- Efectos: náuseas, vómitos, dolor de cabeza, calor de la piel, sopor, somnolencia, y alteración de las fibras musculares; es vital mantenerse hidratado con agua natural y no acudir a lugares concurridos donde se concentre el calor.
Ante las altas temperaturas es necesario protegerse para evitar una insolación que puede provocar síntomas graves como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, calor de la piel, sopor, somnolencia y alteración de las fibras musculares, advirtió la médica Trinidad Sánchez Ramírez del IMSS Estado de México Oriente, quien exhortó a la población a protegerse en caso de salir a la calle, a usar ropa ligera, de colores claros y manga larga, así como evitar realizar actividades entre las 11 de la mañana y las tres de la tarde.
Al respecto, dijo, es necesario usar filtro solar en las áreas expuestas al sol, así como cubrirse con sombrilla, gorra o sombrero. También es vital mantenerse hidratado con agua natural y, de ser posible, no acudir a lugares concurridos donde se concentre el calor.
Añadió que en los meses de primavera y verano, cuando las temperaturas llegan alcanzar en algunos estados del país los 104°F (40°C) o más se recomienda a la población evitar el choque térmico o golpe de calor, que es un exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas.
El golpe de calor requiere tratamiento de urgencia. El golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.
Afirmó que se debe tener especial cuidado con los bebés, quienes aún no cuentan con madurez de los mecanismos que regulan su temperatura; en los adultos mayores, que por su edad avanzada han perdido esa capacidad de regulación, y los pacientes con alguna enfermedad crónico-degenerativa, que por su situación médica se precipitan al golpe de calor.
Por ello, hizo un llamado a los derechohabientes a activar los servicios de emergencias ante la presencia de un choque térmico, acudir a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) que les corresponda o a los servicios de atención médica continua o Urgencias, ya que síntomas como aumento de la temperatura corporal, deshidratación, piel caliente o seca, resequedad de boca, sudoración excesiva, dolor de cabeza, debilidad y calambres, están relacionados con la presencia de este padecimiento.
La doctora Trinidad Sánchez Ramírez ofreció las siguientes recomendaciones cuando tengamos las altas temperaturas de primavera y verano: beber agua con frecuencia, permanecer en lugares frescos o climatizados, evitar practicar alguna actividad física al aire libre en las horas más calurosas, hacer comidas ligeras como ensaladas, frutas y verduras que ayuden a reponer las sales perdidas por la traspiración del cuerpo.