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Tradicionalmente, los partidos de izquierda siempre acaban divididos, por su ejercicio de autocrítica, mientras que los partidos de derecha nunca se replantean sus tesis y acciones. Ayer tuvimos un nuevo ejemplo, con la editorial del maestro Vicent Partal, director de Vilaweb, como explico en este escrito.
La editorial de Vilaweb del pasado 3 de octubre, Partal la tituló: ‘No es esto, Comín, no es esto’, y criticó que el eurodiputado sin acta, Toni Comín, de Junts, reconociese que si el poder judicial retirase la orden de busca y captura, iría a Madrid a jurar la constitución, ya que es un requisito para poder acceder al acta de eurodiputado.
Vicent Partal, tras reconocer los valores del exilio (frente al todopoderoso estado español), y los ponderables (sacrificios y limitaciones) que comportan siete años sin poder volver a su casa, a su entorno y amistades, comentó que expresar el deseo de volver, jurar la constitución y, así, poder conseguir el acta de eurodiputado, era echar por la borda gran parte de los valores defendidos durante esos años de exilio.
Tras años de seguimiento de los artículos y libros de Vicent Partal, que siempre he considerado magistrales e inspiradores, la mencionada editorial me planteó inmediatas discrepancias, y pensé en contestar, con este escrito.
Ahora bien, ayer, 4 de octubre, Vilaweb publicó un largo escrito de Toni Comín, titulado ‘Sí que es esto: Carta abierta a Vicent Partal’, en el que el político se explicó, con gran detalle y claridad, defendiendo que si el estado español hace un paso atrás, y retira su orden de busca y captura, y puede volver a España, sin riesgo de ir a la cárcel, jurar por ‘imperativo legal’, como hicieron todos sus colegas, no sería un paso grato, pero tampoco un obstáculo; y eso no representaría sacrificar ni abandonar la lucha internacional, en todos los órdenes.
Yo estoy totalmente de acuerdo con Toni Comín, y dado que éste se explicó de forma extensa y clara, me parece que no procede reincidir al respecto.
Ahora bien, sobre el particular, me parece interesante destacar diferentes aspectos:
- Que es muy positivo expresar de forma educada y argumentada las respectivas opiniones, como hemos visto en ambos casos, ya que los dos autores expresan el reconocimiento y respeto del otro.
- Y que es muy honorable que Partal haya publicado en Vilaweb, de forma destacada, la respuesta de Comín. Y eso es una muestra de ética, que no es frecuente en otros medios de comunicación, que dedican grandes espacios para sus críticas, pero, después, no rectifican, no incluyen las contra-críticas, o, tras sentencias judiciales contrarias a las tesis editoriales del medio, publican éstas en miniespacios en lugares nada destacados.
Este ejemplo me parece ilustrativo para resaltar el purismo, el celo y la honestidad, de Vicent Partal y Toni Comín; valores que no suelen estar presentes en nuestro entorno.
Generalmente se reconoce que las derechas, fomentadas por unas élites, suelen ser más pragmáticas y racionales respecto al poder económico y político; mientras que las izquierdas, de base popular y transversal, suelen ser más idealistas, utópicas, y morales.
Y esas genéricas explicaciones, confirmadas históricamente, me parece que podemos aplicarlas a la disputa que nos ocupa, pues los ideales y las utopías tienen un sustrato subjetivo, por lo que no son monolíticas (ya que sus planteamientos contemplan la complejidad de la población), como sí que lo son las reduccionistas mecánicas e impúdicas razones (muchas veces inconfesables) de las derechas.
En definitiva, que, visto en perspectiva, agradezco a los dos autores, Vicent Partal y Toni Comín, por su muestra de honestidad, estimulante e inspiradora.
Pero no se me escapa que estas honestas disputas, puedan desmotivar a votantes, a personas próximas, pero menos autocríticas. Y este es un riesgo del ‘juego’ que nos ocupa, por lo que sería de agradecer evitar un exceso de purismo que, como vemos en nuestras manifestaciones, acaban siendo divisorias.
