PARÍS (AP) — Los turistas ahora necesitarán un pase COVID especial para subir a la torre Eiffel o visitar museos o cines franceses, el primer paso en una nueva campaña contra lo que el gobierno calificó de un aumento “estratosférico” de infecciones de la variante delta.
Al entrar en vigor la nueva regla el miércoles, los turistas que llegaron al emblemático monumento parisino sin ir preparados se formaron en el sitio de pruebas rápidas del virus. Para obtener el pase COVID, las personas deben demostrar que están totalmente vacunadas, tener una prueba negativa del virus o demostrar que recientemente se recuperaron de una infección.
“El mundo se enfrenta a una nueva ola y debemos actuar”, dijo el primer ministro Jean Castex.
La solución, dijo el miércoles al canal TF1, es “vacunación, vacunación, vacunación”, instando a sus compatriotas a registrarse para ser vacunados para evitar nuevos cierres.
De los 18.000 casos positivos registrados el martes, dijo que 96% de las personas involucradas no estaban vacunadas.
En la torre Eiffel, trabajadores con mascarillas escaneaban los códigos QR en los pases de salud digitales, o revisaban certificados de pruebas o vacunación impresos. Tras un decreto oficial, las medidas entraron en vigor el miércoles en sitios culturales y turísticos.
Las reacciones hacia los nuevos requisitos eran variadas.
“Quería venir aquí con mi mamá, así que tuve que hacerme la prueba para poder viajar”, dijo Juan Truque, un contador que visitaba de Miami y que no está vacunado. “Nos obligan a usar mascarillas y hacer cosas similares que de alguna forma son imposiciones… para mí son violaciones a tu libertad”.
Johnny Nielsen, un turista danés que viajaba con su esposa y dos hijos, comentó que “en Dinamarca necesitas pases en todos lados”. Así que aunque se cuestionó la utilidad de las normas francesas, dijo que no lo hacían reconsiderar sus planes de viaje.
Mientras tanto, el presidente Emmanuel Macron quiere extender el requisito del pase COVID a todos los restaurantes franceses y muchas otras áreas de la vida pública, así como exigir que todos los trabajadores de salud estén vacunados. Una propuesta de ley que permitiría esos cambios se debatía el miércoles en la cámara baja del parlamento.