- Opinión de los gerentes de cartera Andy Acker y Agustín Mohedas de Janus Henderson Investors.
- La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial para acelerar el desarrollo de medicamentos, pero en última instancia, el valor de la tecnología tendrá que ser confirmado por datos clínicos.
La emoción que surge alrededor de la inteligencia artificial (IA) también se ha visto reflejada en el sector biotecnológico, con un flujo constante de historias sobre cómo la IA está ayudando, desde facilitar el descubrimiento de medicamentos, hasta encontrar un antibiótico que promete funcionar con bacterias resistentes a los fármacos, además de un nuevo tratamiento de psoriasis con potencial de ventas multimillonario. Estas cuentas han despertado el interés de los inversores, dado que la IA puede acelerar el desarrollo de medicamentos, reducir costos y mejorar los resultados. De hecho, un informe de Morgan Stanley del año pasado estimó que la IA y el aprendizaje automático (un subconjunto de la IA) podrían llevar a 50 nuevos fármacos adicionales por valor de más de 50.000 millones de dólares en ventas en un período de 10 años.
Primeros signos del potencial de la IA
Esta emoción tiene cierta razón de ser. La IA se está desplegando en todo el sector y muestra signos de su potencial. Las vacunas de ARNm COVID-19, por ejemplo, se desarrollaron en tiempo récord gracias a algoritmos de IA que ayudaron a diseñar ARNm sintético, identificar objetivos de medicamentos/vacunas y automatizar los pasos de control de calidad. En los exámenes de detección de cáncer de mama, las imágenes 3D basadas en IA están mejorando las posibilidades de detectar el cáncer de mama invasivo antes y reduce el número de imágenes que los radiólogos deben revisar. En un informe reciente, la Administración de Alimentos y Medicamentos dijo que está viendo un aumento significativo en las presentaciones de medicamentos con componentes basados en IA y espera que en un futuro cercano el número se acelere.
Tener perspectiva
Sin embargo, como con cualquier nueva tecnología, es importante que los inversores recuerden el resultado final. Si bien la IA puede parecer estar acelerando los avances médicos, estos avances a menudo se basan en una amplia investigación y desarrollo, y la IA desempeña un papel de apoyo. Moderna,se desarrolló una de las vacunas mRNA COVID, pasó años afinando el ARNm sintético, recopilando y analizando datos que más tarde podrían aprovecharse para luchar contra la COVID. Y cuando se trata del desarrollo de medicamentos, ciertos aspectos que requieren mucho tiempo serán difíciles de cambiar drásticamente para la IA. Estos incluyen el desarrollo clínico (las fases 1, 2 y 3 de los ensayos clínicos que prueban la eficacia y la seguridad de los pacientes), las presentaciones y revisiones reglamentarias, que en conjunto pueden tardar muchos años en completarse.
Hoy en día, es posible invertir en las llamadas empresas de biotecnología digital que utilizan la IA para desarrollar nuevas moléculas. Y mientras estas empresas están haciendo progresos en la construcción de conductos para medicamentos, pueden pasar muchos años antes de que las empresas lleven una terapia al mercado – incluso cuando algunas de estas acciones se levantan por el entusiasmo de la IA.
Dicho esto, se han hecho progresos más tangibles cuando se trata de herramientas y métodos computacionales para ayudar a mejorar el desarrollo preclínico de medicamentos. Hoy en día, las mejores empresas biotecnológicas están aprovechando estas herramientas, beneficiando a las empresas que las proporcionan.
La IA tiene un futuro importante en la biotecnología, con potencial de acelerar el descubrimiento de fármacos y facilitar tratamientos eficaces y específicos para los pacientes. Pero en última instancia, el valor de las empresas detrás de la tecnología se derivará de los productos creados, el éxito de los cuales depende de los datos clínicos que tomará años para producir. Hasta que estos datos estén disponibles, los inversores deben acercarse a la IA en biotecnología con precaución.
Notas para los editores
Janus Henderson Group es una gestora de activos líder a escala mundial dedicada a ayudar a los clientes a definir y lograr resultados financieros superiores a través de ideas diferenciadas, inversiones disciplinadas y un servicio de primera clase. A 31 de diciembre de 2022, Janus Henderson tiene aproximadamente 287.000 millones de dólares en activos bajo gestión, más de 2.000 empleados y oficinas en 24 ciudades de todo el mundo. Con sede en Londres, la empresa cotiza en NYSE y ASX.
