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Houston, los independentistas catalanes tenemos MUCHOS PROBLEMAS

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

La jornada de ayer, 8 de agosto, con la aparición y desaparición del president Carles Puigdemont, y la investidura del represor (155) Salvador Illa, con el apoyo de ERC y los Comunes/Sumar, puso en relevancia que el estado español no es democrático, es vengativo, como intento explicar a continuación.

El astronauta Jack Swigert, durante el accidentado viaje del Apolo 13, el 13 de abril de 1970, al observar diferentes luces de advertencia, acompañada de un estallido, indicaban la pérdida de dos de las tres fuentes generadoras de energía, dijo la famosa frase, que se hizo popular: Houston, we have a problem’ (Houston, tenemos un problema), si bien la frase exacta que emitió fue: ‘OK, Houston, we’ve had a problem here’ (Bien, Houston, hemos tenido un problema aquí); pero el marketing intenta embellecerlo todo, para hacerlo más vendible, prescindiendo de la estricta fidelidad.

Y siguiendo con la NASA, esa misma falta de fidelidad y, llevado al extremo, de transparencia, la vemos ahora, con los problemas de la nave Starliner, espacial de Boeing, que dificultará y retrasará el regreso de los astronautas Suni Williams y Butch Wilmore puedan regresar a la Tierra, que, por lo visto, su estancia fuera, prevista para 8 días, quizás se demore hasta un año; si bien, el plan B, de contingencias, utilizando l lanzamiento del Crew Dragon, de Space X (empresa de Elon Musk, competidora de Boeing), podría acortarse el plazo para su regreso.

Hasta ahora, los dirigentes de Boeing, Stich y Mark Nappi, han ido quitando importancia al problema, diciendo: ‘continuaremos creyendo en la capacidad de la Starling y en la lógica de vuelo (…) y que los retrasos son una muestra de prudencia de la compañía (…) estamos considerando algunas alternativas con relación al Starling, solo para estar preparados’

(Kenneth Chang, The New York Times, artículo reproducido en el Ara de hoy, 9 de agosto)

Todos sospechamos sobre las luchas entre las grandes empresas, para disputarse los suculentos contratos, y también sospechamos la connivencia, las transgresiones, que la feroz competencia lleva aparejada. Y, claro, la falta de transparencia forma parte de las negociaciones y el marketing juega un notable papel, para influir y conformar la opinión pública y publicada, dejando en segundo plano que los mencionados astronautas tengan que prolongar tantos meses su estancia en el exterior; y, al final, venderán su rescate como una nueva proeza, obviando los ‘problemas’, o, al menos, ocultando sus responsabilidades.

Pues bien, este largo preámbulo me parece muy adecuado a la situación que vivimos ayer en Catalunya, con la aparición y desaparición del president Carles Puigdemont y la investidura del represor Salvador Illa (PSC/PSOE)

Estos dos hechos están relacionados, obviamente, por lo que es preciso diferenciarlos, atendiendo a los ‘relatos’ que las diferentes partes efectuaron y siguen efectuando por los distintos medios de comunicación:

1 – El retorno puntual del president Carles Puigdemont:

Desde el punto de vista independentista irredento (por lo que excluyo a ERC, pues haber apoyado la investidura de un represor como president de la Generalitat, para muchos independentistas es un gravísimo error que les lastrará durante mucho tiempo), fue un gran momento, de alta intensidad política, y muy motivador poder ver y oír al president Carles Puigdemont, con su mensaje ‘encara som aquí’ (todavía estamos aquí)

El objetivo de Puigdemont, era poder asistir a la sesión plenaria del Parlament, por eso, mientras, inconscientemente, efectuábamos una estrategia de distracción dirigiéndonos a pie y ‘acompañando’ al president hacia el Parlament, Carles Puigdemont se había subido a un coche para dirigirse allá, por una calle paralela al Paseo de Sant Joan, donde estábamos todos. Pero, al llegar al parque de la Ciutadella, y, desde el coche, observar el fuerte dispositivo policial que le impediría entrar y dirigirse al Parlamente, el president decidió cambiar de planes, y marchar de nuevo, pues no estaba dispuesto a una detención sin poder llegar a la sede donde se estaba efectuando el plenario.

Y, como sabemos, seguidamente se desplegó un desproporcionado sistema de búsqueda, la operación ‘gàbia’ (jaula), colapsando la ciudad y toda Catalunya en general.

Hasta aquí los hechos.

Y las interpretaciones son diferentes, pues:

Para muchos independentistas, acostumbrados a tantas derrotas, consideramos que fue una gran victoria moral, para demostrar que en el reino español no rige la democracia, si no la ‘togacracia’.

Obviamente, otros independentistas rendidos, o los unionistas españoles, consideran que fue un gran fracaso, que fue un engaño, pues no hizo lo que había comentado que haría, etc. Y eso ya viene de hace unos días, pues la oportunista Marta Rovira, líder provisional de ERC, ya comentó, que ‘no veía el sentido político de ese retorno’.

Para los medios de comunicación españolistas y sus diferentes poderes (político, judicial, policial, etc.), fue un tremendo fracaso de los ‘mossos d’esquadra’ (policía autónoma catalana) y, por extensión, un fracaso del gobierno de Pedro Sánchez, al que el PP y Vox ya han pedido explicaciones, por la ineficacia del CNI (centro nacional de ‘inteligencia’), policía nacional y guardia civil. Y, asimismo, todos coincidían y siguen repitiendo, que el objetivo de Puigdemont era boicotear la sesión de investidura de Illa; y eso es una prueba de como mienten, desinforman y manipulan a sus lectores y oyentes.

Para el poder judicial, en concreto al juez Pablo Llarena, que había interrumpido sus vacaciones, pues, tras 7 años de espera, confiaba en tener detenido al president Carles Puigdemont, al constatar que no lo habían podido retener, ha pedido a los mossos d’esquadra y al ministerio de interior, un informe ‘sobre los agentes responsables del diseño del operativo y aquellos a los que se encargó su ejecución’ para ‘conocer el operativo inicialmente aprobado y dispuesto para la detención del expresident tanto en la frontera como en la capital catalana’. 

Y, para finalizar, para el gobierno de Pedro Sánchez, que, al respecto, ayer se mantuvo en silencio todo el día, hasta que al final emitieron diferentes mensajes por X, para felicitar a Illa, como explicaré en el siguiente apartado. Pero, sobre Puigdemont, hasta esta mañana, nefasto ‘sabelotodo y monosabio’ Félix Bolaños, desde París, con su habitual estilo opusdeísta, se ha limitado a decir que la responsabilidad del operativo era exclusivamente de los mossos d’esquadra, a los que responsabiliza de la fuga del president; y se ha negado a responder si el citado CNI había participado de alguna manera en el operativo. Y, claro, Bolaños no ha hecho ninguna referencia al golpe de estado judicial que está realizando Llarena junto a los marchenas y demás togados, que incumplen la ley de la amnistía. Si Pedro Sánchez fuera un estadista, o si fuera un mero político ético, defendería a Puigdemont, frente al abuso del poder judicial; y, en esa hipótesis, Illa debería haber sido el primero en ir a recibir al president Carles Puigdemont y acompañarlo al plenario.

Es evidente que cada actor hace su lectura y elabora su relato, en función de sus intereses, así, todos han imitado a los Hermanos Marx, en uno de los gags más famosos de su película ‘Una noche en la ópera’, en concreto, ‘la parte contratante de la primera parte’:

‘Haga el favor de poner atención en la primera cláusula porque es muy importante. Dice que … la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. ¿Qué tal, está muy bien, eh?

No, eso no está bien. Quisiera volver a oírlo.

Dice que … la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte.

Esta vez creo que suena mejor.

Si quiere se lo leo otra vez.

Tan solo la primera parte.

¿Sobre la parte contratante de la primera parte?

No, solo la parte de la parte contratante de la primera parte.

Oiga, ¿por qué hemos de pelearnos por una tontería como ésta? La cortamos.

Sí, es demasiado largo. ¿Qué es lo que nos queda ahora?

Dice ahora … la parte contratante de la segunda parte será considerada como la parte contratante de la segunda parte.

Eso sí que no me gusta nada. Nunca segundas partes fueron buenas. Escuche: ¿por qué no hacemos que la primera parte de la segunda parte contratante sea la segunda parte de la primera parte?’

(blocs.xtec.cat)

Y sobre este galimatías, sólo nos faltaba ver, esta mañana, la rueda de prensa realizada por el conseller de interior en funciones (hasta mañana), Joan Ignasi Elena, el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent y el director general de la policía, Pere Ferrer, rodeados de toda la cúpula del cuerpo policial catalán, pues ha sido denigrante, vergonzosa, ya que:

‘Según Elena: ‘Puigdemont tuvo un comportamiento impropio de la máxima autoridad del país y para eso no estaba preparado nadie en este país (…) pues ha despreciado al independentismo, ¿Qué carai suma, lo hizo ayer? ¿una treta? ¿qué sabe engañar? ¿estamos mejor que ayer? ¿hemos sumado más? ¿hay más confianzas?

Sallent se ha quejado que autoridades del país y diputados, como el president del parlament, Josep Rull, participasen en la masa de gente que protegió al president Puigdemont hasta la llegada al Arco del Triunfo, pues son cargos públicos y electorales que tienen una responsabilidad en las instituciones del país y que ayer actuaron con la voluntad de dificultar la intervención de los mossos d’esquadra.

Según Sallent, los anuncios públicos de ayer de los convocantes tenían como objetivo situar la policía catalana como un elemento que comprometiese la suspensión del pleno de la investidura, ya que Puigdemont no tenía pensado en ningún momento, intentar asistir, pues Puigdemont tuvo una falta de lealtad hacia el cuerpo de los mossos, y lo ha comparado con Jimmy Jump, que hace unos años se hizo famoso esquivando controles de seguridad y entrando en actos multitudinarios, como partidos de fútbol.

Ferrer ha destacado que la jornada de ayer fue un reto complejo que situó a los mossos en una situación que no se merece (…) situar la policía como responsables, por exceso o por defecto, es un mal negocio para la policía, para el país, un mal negocio para Catalunya.

Elena ha concluido diciendo que ‘hubo la intención de dinamitar el pleno de investidura, de taparlo, con una campaña de medios de redes sociales con ataques injustos, falsos, sobre desproporciones en el operativo policial. Y también hubo el objetivo de atacar al actual gobierno de ERC pues Puigdemont tenía la intención de situar a ERC como adversaros, y esto es un error político estratosférico, esto no es liderar, esto no es contribuir, y esto no es tener mentalidad de estado. Lo ha hecho para colocar a ERC fuera del frente independentista, para hacerlo cómplice y situarlo en el lugar del españolismo. Y eso porque no le gusta lo que ha decidido hacer la organización política de ERC, en este plenario.

(…)

(Pol Baraza Curtichs, Vilaweb, 9 de agosto)

En esa rueda de prensa también han comentado sobre la participación de unos mossos, que, según Sallent, no merecen llevar el uniforme que llevan; y eso, sin contemplar que el juez los ha dejado libres a los dos, y que, según sus abogados e importantes juristas, no cometieron ningún delito, ya que los requisitos de los delitos de encubrimiento y de obstrucción a la justicia no encajan con la actuación de Jordi Turull y los agentes de los mossos.

Esa rueda de prensa, en lugar de hacer autocrítica, ha sido un claro mitin político de Elena (ERC) contra el president Carles Puigdemont, al que repetidamente él y Sallent han despreciado, diciendo ‘ese señor’, ‘el señor Puigdemont’, etc., es decir, faltando al respeto institucional al president Carles Puigdemont, que, protocolariamente, siempre seguirá teniendo el tratamiento de ‘president’.

Y en lugar de efectuar una autocrítica, un análisis y dar las explicaciones sobre la desproporcionalidad que todos vimos, Elena y Sallent se han limitado a atacar al injustamente perseguido Carles Puigdemont, y, como dicen las sentencias:

  • ‘excusatio non petita, accusatio manifesta’ (escusa no pedida, acusación manifiesta; o, quién se escusa, se acusa);
  • ‘excusatio non petita, pecata manifesta’ (disculpa no pedida, culpa manifiesta)

y todo fueron excusas de mal pagador, para no afrontar el erróneo diseño del dispositivo policial.

Se dice que siempre ‘es más importante una buena despedida que una buena llegada’; y, a mi modo de ver, Elena y Sallent, hoy han demostrado que no saben ni despedirse, y han mostrado su falta de respeto institucional (la comparación con Jimmy Jump, demuestra su inmoralidad e incultura por la falta de mejores referentes), su falta de responsabilidad para afrontar la situación, y su falta de ética.

Elena y Sallent deberían haber intentado ser neutrales, objetivos, imparciales, pero está claro que eso es pedir mucho a estos personajes que se han comportado de forma tan mediocre.

Psicosocialmente, las despedidas son importantes para cerrar de forma adecuada las diferentes etapas, cerrando las heridas. Los duelos sirven para eso, pues simbólicamente son un cierre y un inicio.

Pero, cuando se utilizan las despedidas para vengarse, se agrandan las heridas y se hacen más sangrantes. Y eso es propio de personas inmaduras, o con grandes temores, hacia el nuevo ciclo que ha empezado ERC y que no pueden asumir, pero deben acatar.

2 – La investidura del represor Salvador Illa

Por primera vez en la historia democrática catalana, tenemos un president con un gobierno monocolor españolista, y ha sido gracias a ERC, además de los comunes, pero éstos siempre han sido así, unos unionistas españoles y no lo esconden.

Muchos tertulianos y ‘opinadores’ baratos, como Ernest Folch en RAC1, descalifican las críticas de Junts a ERC, diciendo que, en el congreso de los diputados, Junts votó a Pedro Sánchez, y lo argumenta diciendo que, si Illa representa el 155, Sánchez, su jefe, es 155×2; y se ha quedado tan ancho y satisfecho.

Y eso es hacer un ‘totum revolutum’, un revoltijo, ya que hay una diferencia sustancial, que invalida esa comparación, pues el congreso eligió al presidente de España, a cambio de la amnistía.

Pero, otra cosa muy diferente, sustancialmente diferente, es regalar la presidencia de la Generalitat, a un represor; y eso es la mayor transgresión simbólica y significativa, pues nuestra máxima institución no ha de ser fruto de compra – venta de platos de lentejas, ni de caviar.

Y si no se entiende esto, o no se quiere entender, no hay nada más que decir, pues demuestra que tienen una mentalidad servil con el corrupto estado español.

Todos recordamos la trampa que hizo Pedro Sánchez al inicio de la campaña electoral catalana, planteando su dimisión fake, que comportó que toda la campaña electoral girase a favor de ‘salvar al soldado Sánchez y a su queridísima esposa’; y con esa impudicia, fue Sánchez el que ganó las elecciones, no su vasallo Illa. Pero, aún así, no consiguieron una mayoría, y han necesitado pactar con los comunes y con ERC, y que éstos hayan adoptado también el papel de servil, es lo que ha sido un grave error, aunque lo hayan aprobado unos pocos militantes (la diferencia fue de 550 votos), pues el programa que votaron sus electores, no contemplaba esa opción, ya que de haberla incluido, los votos hubieran sido muchos menos, y ahora no tendrían ni los 20 diputados que tienen.

En definitiva, que tenemos la misma caspa y casta política que tanto hemos criticado de España; tras más de tres siglos, ya han amansado a muchísimos conciudadanos, y muchos están convencidos pero otros muchos ni lo saben o no lo quieren saber.

Si hubiese un solo gramo de ética, ayer, todos los diputados del PSC/PSOE y los de ERC deberían haber arropado al president Carles Puigdemont, ilegalmente perseguido por unos jueces rebeldes. Pero la doble moral, es la que predomina. Y así vemos a Salvador Illa y todo su partido, mirando hacia otro lado, en lugar de defender la ley de amnistía que su jefe Pedro Sánchez se vio obligado a aceptar. Y, en cuanto hace referencia a ERC, sólo deseo que las lentejas se les atraganten y tengan una mala y pesada digestión.

Por lo tanto, seguiremos viendo cómo discuten sobre la primera parte contratante …, y pasarán los días, y los años, calentando poltronas y españolizando Catalunya.

Por eso constatamos que estamos en una situación crítica, pero no vale limitarnos a decir: ‘Houston, tenemos muchos problemas’, si no que debemos actuar para superarlos y, a tal fin, debemos unirnos y coordinarnos. No hay otra.