El 2024 cerró como uno de los años más violentos para el Estado de México, que se ubicó en el segundo lugar nacional en homicidios, con 2,327 casos, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Este dato solo fue superado por Guanajuato, que registró 3,128 asesinatos.
La violencia golpeó principalmente a municipios clave como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Tlalnepantla, Chalco y Toluca, donde confluyen una alta densidad poblacional, carencias sociales y la operación de grupos delictivos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Tláhuac, que disputan el control del narcomenudeo, la extorsión y el robo en transporte público.
Crimen en ascenso: más allá de los homicidios
El panorama no se limita a los asesinatos. Otros delitos de alto impacto han azotado la entidad, reflejando la complejidad de la inseguridad:
- 3,512 casos de extorsión: Municipios como Ecatepec, Toluca y Nezahualcóyotl destacan como epicentros de este delito.
- 9,784 robos a transporte público, consolidando al Estado de México como líder nacional en esta modalidad, con Naucalpan y Tlalnepantla como puntos críticos.
- 1,875 casos de secuestro, afectando principalmente a municipios como Chalco, Valle de Chalco y Tecámac.
- 12,967 denuncias por violencia familiar, que reflejan un deterioro en la convivencia social y el impacto de la crisis económica en los hogares.
Estas cifras son una muestra de cómo la inseguridad permea no solo las calles, sino también los espacios privados, generando un ambiente de temor constante entre los mexiquenses.
El impacto en las comunidades más vulnerables
Municipios como Chimalhuacán, Chalco, Zumpango y comunidades rurales como Amecameca enfrentan una combinación de problemas que exacerban la violencia: pobreza, marginación y la falta de servicios básicos. En zonas como San Pablo Autopan (Toluca), los ciudadanos reportan la ausencia de espacios seguros y el acecho constante de bandas locales que operan impunemente.
En el sector económico, pequeños comerciantes y transportistas han sido blanco de la delincuencia. En Ecatepec, el 37% de los negocios locales reportó haber sido víctima de extorsión durante 2024. Este fenómeno no solo afecta a las familias, sino que también limita las oportunidades de desarrollo económico en la región.
Gobernadora Delfina Gómez: medidas para frenar la ola delictiva
Ante este panorama, la gobernadora Delfina Gómez ha intensificado las estrategias de seguridad en el estado. Entre las acciones más destacadas están la “Operación Enjambre”, que incrementó la presencia policiaca y los operativos sorpresa en municipios prioritarios, y la “Operación Atarraya”, en colaboración con la Guardia Nacional y el Ejército, que ha logrado desmantelar células delictivas vinculadas al CJNG y otros grupos criminales.
En el ámbito social, el gobierno estatal también lanzó programas para prevenir la violencia en jóvenes, invirtiendo en talleres educativos y deportivos. Sin embargo, expertos coinciden en que estas acciones aún son insuficientes para contrarrestar el impacto de décadas de abandono en comunidades vulnerables.
El reto de 2025: recuperar la seguridad y la confianza
El Estado de México enfrenta un gran desafío: garantizar la seguridad en una de las entidades más complejas del país. Aunque las estrategias implementadas han mostrado avances, la desconfianza en las instituciones de seguridad y justicia sigue siendo alta, lo que desalienta a muchas víctimas a denunciar.
La clave para el próximo año será redoblar los esfuerzos en prevención social, atacar las raíces de la violencia y reforzar la coordinación con autoridades federales. Con un promedio de 6.3 homicidios diarios, la entidad tiene en sus manos un reto histórico para revertir esta tendencia y devolver la tranquilidad a los mexiquenses.