Durante su visita al estado de Michoacán, el candidato a la presidencia de Morena, Gibrán Ramírez Reyes, aseguró que en muchos municipios no está clara la agenda de la Cuarta Transformación que hasta el momento se ha mantenido solo a nivel federal.
“Mucha gente ve que sus diputados locales se entregaron al gobernador, aunque sea de otro partido y tenga otra agenda; regidores y presidentes municipales que no respetan los principios de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Y una decepción mayor de quienes llegaron en las alianzas políticas de 2018, y que no honraron su palabra de una nueva forma de hacer política”.
Ramírez Reyes aseguró que los poderes locales siguen actuando igual que antes, con comportamientos caciquiles, pero ahora vestidos de Morena.
Hay un reclamo entre las bases por el abandono del territorio por parte del partido, añadió. “Hemos estado inmersos en una lucha de facciones que no hemos podido superar. Hay una gran demanda por tener un liderazgo fuera de las burocracias. Por eso recorro el país, para escuchar a la gente. Creo que por ello mi candidatura ha sido bien acogida”.
Según el aspirante, la baja de 15 puntos en la intención de voto del partido se debe en gran medida “a que todos los que no son el presidente López Obrador han estado gestionándose de manera distinta. El presidente mantiene su alta aprobación, pero el partido empieza a entenderse como otra cosa, y más grave, como una estructura similar a otros partidos políticos”.
Una de las propuestas urgentes del candidato es la creación de un Observatorio de Gobiernos Estatales y Locales; el partido debe tener cercana vigilancia de los gobernantes que alcanzaron el poder bajo su sello, porque eso da cuenta de la confianza social a un proyecto. Que los que se alejen sean, por lo menos, señalados, indicó.