Todos en redes sociales o en la sección de chismes de algún medio hemos visto algo relacionado al juicio de Johnny Depp y Amber Heard; y es que si somos honestos el morbo atrae por que en nada afecta nuestra vida este tipo de sucesos. Sin embargo, en este caso es interesante analizar un poco del por qué de la decisión de Heard de cambiar, en el último minuto, al equipo encargado de su imagen.
Debemos tener claros ciertos aspectos, antes que nada, esta demanda se lleva a cabo porque Depp quiere recuperar un poco del valor de marca que perdió luego de que, tras su divorcio, Heard publicara en 2018 en el Washington Post un artículo de opinión en el que la actriz se describió a sí misma como “una figura pública que representa el abuso doméstico”, lo que para el actor y su equipo fue catalogado como catastrófico para su carrera, ya que, posterior a esto, perdió acuerdos para filmar las películas Piratas del Caribe 6 y Animales Fantásticos, además de que no ha podido trabajar en ningún proyecto importante desde entonces.
Otro aspecto destacado es algo que Depp dijo en el juicio “Cuando las alegaciones en mi contra dieron la vuelta al mundo, mi carrera se acabó” pues sería percibido como una amenaza que le pega a las mujeres y se droga por el resto de su vida, y tal parece que antes de este juicio así era; tanto así que por eso perdió los contratos antes mencionados. Asimismo, también durante lo que va del juicio, han buscado dejar en claro que esto no se trata de venganza, sino de limpiar la imagen del actor por el bien de él y el de sus hijos.
El último punto a considerar es que, en lo que va del juicio, se ha puesto en jaque la credibilidad de Heard, pues se ha demostrado no sólo dentro del ámbito legal, sino en las mismas redes sociales que, algunas de las verdades propuestas por la actriz y su equipo de abogados no son verdad como por ejemplo: mintió sobre algo tan simple como el maquillaje que usaba para ocultar los supuestos golpes que le propinaba Depp o con algo tan delicado como las donaciones, y es que Amber se comprometió públicamente en 2017, luego de su divorcio, a donar el total del acuerdo -un monto de $7 millones de dólares- a organizaciones benéficas y, gracias a este juicio, ha salido a la luz que sólo ha donado $1.3 millones. Lo que evidentemente hace que la audiencia se cuestione si sólo mintió sobre eso, o sobre qué más está mintiendo.
Ciertamente Heard sabe la importancia de mantener una buena imagen, y la narrativa que se ha manejado hasta el día de hoy no ha ayudado en nada a la suya. Y es que, la importancia que tiene el cómo transmiten los medios de comunicación el mensaje verbal y no verbal en este tipo de casos es tan importante, que a medio juicio, Heard, ha decidido cambiar a su equipo de comunicación y contratar una agencia nueva pues la cobertura mediática respecto de su imagen sin duda ha sido desafortunada, por decir lo menos.
Es impresionante ver cómo en este tipo de juicios impacta sobre la percepción del público en general, sobre todo por el alcance mediático que tiene, desde: el cómo llegan al juzgado, el cómo se visten o su arreglo personal en general, su manera de reaccionar ante las palabras de terceros, su forma de hablar y también, los mensajes que están compartiendo en la sala, la forma en la que los transmiten los medios y las redes sociales y como estos son interpretados y reinterpretados; pero lo que más impresiona es que, sin importar el resultado del mismo o bien a quién le da la razón el jurado, la audiencia, gracias a todos esos estímulos en conjunto se ha creado una imagen determinada de cada uno, tiene ciertas emociones invertidas en el “asunto” y, por ende, ha resuelto si está a favor o en contra, lo que, en el medio de las figuras públicas, es sumamente importante pues esto podría cambiar por completo el rumbo de sus carreras y el de todas las personas que les rodean