MESQUITE, Texas, EE.UU. (AP) — Millones de espectadores a lo largo de un estrecho corredor que se extiende desde México hasta Estados Unidos y Canadá esperaban ansiosamente un espectáculo celestial el lunes —un eclipse total de Sol— pese a que los meteorólogos han pronosticado un cielo nublado.
Se esperaba que Vermont, Nueva Hampshire y Maine ofrezcan las mejores condiciones para presenciar el eclipse, así como en las provincias canadienses de Nuevo Brunswick y Terranova.
Promete ser el mayor eclipse jamás visto en América del Norte, gracias a la trayectoria densamente poblada y al atractivo de más de cuatro minutos de oscuridad al mediodía en Texas y otros lugares. Casi todos en América del Norte tienen garantizado al menos un eclipse parcial, si el clima lo permite. El espectáculo comenzó en el Pacífico poco antes del mediodía EDT y se espera que su totalidad abarque América del Norte en las próximas horas.
En el Parque Estatal de las Cataratas del Niágara, los turistas llegaban bajo un cielo nublado con cochecitos para bebés, hieleras y sillas de jardín. Las autoridades del parque esperaban una gran multitud en el popular sitio con vista a las cataratas.
Para el eclipse total del lunes, se prevé que la Luna pase justo por delante del Sol, lo que bloqueará su luz por completo. El crepúsculo resultante, en el que sólo es visible la atmósfera solar, o corona, durará el tiempo suficiente como para que aves y otros animales guarden silencio, y para atisbar planetas, estrellas e incluso un cometa.
Esa oscuridad durará hasta cuatro minutos y 28 segundos. Es casi el doble que en el eclipse que se vio de una costa a otra de Estados Unidos hace siete años, porque en esta ocasión la Luna está más cerca de la Tierra. Pasarán 21 años antes que Estados Unidos vuelva a ver otro eclipse total de Sol de esta escala.
El fenómeno, que dura cinco horas desde que la Luna empieza a cubrir el Sol hasta el final, comienza en el Pacífico y se verá primero en tierra en Mazatlán, México, antes de seguir hacia Texas, Oklahoma, Arkansas y otros 12 estados en las regiones centro norte y atlántica central de Estados Unidos, Nueva Inglaterra, y después Canadá. Su última parada será Terranova, donde terminará el eclipse sobre el Atlántico Norte.
La sombra de la Luna tardará apenas una hora y 40 minutos en recorrer más de 6.500 kilómetros (4.000 millas) del continente.
Durante un eclipse hace falta protección en los ojos, con filtros y gafas adecuadas, para mirar al Sol, salvo cuando se oculte por completo de la vista.
La ruta en la que se verá de forma total —que mide unos 185 km (115 millas)— incluye varias ciudades en esta ocasión, como Dallas, Indianápolis, Cleveland, Buffalo, Nueva York y Montreal. Se estima que unos 44 millones de personas viven en esa zona, y unos cientos de millones más a una distancia de 320 km (200 millas). Si a eso se añaden todos los cazadores de eclipses, astrónomos aficionados y simplemente curiosos, no es de extrañar que los hoteles y vuelos estén completos y las carreteras atascadas.
Hay expertos de la NASA y decenas de universidades desplegados por toda la ruta para lanzar cohetes de investigación y globos meteorológicos, así como para realizar experimentos. Los siete astronautas de la Estación Espacial Internacional también lo seguirán a 435 kilómetros (270 millas) de altitud.
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