Un día como hoy, el 4 de enero, pero de 1960, falleció el escritor y filósofo francés, premio Nobel de literatura, Albert Camus, a los 47 años, en un accidente de circulación, viajando de copiloto. Un pensador nacido en Argelia, de ascendencia materna menorquina; su madre, Caterina Sintes y su abuela Caterina Cardona, forman parte de mi árbol genealógico extenso.
Camus escribió muchos aforismos, y seguidamente reproduzco algunos, en la confianza de que quizás nos puedan ayudar, cuanto menos, para recapacitar y replantear nuestros objetivos para este año:
Cualquier hombre, a la vuelta de la esquina, puede experimentar la sensación del absurdo, porque todo es absurdo.
No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar.
Puede que lo que hacemos no traiga siempre la felicidad, pero si no hacemos nada, no habrá felicidad.
Un verdadero amigo es el que llega cuando todos se han ido.
Feliz y juzgado o bien absuelto y miserable.
Cada generación, sin duda, se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no lo rehará. Pero su tarea acaso sea más grande. Consiste en impedir que el mundo se detenga.
No camines delante de mí, puede que no te siga. No camines detrás de mí, puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo.
Ellos mandan hoy … ¡porque tú obedeces!
Buscar lo que es verdad no es buscar no es buscar lo que uno desea.
Grito que no creo en nada y que todo es absurdo, pero no puedo dudar de mi grito y necesito, al menos, creer en mi protesta.
Califico de estúpido a quien teme gozar.
El éxito es fácil de obtener. Lo difícil es merecerlo.
Toda generosidad hacia el futuro reside en darlo todo al presente.
En las profundidades del invierno finalmente aprendí que en mi interior habita un verano invencible.
En política son los medios los que deben justificar el fin.
La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas.
La estupidez insiste siempre.
La única manera de lidiar con este mundo sin libertad es volverte tan absolutamente libre que tu mera existencia sea un acto de rebelión.
La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo si te mueres.
La necesidad de ser correcto, la muestra de una mente vulgar.
Un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo.
El gran Cartago lideró tres guerras: después de la primera seguía teniendo poder; después de la segunda seguía siendo habitable; después de la tercera ya no se encuentra en el mapa.
Una prensa libre puede ser buena o mala, pero sin libertad la prensa nunca será otra cosa que mala.
El hombre es la única criatura que rechaza ser lo que es.
Crear es vivir dos veces.
Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen.
Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo.
No puedes adquirir experiencia haciendo experimentos. No puedes crear la experiencia. Debes experimentarla.
Raramente confiaremos en alguien que es mejor que nosotros.
El deber es lo que esperas de los demás.
He visto a personas obrar mal con mucha moral y compruebo todos los días que la honradez no necesita reglas.
Los tristes tienen dos motivos para estarlo: ignoran y desesperan.
¡Quién necesita piedad, sino aquellos que no tienen compasión de nadie!
¿Qué es un rebelde? Un hombre que dice no.
Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro.
No hay nada más despreciable que el respeto basado en el miedo.
Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría.
Por cada hombre libre que cae nacen diez esclavos y el porvenir se ensombrece un poco más.
Todos insisten en su inocencia a toda costa, aún si ello significa acusar al resto de la raza humana y aún al cielo.
Los mitos tienen más poder que la realidad. La revolución como mito es la revolución definitiva.
Todas las revoluciones modernas han concluido en un reforzamiento del poder del estado.
Sigo creyendo que este mundo no tiene un sentido superior. Pero sé que en algo tiene sentido.
No se trata de saber si persiguiendo la justicia lograremos preservar la libertad. Se trta de saber que, sin la libertad, no realizaremos nada y perderemos a la vez la justicia futura y la belleza antigua.
La libertad no es más que la oportunidad de ser mejor.
Sentir la propia vida, su rebelión, su libertad y lo más posible, es vivir lo más posible.
Toda forma de desprecio, si interviene en política, prepara o instaura el fascismo.
El genio: la inteligencia que conoce sus fronteras.
La amistad puede convertirse en amor. El amor en amistad … nunca.
Cuando, por oficio o por vocación, uno ha meditado mucho sobre el hombre, ocurre que se experimenta nostalgia por los primates. Éstos no tienen pensamientos de segunda intención.
Siempre he creído que si bien el hombre esperanzado en la condición humana es un loco, el que desespera de los acontecimientos es un cobarde.
Comprendo por qué las doctrinas que me explican todo, me debilitan al mismo tiempo. Me libran del peso de mi propia vida y, sin embargo, es necesario que lo lleve yo solo.
La capacidad de atención del hombre es limitada y debe ser constantemente espoleada por la provocación.
Me rebelo, luego somos.
Fue en España donde mi generación aprendió que uno puede tener razón y sewr derrotado, que la fuerza puede destruir el alma, y que a veces el coraje no obtiene recompensa.
Bendito el corazón que se puede doblar, porque nunca se romperá.
Algunas veces pienso en lo que los historiadores del futuro dirán de nosotros. Una sola frase será suficiente para definir al hombre moderno: fornicaba y leía periódicos.
Cuán duro, cuán amargo es llegar a ser hombre.
Nadie se da cuenta de que algunas personas gastan una energía tremenda simplemente para ser normales.
El hombre necesita exaltar la justicia para luchar contra la injusticia, y crear felicidad para rebelarse contra un universo de infelicidad.
Cada vez que un hombre es encadenado, nosotros estamos encadenados a él. La libertad debe ser para todos o para nadie.
Todas las grandes hazañas y todos los grandes pensamientos tienen un comienzo ridículo.
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Me parece que esos aforismos son muy estimulantes, pues lo importante es ser proactivos, ya que, como dice Camus, ‘Puede que lo que hacemos no traiga siempre la felicidad, pero si no hacemos nada, no habrá felicidad’; y nuestra actividad ha de ir encaminada a romper el maleficio de que ‘Ellos mandan hoy … ¡porque tú obedeces!’. Así, seremos rebeldes, pues: ‘¿Qué es un rebelde? Un hombre que dice no’.