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Fatiga de Videollamadas I

Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

Somos seres de hábitos, de eso no hay duda. Sobretodo en México tenemos cierta inclinación por las costumbres y esta pandemia ha llegado como un golpe duro a nuestras rutinas, por ello seguimos yendo de manera regular al supermercado o al mercado a comprar nuestros insumos. Si bien se hace –o al menos así deberíamos hacerlo- por un solo integrante de la familia y no todos juntos, también por la entrada de la Fase 3 deberíamos ponderar hacerlo exclusivamente en línea.

Por esto mismo, las grandes cadenas comerciales como Costco, Sams, Walmart, Superama y similares han podido mantenerse en operación con sus puntos de venta físicos a pesar de contar con aplicaciones que que permiten la compra de sus productos de forma remota. Sin embargo, al entrar en la fase 3 de la contingencia la situación para muchos de estos grandes cambiará drásticamente y sin duda el consumidor y ellos tendrán que adaptarse.

Por ejemplo, las autoridades de Tijuana obligaron a Walmart a cerrar los pasillos de sus tiendas donde se exhiben productos que no son esenciales como electrodomésticos o productos electrónicos de audio. Y es que ciertamente el pánico social no se hace esperar cuando se viralizan en la red videos que muestran como personas con COVID-19 o posibles infectados están en este tipo de tiendas, por lo mismo las cadenas de supermercados de una u otra manera han tomado medidas sobre el ingreso de personas a sus tiendas como que los consumidores lleven cubrebocas, los carritos son sanitizados para cada uso, el ingreso de una sola persona por familia, entre otras.

Sin embargo, también nos topamos con la otra cara de la moneda, en México el comercio informal es uno de los más fuertes y claramente uno de los más afectados por la pandemia; pues si bien los puntos de venta de las grandes cadenas comerciales tienen la posibilidad de implementar las medidas necesarias ante la contingencia, muchos ambulantes no pueden darse ese lujo. Nada menos en redes sociales invade una serie de suplicas que dicen, por ejemplo: “cambio flores por despensa” de floricultores del Estado de México, también el cierre de calles en el centro de Toluca el día martes por al menos 50 comerciantes ambulantes que no pudieron colocarse alrededor del Cosmovitral; o la suspensión del tradicional mercado de los lunes de Metepec por primera vez en su historia –sí, leyó bien por primera vez en su historia- y que se mantendrá hasta el 4 de mayo.

Y es que, específicamente en el mercado de Metepec me tocó ver como iban familias completas a comer, comprar y convivir sin ninguna consciencia sobre las indicaciones de sanidad que sugería el gobierno federal, estatal y local; y aunque seguramente dicha medida no es una que vaya a trabajar en favor de la imagen de la presidenta municipal, Gabriela Gamboa y su partido Morena pues muchos tianguistas se vieron afectados, sí es una que parecía necesaria ante la necedad de muchos consumidores de la zona de no respetar las indicaciones de la autoridad y que por lo mismo debe aplaudirse.

La realidad es que hoy queda más claro que nunca que tanto empresas grandes como pequeñas e informales tienen que adaptarse a la nueva forma de compra y venta de productos, pues este es sólo el inicio de una nueva normalidad de consumo.