LONDRES/BRUSELAS, 22 dic (Reuters) – Francia reabrirá el miércoles sus fronteras a los pasajeros procedentes de Reino Unido, poniendo fin a un bloqueo destinado a detener la propagación de una nueva variante del coronavirus, pero que ha detenido a miles de vehículos de carga en los días previos a la Navidad.
Gran parte del mundo cerró sus fronteras con Gran Bretaña después de que se descubrió una variante del coronavirus que se propagó rápidamente por el sur de Inglaterra.
Mientras filas de camiones que serpenteaban en el horizonte en Reino Unido y estantes de supermercados vacíos pocos días antes de Navidad, el primer ministro británico Boris Johnson se apresuró a conseguir que el presidente francés Emmanuel Macron levante la prohibición de transporte de mercancías desde Gran Bretaña.
Al terminar el martes, Londres llegó a un acuerdo con París para permitir a los franceses y otros residentes de la UE volver a casa, siempre que tengan una prueba negativa de COVID con menos de 72 horas de antigüedad.
Gran Bretaña dijo que se darán más detalles más tarde, pero aún así aconsejó a los camiones que no viajen a la región de Kent, donde se encuentran los enlaces ferroviarios y de transbordadores más utilizados.
Johnson y sus asesores dijeron que la variante mutada del coronavirus, que podría ser hasta un 70% más transmisible, se estaba extendiendo rápidamente pero que había sido identificada porque los científicos británicos eran muy eficientes en la vigilancia genómica.
Más temprano, la Comisión Europea aconsejó que se desalentaran los viajes no esenciales hacia y desde Gran Bretaña, pero dijo que se debería permitir que las personas que se dirigen a sus hogares lo hagan, siempre que se sometan a una prueba de COVID-19 o a una cuarentena durante 10 días.
Sin embargo, los controles fronterizos se rigen por la política nacional, por lo que cada país de la UE puede tener sus propias reglas.
Una opción es poner en marcha pruebas masivas de COVID-19 para los conductores de camiones, pero los resultados pueden tardar entre 24 y 48 horas, por lo que no estaba claro de inmediato la rapidez con la que los camiones podrían volver a moverse antes de la Navidad.
El descubrimiento de la nueva cepa, cuando comienzan a desplegarse vacunas contra el virus, sembró una nueva ola de pánico por una pandemia que ha matado a cerca de 1,7 millones de personas en todo el mundo y a más de 67.000 en Gran Bretaña.
La principal preocupación es que la variante es significativamente más transmisible que la cepa original.
Los científicos dicen que no hay pruebas de que las vacunas que se están desplegando actualmente en el Reino Unido -de Pfizer y BioNTech- no protegerán contra la variante, conocida como B.1.1.7.
PREOCUPACIÓN POR LOS ALIMENTOS
El Reino Unido está en cuarentena efectiva de COVID-19 a sólo nueve días de que separe su camino de la UE tras un período de transición, lo que se considera como uno de los mayores cambios en la historia británica posterior a la Segunda Guerra Mundial.
Países de toda Europa y de otros continentes suspendieron el fin de semana los viajes desde Gran Bretaña. Alemania impuso una prohibición a los viajeros del Reino Unido desde el martes, la que podría durar hasta el 6 de enero.
También se han detectado casos de la nueva cepa en otros países, como Dinamarca e Italia. Expertos han dicho que la prevalencia encontrada en Gran Bretaña podría deberse a una mejor detección.
La crisis fronteriza de Gran Bretaña llevó al pánico entre los consumidores y algunos supermercados carecían de pavo, papel higiénico, pan y verduras en sus anaqueles.
El gobierno dijo que había suficiente comida para la Navidad, pero el líder del mercado Tesco y su rival Sainsbury’s dijeron que los suministros de comida se verían afectados si la interrupción continuaba.
CONDUCTORES VARADOS
Gran Bretaña dijo que 632 camiones estaban estacionados en la autopista M20 en Kent, en el sur de Inglaterra, y 2.188 en el cercano aeropuerto de Manston, que ahora se utiliza como un aparcamiento gigante para camiones.
Si bien los camiones todavía pueden cruzar desde Francia a Gran Bretaña, no pueden regresar, por lo que los camioneros europeos son muy reacios a realizar el trayecto.
El cierre de las fronteras estaba causando dolores de cabeza en toda Europa, especialmente a los que trataban de transportar alimentos perecederos. Los proveedores de leche ya estaban tratando de aumentar las existencias en Gran Bretaña antes del Brexit definitivo.
“El plan era abastecerse en los próximos 10 días, de modo que si había un problema con el Brexit hubiera existencias para enero”, dijo Alexander Anton, el secretario general de la Asociación Lechera Europea. “Ahora no se puede encontrar una empresa de transporte para enviar un conductor al Reino Unido”.
Lactalis, la mayor compañía de lácteos del mundo, ha tenido que reprogramar algunas entregas a Gran Bretaña debido al cierre de la frontera, dijo un portavoz del grupo francés.
Al amanecer, cientos de conductores varados esperando que se les permitiera cruzar a Francia por ferry o por el túnel del Canal de la Mancha prepararon té y café después de pasar la noche en la autopista M20.
Algunos, que maldecían a Johnson y Macron, dijeron que sólo querían volver a casa a tiempo para la Navidad.
Información de Guy Faulconbridge y Kate Holton; traducido por Jose Elías Rodríguez y Darío Fernández; Editado en español por Javier López de Lérida