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Guapos, delgados y con dinero

Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

Si bien creo que, al menos de momento sería adecuado dar un pequeño respiro sobre tanta información que circula acerca del “Coronavirus”, también no sería del todo interesante escribir de algo que no esté ligado al mismo. Por ello, escribiré un poco de redes sociales en tiempo de “cuarentena” pues en ellas estamos volcando casi todo nuestro tiempo y energía. Y una de las redes que más se están explotando en estos momentos de ocio es TikTok, no sé usted pero al menos yo tengo muchos amigos digitales que están subiendo contenido de dicha red social en estos momentos de encierro.

Si usted no ha escuchado hablar de TikTok aquí viene una rápida explicación: es una red digital de origen chino –Douyin-, muy simple de usar y muy aclamada por las nuevas generaciones, en ella se hacen y comparten videos cortos de todo tipo que duran en promedio 15 segundos y no más de 60.

Dicha aplicación ha dado de qué hablar en fechas recientes ya que según documentos obtenidos por el medio The Intercept, la red social tiene como parte de su estrategia eliminar o evitar que aparezca en las búsquedas los contenidos compartidos por personas que se consideren feas, pobres o con discapacidades y que además se muestren en un entorno desagradable. Puede ser que para muchos esta medida sea irracional o bien discriminatoria pues todos los usuarios deberían tener los mismos derechos y probablemente, desde el punto de vista social, tengan razón.

Sin embargo, desde el punto de vista empresarial es simple y se lo voy a explicar: la red social está en su mejor momento ya que, al menos en Estados Unidos, es la segunda red con más descargas sólo después de WhatsApp y arriba de los colosos digitales Facebook e Instagram con más de 738 millones de descargas –hasta enero de este año- en la App Store y Google Play; en palabras simples tiene muchos nuevos usuarios y esos usuarios quieren ver contenido que les resulte visualmente atractivo. El limitar o dar prioridad a contenido donde las personas son atractivas, convierte a TikTok en una red “aspiracional”, es decir yo quiero ser o verme como tal o cual usuario que apareció en la búsqueda -más si hablamos que su público meta son las nuevas generaciones de entre 13 y 16 años-, que es una buena estrategia para captar nuevos usuarios y a su vez dinero, pues también están vetando cierto contenido político que a sus jóvenes usuarios no les interesa.

La realidad es que, biológicamente y como instinto de supervivencia Darwiniana estamos creados para seguir aquello que es atractivo de la misma forma que, como dice Nancy Etcff en su libro “La Supervivencia de los Más Guapos”, la apariencia es la parte más pública que tenemos y la gente asume es un reflejo exacto de como somos como seres humanos, por ende la imagen de sus usuarios será la imagen de la red social.

Sin embargo, la empresa digital justifica dichas medidas como una estrategia para mejorar la interacción y como un esfuerzo para prevenir el bullying, lo cual es muy loable; lo malo es que cierra la posibilidad a la diversidad y la integración de todo tipo de personas en TikTok, y de no manejarlo correctamente, en un futuro no muy lejano, podría afectar su imagen pública y por ende su valor de marca.