MILÁN, 26 oct (Reuters) – Los líderes europeos advirtieron el lunes que se avecinan meses difíciles ante el resurgimiento de la pandemia COVID-19 en el continente, que ha obligado a las autoridades a imponer nuevas restricciones para tratar de frenar la propagación de la enfermedad.
La noticia del fin de semana de que la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca Plc produjo una respuesta inmune tanto en ancianos como en jóvenes ha sido uno de los pocos acontecimientos positivos de los últimos días.
Sin embargo, el ministro de Salud británico, Matt Hancock, indicó que las dosis no estarán disponibles hasta el año que viene. En otros lugares el panorama es implacablemente sombrío. Varios países han anunciado recientemente un aumento sin precedentes en el número de contagios. Es el caso de Francia, que el domingo registró por primera vez más de 50.000 positivos. Europa, mientras, ha superado el umbral de las 250.000 muertes. Los gobiernos han intentado evitar hasta última hora confinamientos como los del pasado mes de marzo, que tuvieron un impacto devastador en la economía. Pero el avance de la enfermedad ha obligado a muchos a países a poner en marcha medidas cada vez más severas. “Nos enfrentamos a meses muy, muy difíciles”, dijo la canciller alemana Angela Merkel en una reunión con los líderes de su partido, Unión Demócrata Cristiana, según el diario Bild. Aunque Alemania ha lidiado con la crisis relativamente mejor que otros países de Europa, en las últimas semanas ha experimentado un aumento considerable en el número de casos. El lunes, además, el instituto Ifo reportó que la confianza de las empresas germana cayó en octubre por primera vez en cinco meses. El pesimismo en torno al resurgimiento del virus también pesó el lunes en los mercados financieros, donde los precios del petróleo cayeron ante el temor a otro hundimiento de la demanda. Los mercados de valores también cedieron. En España, que ha reportado más de un millón de casos de COVID-19, el presidente Pedro Sánchez aseguró el domingo que el país se enfrentaba a una situación “extrema”, al tiempo que anunciaba un nuevo estado de emergencia que incluye toques de queda nocturnos a nivel local y la prohibición de viajar entre distintas comunidades autónomas en determinadas circunstancias. Italia, el país más afectado durante la primera etapa de la pandemia en Europa el pasado marzo, también impuso nuevas restricciones. El Gobierno ordenó el cierre de bares y restaurantes a partir de las 6 pm, el cierre completo de cines y gimnasios y toques de queda en varias regiones. Los enfrentamientos callejeros con pequeños grupos de manifestantes durante el fin de semana y las airadas críticas de los propietarios de restaurantes y grupos empresariales sobre el impacto de las medidas subrayaron el clima cada vez más tenso al que se enfrenta el presidente, Giuseppe Conte.
Reporte de las oficinas de Reuters. Editado en español por Marion Giraldo y Jorge Martínez