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El presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, el 8 de diciembre de 1941, el día siguiente del ataque a Pearl Harbor, efectuó ante el Congreso de los EUA, el conocido ‘discurso de la infamia’, que empezó así:
‘Ayer, 7 de diciembre de 1941, – una fecha que vivirá en la infamia -, EUA fue atacado repentina y deliberadamente por fuerzas navales y aéreas del Imperio del Japón (…)’
Salvando las enormes distancias, el día de hoy, 19 de enero, para los independentistas catalanes ha sido una nueva fecha que vivirá en la infamia y en la provocación.
La palabra infamia, etimológicamente deriva del prefijo ‘in’ (negación) y ‘fama’ (renombre) y el sufijo ‘ia’ (cualidad). El negativo de ‘fama’ es ‘infamis’ (mala reputación)
Asimismo, el término provocación, etimológicamente, viene del latín ‘provocare’ (provocar, desafiar)
Y ese ha sido el objetivo declarado de Pedro Sánchez, demostrar que el estado español sigue aplicando la política de ‘tierra quemada’, que es una táctica militar consistente en destruir absolutamente todo lo que pueda ser de utilidad al enemigo cuando una fuerza avanza a través de un territorio o se retira de él.
Manuel Fraga Iribarne (1922-2012), ministro franquista, a una propuesta de Jorge Verstrynge (en ese momento secretario general del PP) de hacer el congreso del partido en Barcelona, Fraga respondió: ‘Mire usted, Catalunya es tierra conquistada’; por lo que no merecía el menor gesto, en ningún sentido. En cambio, ahora, lo que si quieren es hacer el gesto de mostrar su dominio.
El ejército imperial japonés en China, durante la Segunda Guerra Mundial, aplicó la ‘Política de los Tres Todos’, donde los tres ‘todos’ significaban ‘matar todo, saquear todo, destruir todo’, es decir: ‘quemar hasta las cenizas’.
Históricamente se aplicaba esa política de tierra quemada o arrasada, incendiando los cereales, las viviendas, infraestructuras, etc. de los vencidos; Pedro Sánchez, tras intentar derrotar al independentismo mediante la represión y, posteriormente, dividiéndolo, avisó por todos los medios, que ‘Catalunya está pacificada, y venir aquí es la mejor muestra de que el independentismo ya es historia’. En realidad, como se ve, no hay diferencias tácticas, pues siempre se ha intentado arrasar al enemigo, y después, prepotentemente, mofarse.
Pues precisamente, mofarse, a burlarse y hacer un escarnio, es venir a decirnos que ha conseguido nuestra pacificación, a la vez que la abogacía y la fiscalía del estado, que jerárquicamente dependen de él, multiplican sus esfuerzos para conseguir la extradición del president legítimo Carles Puigdemont, incluso superando en dureza al juez instructor Llarena.
Ayer, su ministra de hacienda, María Jesús Montero, dijo que ‘no se ha despenalizado nada, el código penal sigue contemplando las penas de malversación e incluso endurece los delitos de corrupción y ojalá esto sirva para que el señor Puigdemont pueda ser extraditado a nuestro país, y en un breve término de tiempo, pueda responder delante de la justicia, que es lo que desde el primer momento el gobierno de España ha pretendido.’
Respecto a la fiscalía del supremo no hay ninguna sorpresa, actúan vengativamente, pues aún tienen viva la herida al ver que no triunfó su demanda de aplicar el delito de rebelión a los acusados. Y ahora, en lugar de acomodar sus demandas al nuevo código penal, lo que pretenden, ‘por la puerta de atrás’, reescribir la sentencia, endureciendo las penas. Así, intentan aplicar la táctica de aniquilación total del ‘enemigo de la unidad de España’.
Pues bien, hoy, los independentistas catalanes hemos dado una respuesta clara de indignación, expresando que el conflicto sigue bien vivo, y que no ha acabado nada.
En un día laborable, extremadamente frio, y en un espacio alejado del centro, nos hemos manifestado unas 30.000 personas, según los organizadores (según cálculos de la policía local, 6.500; pero ya sabemos que éstos siempre tiran irregularmente a la baja; irregularmente, pero comprensiblemente, ya que la alcaldesa Ada Colau, es unionista, españolista)
Me es igual si hemos sido 30.000 o 20.000, la realidad es que movilizar a una población, masivamente jubilados y setentones, (pues, no olvidemos que es un día laborable), me parece que es todo un éxito. Éxito que, como era de esperar por parte de Pedro Sánchez, inmediatamente han salido minimizando nuestra respuesta.
Si realmente consideran tan mínima nuestra manifestación, ¿a qué se ha debido un despliegue policial tan potente, con las limitaciones para mantenernos tan alejados del MNAC (Museu Nacional d’Art de Catalunya), donde han efectuado la cumbre?
Eso sí, el president de la Generalitat ha tenido 10’’ de conversación, en la salutación a Emmanuel Macron. ¡Vaya gran éxito!; e inmediatamente se ha marchado.
Colau, como era de esperar en un personaje que siempre busca chupar cámara, ha tenido bastantes más segundos. Y, encima, esta tarde estará presente en la visita privada que Macron ha querido efectuar al Museo Picasso.
El interés de Macron por esa visita, en el 50 aniversario del fallecimiento del pintor, que será el próximo 8 de abril, tiene su lógica; pero una lógica relativa, pues aún faltan meses. Y, estando en el MNAC, que tiene una magnífica colección de arte románico, gótico y modernista catalán, ¿no hubiera sido más lógico efectuar una visita rápida a ese museo, para mostrar una cierta proximidad con nuestro país?, pero eso sería pedir demasiado a un jacobino, centralista e imperialista, como Macron.
En la cumbre de la OTAN (NATO), del pasado junio, los dirigentes cenaron en el museo del Prado, y visitaron las principales obras de arte. Pero, claro, era un museo español, y el de aquí es uno que consideran provinciano, regional.
Y volviendo a la visita privada de Macron al Museo Picasso, que comportará el blindaje del Barri de la Ribera de Barcelona, con sus estrechos callejones, es denigrante ver que será acompañado por Sánchez y Colau, ya que el Museo es de propiedad municipal. Y, Pere Aragonès, el president de la Generalitat, no ha sido invitado. Esa es la ‘elegancia, educación y respeto institucional’ de nuestra alcaldesa, que no quiere compartir su momento de gloria, y menos en puertas de las próximas elecciones municipales.
Siguiendo con nuestra manifestación, por la radio he oído que Oriol Junqueras ha sido pitado, y ha marchado rápido. Ha recibido lo que se ha ganado a pulso, como ‘ideólogo mesiánico’ de ERC. Realmente hubiera sido mejor darle la espalda, ignorarlo, y evitar que encima se haga el mártir.
A las 11.30 h, al finalizar el acto, la manifestación se ha dispersado, y unos pocos han ido hasta el consulado francés, para seguir manifestándose.
Personalmente, al llevar la estelada (bandera catalana) con el lema ‘Meridiana Resisteix’ (Meridiana Resiste), he recibido bastantes gestos de apoyo, afectivos y elogiosos, por la manifestación diaria que venimos efectuando. Y eso reconforta, si bien, la verdad, es que preferiríamos que ya no fuera necesario efectuar ese sacrificio. Pero, tal como pintan las cosas, está claro que no veremos la solución, persistiremos, pero iremos muriendo, es ley de vida. Y nuestros nietos deberán hacer lo que mejor les convenga y consideren.
En definitiva, sabemos que todos los medios estatales hablarán maravillas de la cumbre, de la ‘pacificación / muerte del independentismo’, y demás mentiras destinadas a sus parroquianos ‘abducidos’. Y nosotros seguiremos, con la moral un poco animada, y añadiremos el día de hoy a nuestra historia de agravios, de infamias y a nuestra respuesta reactiva.
Pero, si no hacemos nada más, si no damos el paso decisivo, determinante, para desvincularnos de la casta española, seguiremos siendo sus vasallos, y acumulando días de afrentas e infamias.
Y si es preciso, que de cada vez lo tengo más claro, jugar seriamente la carta de no querer adherirnos al club de la UE, que se confiten su burocracia y sus apaños amorales.