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Eterno retorno español: nuestro ouróboros.


Traigo a colación el eterno retorno, pero  entendido aquí en un sentido muy reducido, es decir, a la mera dinámica cíclica, obviando la complejidad tanto de la concepción filosófica del tiempo, como de la consideración del eterno retorno por parte del ‘Superhombre’ de Friedrich Nietzsche.

Y es que ese retorno mecánico creo que es ilustrativo para simbolizar la estrategia seguida por el estado español respecto a Catalunya; por lo que me parece que la metáfora de ese eterno retorno, es decir, el ouróboros o uróboros (serpiente o dragón en forma circular) puede ser el símbolo perfecto del estado profundo español.

El estado español nos ha condenado a los catalanes a un eterno retorno de lo mismo, a repetir un ciclo vicioso, el del palo y la zanahoria, esas promesas siempre incumplidas; mientras que otras veces, ese ciclo se complementa con decisiones ocultas.

Un ejemplo recientemente conocido ayer es que “el ministro de interior, Grande-Marlaska, gastó 540.000 € en edificios, para adecuar los cuarteles de la Guardia Civil en Catalunya, justo antes de las protestas por la sentencia del 1 de octubre del 2017 (por el referéndum). La adjudicación del contrato, escondida hasta ahora y hecha a dedo, sin licitación pública, ensalza la capacidad del cuerpo para garantizar ‘la integridad territorial y el ordenamiento constitucional’ del Estado (…) Una resolución que se hizo por el procedimiento de urgencia conocida ahora al ser publicada en el portal de contratación del Estado, casi ocho meses después de producirse.

El objeto de la adjudicación es resolver ‘las evidentes necesidades logísticas existentes en Catalunya y adecuar sus edificios, de cara a la próxima llegada de dotaciones de agentes de la Guardia Civil, para proporcionar alojamiento seguro dentro de los cuarteles y evitar situaciones de grave riesgo, peligro y deterioro de la imagen de la institución y, por lo tanto, del Estado’. Para evitar que se repitieran las imágenes de protestas delante de los hoteles donde se alojaron los agentes llegados para frenar el referéndum.

Así mismo, la resolución señala que la decisión se tomó ‘después de haber analizado los diferentes escenarios a los que podía evolucionar la situación, ante su imprevisibilidad y con la finalidad de garantizar la capacidad de iniciativa de la Guardia Civil para el cumplimiento de las misiones que, en materia de seguridad pública o en el ámbito de la defensa nacional les puedan ser encargadas’. Cita, en este sentido, tanto la defensa ‘de los derechos y libertades de los ciudadanos’ como ‘la soberanía, independencia, integridad territorial y el ordenamiento constitucional del Estado’“ (Naciódigital).

Otro ejemplo, de hoy, es la sentencia del tribunal supremo prohibiendo el uso de las banderas ‘esteladas’ (independentistas) o banderas LGTBI en las fachadas de los edificios públicos, es decir, la prohibición de colocar todo tipo de símbolo no oficial. El tribunal supremo se refiere a una sentencia recurrida por el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife (Canarias) del 2016, por exhibir como bandera nacional canaria la de siete estrellas verdes. Es decir, considera que su uso, compartido por los símbolos oficiales, ‘no resulta compatible con el marco constitucional y legal vigente, y en particular, con el deber de la objetividad y neutralidad de las administraciones públicas’ y se ha de respetar el ordenamiento jurídico, ‘a pesar de que su uso fuera acordado y votado por la mayoría de los grupos políticos del ayuntamiento o cualquier otro estamento oficial’.

“El dictamen llega justo en el contexto en que el president de la Generalitat, Quim Torra, está a la espera que el tribunal supremo resuelva sobre su inhabilitación por un delito de desobediencia por mantener una pancarta sobre la libertad de los presos políticos, en el balcón del Palau de la Generalitat” (Naciódigital).

Estos ejemplos, son sumamente ilustrativos del pensamiento nacional-unionista, lo que decíamos del ‘todo por la patria’.

Ahora bien, nuestro masoquismo no nos debería obnubilar y superar el pensamiento del ‘peix al cove’ (pájaro en mano) de la era de Jordi Pujol, que postulaba que la mejor forma era ir consiguiendo pequeños logros, muy de tanto en tanto. Y esta política ahora también la ha adoptado ERC. El ‘posibilismo’, el ‘pragmatismo’, parece que ha de ser nuestra ‘nueva’ doctrina: apoyar lo que quiera y pida el gobierno de turno de Madrid, a cambio de nuevas promesas (que incumplirá) o dará más café para todos (excepto para los vascos y navarros, que ya tienen su propia cafetera).

Ese nuevo rumbo pragmático, no lo comparten todos sus afiliados, como vimos ayer, cuando Jordi Pesarrodona, exconcejal del Ayuntamiento de Sant Joan de Vilatorrada (Barcelona), activista y payaso (famoso por su foto, con la típica nariz de payaso, junto a un número de la guardia civil, que le comportó ser  imputado, y está pendiente de juicio), anunció que rompía el carnet de afiliado a ERC, tras 25 años de militancia, alegando que ‘no se sentía representado por la formación republicana por su política de pactos con el PSOE. Me doy de baja de militancia. Así no me siento prisionero de decisiones que no entiendo. Los últimos asuntos de país precipitan esta decisión. (…) Asimismo, demasiadas veces me he sentido muy solo. Cuando hice mi protesta, una de las protestas más blancas que se pueden hacer, una sonrisa ante la barbaridad, me sentí desautorizado, hasta que no llegó la imputación no llegó el apoyo del partido” (La Vanguardia).

Me parece claro que las ilusiones generadas en estos últimos años difícilmente van a desaparecer, muchos las seguimos teniendo, aunque de cada vez veamos más irrealizable nuestro sueño de independencia. Por lo que agradecemos a nuestro president en el exilio, Carles Puigdemont, y a nuestro president en ejercicio, Quim Torra, que sigan manteniendo el pulso con el estado, dominado por el estado profundo, como hemos venido viendo.

Los independentistas somos conscientes que todo sistema tiene su nivel de entropía, de incertidumbre, y que el camino no será una línea recta y rápida, pero necesitamos mantener ese objetivo, ya que la alternativa, como evidencian las noticias citadas, es muy dura y negra; que la guardia civil asuma como una misión suya la defensa de nuestros derechos y libertades, desconcertaría hasta al paciente Job, pues ya vimos cómo la gastaron el día del referéndum reprimido, esa es su forma de defender nuestros derechos y libertades, golpearnos impunemente.

Nuestro ouróboros también utiliza los fake

Asimismo, hemos de ser conscientes de que estamos en una época de la máxima información y, por lo tanto, de infoxicación (información + intoxicación), y todos sabemos que hay muchas mentes que utilizan la usurpación de perfiles de forma fraudulenta, para obtener fines inmorales, como son desprestigiar a una persona, un movimiento, etc.

Estos días hemos tenido un buen ejemplo, que yo cité en mi escrito de ayer, contribuyendo, erróneamente, a su divulgación. Por lo que seguidamente lo explicaré, con la información actual:

1 – reproducción de mis observaciones en el escrito de ayer (31 de mayo):

“Carta de David Fernández dirigida a un actor (evito citar su nombre, por lo que comentaré al final.

(…)

Todos sabemos que en las redes sociales corren noticias falsas, y no tengo la certeza de que esta carta no lo sea (por eso he evitado el nombre del destinatario), pero me encaja mucho, y refleja detalladamente el tema objetivo de este escrito, y ‘se non è vero, è ben trovato’”.

2 – David Fernández, en un twitt de ayer (31 de mayo):

“Para aclarar y evitar más confusiones. NO. NO soy yo. En ningún caso. Yo no soy el David Fernández que ha escrito una carta al bueno de Juan Diego Botto. Y si algún día le escribo, nunca olvidaré que me dirijo al hijo de un asesinado-desaparecido por la dictadura militar argentina. Salud”  

3 – Comentario en Elnacional.cat, de ayer (31 de mayo):

“David Fernández niega la carta viral dirigida a un famoso actor, Juan Diego Botto.

Las bolas, fakes y mentiras se escampan por la red a la velocidad del relámpago.  Miles de mensajes van y vienen descontrolados por las diferentes plataformas, sin que casi nadie pueda comprobar su veracidad. Un hecho que, sumado a la situación política y la crispación de los internautas, convierte el mundo virtual casi en un escenario de guerra. La confusión manda, y una buena muestra es la polémica surgida a raíz de una carta dirigida al actor Juan Diego Botto, de conocida ideología de izquierdas, en el entorno del descubrimiento por parte de muchos españoles de que la Guardia Civil puede manipular, intoxicar y agredir en nombre de la patria. La ‘grande y libre’, está claro.

El escrito ha ido saltando por plataformas como Facebook o Whatsapp, e iba firmada por David Fernández. Todos la atribuimos equivocadamente, al exdiputado de la CUP, periodista y activista” (Elnacional.cat)

Ahora he visto que la mencionada carta, falsamente firmada por David Fernández, tiene la fotografía y aparece un tal: Davictus.cat, que, por lo que parece, ya no confirmo nada, se trata de un reconocido independentista; pero puede ser otra fake, o fue otro engañado.

4 – Juan Diego Botto, en un twuitt del 28 de mayo:

“Aquí lo que subyace es que entienden que todos los que lucharon contra el franquismo (y pusieron el cuerpo para traer la democracia) son terroristas. Es de una gravedad extrema. En cualquier democracia sana quienes enfrentaron la dictadura son aplaudidos y respetados”.

5 – Origen del caso:

El pasado martes, en la sesión de control del gobierno de Pedro Sánchez, Cayetana Álvarez de Toledo, diputada del PP, se refirió a Pablo Iglesias como ‘hijo de terrorista’ (por sus vínculos con el FRAP. Lo que ha reportado a Cayetana numerosas respuestas tanto críticas como de aplauso.

Francisco Javier Iglesias fue detenido en 1973 y encarcelado en Carabanchel por repartir propaganda del 1 de Mayo. Para la dictadura era un criminal y para la marquesa, hoy día, también.  

6 – Observación final:

Obviamente, no puedo confirmar nada, ya que todo es muy confuso, pero la experiencia nos ha mostrado, incluso muy recientemente, cómo la guardia civil establece determinados informes: el que ha comportado el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, por citar el último, y cómo participa en la infoxicación, sólo hace falta recordar el informe del teniente coronel Daniel Baena (Alias ‘Tácito’ en las redes), que la fiscalía asumió acríticamente, y comportó el encarcelamiento de nuestros representantes sociales y políticos.

Un amigo me facilitó el enlace al semanario El Temps, en el que se publica un artículo titulado “Ex golpistas del 23-F (día del golpe de estado de Tejero) mandan en la guardia civil”, escrito por Ismael López Belda, y publicado el 22 de mayo de 1989 (núm. 257). Y parece muy actual, ya que, ‘de aquellos polvos estos lodos’, por lo que recomiendo su lectura.

Como vemos, estamos encadenados al eterno retorno, para el cuál todo, TODO, vale; por lo que nos quedan dos opciones:

·       ilusionarnos con el sueño de que la serpiente ouróboros, acabe autodeborándose, o

·       avanzar unidos para romper, democráticamente, con su maléfico ciclo, para que ese retorno pase a la historia. No hay otra.

Nota final:

Sólo me queda pedir disculpas por haber participado en la rueda de confusión con la mencionada falsa carta de David Fernández, pero, tal como comenté, su mensaje me parecía correcto, ya que explicitaba realmente el pensamiento que tenemos muchos (otra cosa es el destinatario, obviamente).

Amadeo Palliser Cifuentes