperación ha sido muy buena”, expresó Martín.
“La orientación y atención que los especialistas de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación Norte me han brindado, habla del profesionalismo y compromiso que tienen con los derechohabientes, lo que me da la confianza de que se estén haciendo las cosas correctas para mi recuperación”, agregó.
“Martín llegó con nosotros limitado físicamente para realizar diferentes actividades como caminar, vestirse o bañarse. Lo que hicimos fue un monitoreo con estudios neurofisiológicos, una electromiografía, un estudio de potenciales evocados auditivos de tronco cerebral porque a partir del cuadro de COVID-19 tiene alteraciones en la audición”, informó la doctora Aideé Gibraltar Conde, especialista en medicina de rehabilitación.
“El diagnóstico de Guillan Barré con variante Miller Fisher involucra los nervios craneales con parálisis en ambos lados de su cara, como es el caso de Martín”, agregó.
Explicó que del seis al 36 por ciento de pacientes post COVID-19 pueden tener alguna secuela neurológica, como el SGB. Ha habido casos de pacientes post COVID-19 más Guillan Barré, pero a nivel mundial son raros los casos reportados con esa variante que compromete los nervios faciales y alteraciones funcionales.
Dijo que este Síndrome es una lesión al sistema nervioso periférico (polineuropatía), que puede generarse por virus, bacterias, parásitos e incluso hongos, y sí se han visto varios casos relacionados con la enfermedad de COVID-19.
“El tacto lo percibe muy bien pero todavía tiene alteraciones en lo que es la sensibilidad profunda, esto es, si yo provoco otro tipo de estímulos para que pueda captarlos no percibe vibración en las articulaciones, eso indica que tiene un problema en la marcha”, refirió la especialista.
Con Martín manejamos un programa de rehabilitación en casa para evitar contagios por la pandemia; el paciente coopera en su tratamiento farmacológico, es muy constante con sus ejercicios y terapia, lo que ha permitido que esté recuperando su vida, señaló la doctora Aideé Gibraltar Conde.