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Establecer una agenda digital educativa, que sea base de modelos y proyectos pedagógico-educativos: Ana Lilia Herrera

El inicio de clases en situación de emergencia sanitaria, obliga al Gobierno federal a acelerar la formación y actualización del magisterio en las habilidades y competencias digitales y, a fortalecer los sistemas de educación a distancia, razón por la que el Grupo Parlamentario del PRI, en voz de la diputada Ana Lilia Herrera Anzaldo, propuso reformas a cinco artículos de la Ley General de Educación.

La iniciativa busca que el Estado aproveche las multiplataformas existentes como la televisión educativa, las tecnologías de la información, comunicación, conocimiento y aprendizaje digital vía internet. 

Los cambios sugeridos son: que la Secretaría de Educación Pública establezca una Agenda Digital Educativa, que sea base de los modelos, planes, programas, iniciativas, acciones y proyectos pedagógicos y educativos; que la dependencia federal garantice el ejercicio pleno del derecho a la educación de cada persona, con equidad y excelencia.

Asimismo, difunda y fomente las diversas opciones educativas, como la educación abierta y a distancia; asegure que todas las regiones del país cuenten con la infraestructura necesaria para el desarrollo de este sistema de educación a distancia y que el Estado fortalezca las instituciones públicas de formación docente, que las dote de las herramientas necesarias para capacitar a las maestras y maestros de todos los niveles educativos.

“El propósito es establecer una educación digital de excelencia, con infraestructura tecnológica segura, suficiente, apoyada con materiales de enseñanza digitales y el segundo propósito, es ayudar a la Administración pública federal a construir una mejor estructura normativa para que funciones el Sistema Educativo Nacional a favor de las y los estudiantes y sus docentes”, expuso Herrera Anzaldo.

La legisladora por el Estado de México, reiteró que la educación, en la emergencia sanitaria, puso en evidencia la desigualdad en el acceso a este derecho Constitucional, pero si aspiramos a una educación de calidad y excelencia, es fundamental reconocer nuestras limitaciones y aprovechar las oportunidades que brindan las tecnologías a fin de conseguir la igualdad, principalmente en las comunidades con población vulnerable.