Es momento de tocar las golondrinas para despedir a todos aquellos personajes que nos acompañaron durante décadas en los empaques, anuncios y publicidad en general de nuestros productos favoritos de cuando éramos niños ¿por qué? Bueno, el día 27 de marzo se publicó en el Diario Oficial de la Federación la actualización de la NOM-051 que hace referencia al etiquetado que deben tener de ahora en adelante alimentos y bebidas no alcohólicas donde se especifica que dichos productos con uno o más sellos de advertencia de azúcares altas o grasas saturadas ya no podrán incluir personajes infantiles, dibujos animados o figuras públicas que promuevan su consumo.
¿Qué quiere decir esto? Que las famosas mascotas de la industria alimenticia como: el Tigre Toño o Melvin de los cereales Kellogg’s, el Osito Bimbo, Chester Cheetos, Pancho Pantera o la caricatura del Gansito por mencionar algunos que se me viene a la mente dejarán de existir y no los volveremos a ver en los empaques de ninguno de aquellos productos que, en general, son consumidos por niños. El objetivo de esta modificación es que la información nutrimental de dichos productos esté mucho más clara y a la mano para la población y que así, supuestamente, estén más conscientes e informados sobre su elección de consumo y de la misma forma evitar que estos productos sean atractivos para los niños.
La aplicación de esta Norma entró en vigor el día de ayer pero las empresas tendrán un plazo de cinco años con diferentes fases para apegarse a ella. Si bien representa un reto en materia de envasado pues a través de este se difundían, en gran medida, los valores de la marca también es un reto interesante de diseño pues este debe mejorar al grado que hagan que el empaque sea tan atractivo que el consumidor pase por alto las advertencias nutrimentales que se colocarán en él -en forma de octágonos negros con marco blanco-.
Las marcas han usado, como estrategia de posicionamiento de imagen, personajes atractivos a su público meta y vamos, esta práctica no es nueva lleva años aplicándose en el mercado pues es un recurso práctico y seguro con el que se han logrado diferenciar de su competencia.
Lo cierto que es muchas empresas enfrentarán pérdidas, de eso no hay duda, sin embargo deben ver este proceso como uno para renovar no sólo sus empaques sino sus productos en general, pues nada menos a principios de marzo la UNICEF advirtió que “la obesidad infantil en México es una emergencia de salud pública que requiere cambios inmediatos” y Lina Pohl, representante de FAO México señaló que uno de cada tres niños padece obesidad y sobrepeso colocando a nuestro país entre los primeros lugares en obesidad infantil a nivel mundial; y estos son puntos clave para trabajar una estrategia de imagen integral donde los valores empresariales se comuniquen de una forma diferente y enfocados a la salud.