Buscar

Frente al ‘acósmico’ estado español: histéresis y resiliencia.

Nota previa: hoy se cumplen tres años de prisión de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, líderes sociales, activistas civiles, encarcelados por un juicio farsa, vengativo contra el movimiento independentista catalán.

Ayer, Joan Subirats i Humet, regidor de cultura del Ayuntamiento de Barcelona, en una entrevista en la televisión catalana (TV3, programa ‘Més 324’), comentando la incidencia del Covid-19, aportó un punto de vista que, a pesar de ser simple, me pareció muy interesante, ya que explicó que los ciudadanos, obviamente, debemos ser resilientes, pero siendo conscientes de la histéresis, las repercusiones que tenemos y tendremos.

Sobre la resiliencia ya me explayé en diferentes escritos, pues esta capacidad me parece fundamental, por lo que únicamente me limitaré a un mero recordatorio; para profundizar en la histéresis, término que yo desconocía.

Resiliencia: del latín ‘resiliens, -entis, part. Pres. act. De ‘resilïre’, saltar hacia atrás, rebotar, replegarse.

(diccionario RAE)

“Resiliencia significa volver a la normalidad, de volver al estado natural, especialmente después de alguna situación crítica e inusual. En psicología, se entiende como la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. En mecánica, es la capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación”

(Wikipedia)

Es decir, ‘es la capacidad de salir adelante y además usar las experiencias negativas para ello’; un ejemplo habitual, es la pelota de tenis, que, al chocar con la raqueta o el suelo, se deforma, pero, unos segundos después, recupera su forma habitual.

A mi me parece un término muy adecuado, pues entrelazar la resistencia y la flexibilidad, creo que son las características precisas para afrontar y superar cualquier tipo de problema. Y es verdad que, como se define, comporta asumir e interiorizar las experiencias negativas. Pero me parece que no debemos olvidar esas experiencias negativas, ya que esas mismas nos hacen cambiar y, como dijo Heráclito de Éfeso (540 a. C.- 480 a. C.), nunca nos podremos bañar en el mismo río, pues ni el río, ni nosotros, volveremos a ser los mismos, todo es efímero. Y después de una experiencia negativa, tampoco volveremos a ser o pensar como antes, por mucho que las asumamos.

Histéresis: del griego ‘hystérësis, retraso; derivado de ‘hysteros’, posterior.

Fenómeno por el que que el estado de un material depende de su historia previa y que se manifiesta por el retraso del efecto sobre la causa que lo produce.

(diccionario RAE)

“Si bien el fenómeno había sido observado previamente, el término fue acuñado en 1890 por Alfred Ewing.

(…)

En física se encuentra, por ejemplo, histéresis magnética si al magnetizar un ferromagneto, éste mantiene la señal magnética tras retirar el campo magnético que la ha inducido.

(…)

La histéresis magnética es el fenómeno que permite el almacenamiento de información en los platos de los discos duros o flexibles de los ordenadores: el campo induce una magnetización, que se codifica como un 0 o un 1 en las regiones del disco. Esta codificación permanece en ausencia de campo, y puede ser leída posteriormente, pero también puede ser invertida, aplicando un campo en sentido contrario.

(…)

En la teoría de las catástrofes, de aplicación no sólo física, sino también a la dirección estratégica o la sociología, representa la propensión de los sistemas estructuralmente estables a manifestar discontinuidad (pueden producirse cambios repentinos del comportamiento o de los resultados), divergencia (tendencia de las pequeñas divergencias a crear grandes divergencias) e histéresis (el estado depende de su historia previa, pero si los comportamientos se invierten, conducen a que no se vuelva a la situación inicial). Tiene una especial aplicación en el análisis del comportamiento competitivo, en los modelos de cambio organizativo y en los modelos de evolución social.

(…)

El concepto bourdiano: en el sentido de un concepto bourdiano (referido a Pierre Bourdieu), que señala los conflictos personales y colectivos que pueden surgir del cambio abrupto en las condiciones de acción de un agente personal o colectivo

(…)

En economía, también se usa el término histéresis para designar en el caso del desempleo, aquellos casos en donde al aumentar el desempleo existe una dificultad en lograr que éste vuelva a bajar.”

(Wikipedia)

Una vez clarificados estos dos términos, y pensando en la pandemia, es evidente que cuando estemos mayoritariamente vacunados (dentro de muchos meses), nunca volveremos a la ‘normalidad’ anterior, a la situación pre-Covid, pues, para bien y para mal, hemos aprendido, hemos tenido una serie de experiencias que nos han transformado.

Y en el ámbito político pasa lo mismo, pensando en la represión que tenemos, y la prisión y exilio de nuestros líderes políticos y sociales, debemos ser resilientes, pero nunca deberemos olvidar el castigo, el agravio, que nos están infligiendo. Y aquí está la histéresis, pues, como se ha dicho, si la situación se revertiera, por una hipotética amnistía, que nunca se dará, pues estamos en España, por desgracia nuestra, pues eso, aunque se revertiera la situación, nunca se volvería a la situación precedente. El ‘magnetismo’ que hemos tenido, nos ha hecho cambiar.

Y al nivel social, el concepto bourdiano mencionado, también podemos observarlo en nuestro entorno, pues tenemos múltiples ejemplos, como el de ayer, en el corte diario de la avenida Meridiana, de Barcelona, formado por un grupo de vecinos, autoorganizados de forma asamblearia, y que, por el tema de responsabilidad ante la pandemia, nos replanteamos la continuación temporal, de la propia manifestación de protesta contra la sentencia de prisión injusta de nuestros representantes políticos y sociales. En la asamblea, lógicamente, se plantearon los pros y contras, pero la forma y modo de las argumentaciones de una y otra opción, llegaron a herir ciertas sensibilidades, rompiendo, puntualmente (espero), la unidad mantenida hasta ahora.

Sé que es un ejemplo menor, pero me parece muy ilustrativo pues, atendiendo al fenómeno de la histéresis, según el citado Heráclito, no se volverá a la situación inicial.

Y a una mayor escala social, el daño que nos han infligido los unionistas, nunca, y nunca es nunca, lo olvidaremos. Eso ya es irreversible.

En un artículo muy interesante de Elena Losada, titulado ‘Otra vez las mujeres en casa’ (Ara, de hoy, 16 oct.), hace referencia a Hannah Arendt (1906-1975) definió el término ‘acosmia’ para describir la situación de los judíos, y Françoise Collin reinterpretó el término para aplicarlo a la situación de las mujeres.

Pues bien, en España estamos en una acosmia, etimológicamente se compone del prefijo griego ‘a’ privativo, sin, y ‘kosmos’, orden o simetría. Por lo tanto, expresa el desorden.

“Como señala Marcos García de la Huerta: ‘se puede vivir sin teorizar, pero no se puede vivir sin comprender’. Comprender es, así, una forma de estar en el mundo, de recuperarlo o alterarlo cuando se pierde, para iniciar actos nuevos, para hacer nacer lo nuevo y habitable. Por este motivo, lo que está en juego es el juicio contra la ‘acosmia’ o falta de mundo, mundo robado o expropiado por los sistemas cerrados que, como los totalitarismos, aíslan y arrebatan la posibilidad de hablar y actuar. Sobre la falta de mundanidad y de politicidad, Marcos García de la Huerta se adentra en un camino que lleva, a través de Rousseau y de Kant, a la insociabilidad del estado de naturaleza. Kant y Rousseau, en efecto, también han pensado el conflicto entre estar y no estar en el mundo, pese a que el contrato social consiste en ceder el poder a los gobernantes antes que en ejercerlo.”

(revistafilosofia.chile.cl)

En nuestro caso, los independentistas catalanes debemos escapar del estado acósmico español, ese mundo cerrado y totalitarista, Y para esto, la única alternativa es ir todos los independentistas unidos, para hacer nacer ese nuevo mundo, que deberá ser cósmico, pues lo teorizaremos y haremos comprensible, ya que el contrato social que, esta vez sí, ‘nos daremos entre todos’ (frase muy utilizada por los unionistas al mencionar la constitución, la monarquía, la unidad de España, etc.)

Y esa unión del mundo independentista, ha de ser resiliente, pero sin olvidar (histéresis), pues todos hemos madurado, las experiencias vividas han sido muchas y duras; y, como dijo Puigdemont, la respuesta ha de ser de confrontación democrática inteligente; pues si aparcamos esa inteligencia, pasaría como a las frutas que, después de madurar, se pudren.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com