Destitución II
Martha Nava Argüelles
Cómo salido de una serie televisiva de espionaje de Estados Unidos se está desarrollando el proceso de “destitución” del Presidente norteamericano, Donald Trump, juro que ha habido momentos en los que he creído necesario construir un organigrama para entender mejor el papel que juega cada personaje que surge en “el libreto”.
Desde que inició todo este show mediático, porque honestamente así se percibe, he leído información que parece más bien sustraída del guión de una serie de política y espionaje como House of Cards que del día a día y es que se pueden leer textos donde, por ejemplo, se describe la sorpresa y el enojo de algunos republicanos cuando se supo que Gordon Sondland, embajador estadounidense ante la Unión Europea, tomó la llamada de Trump en una cantina en Kiev que supuestamente es una “ciudad atiborrada de los servicios rusos de inteligencia”- y que además esta información fue dada a conocer por un asesor político de la embajada de EEUU en Kiev; o bien, el resiente testimonio del mismísimo Embajador implicado en el escándalo quién lanzó abiertamente fuertes acusaciones en el Congreso de Estados Unidos primero señalando que fue el Presidente quien le ordenó presionar al gobierno de Volodímir Zelensky para que investigaran a su opositor Joe Biden –específicamente a su hijo Hunter- y que en efecto hubo un intercambio de favores con dicho gobierno. Lo que a todas luces constituye un caso de soborno que implica a Donald Trump y que podría ser fundamental en el proceso de “impeachmente” o destitución en su contra.
Y la trama se complica, pues Sondland es de profesión empresario hotelero y banquero y sí, era cercano al Presidente Trump. Evidentemente llegó al puesto sin experiencia en diplomacia –pero como muchos llegó a aprender- aunque con el bolsillo lleno, pues donó un millón de dólares al comité inaugural del nuevo Presidente. Vamos, su cercanía era tal que por ello las conversaciones que sostuvieron eran un tanto informales –por decir lo menos-, sin embargo eso no lo limitó a declarar en contra de Trump diciendo que él actuó de buena fe siguiendo las instrucciones de su jefe.
Sin embargo, el poder de las palabras analizadas a detalle siempre cambiarán la perspectiva y la imagen de un escenario determinado pues si bien Sondland reconoció la comunicación con Trump y sus peticiones también señaló que el presidente nunca le refirió que la entrega de los fondos –ayuda militar por 400 mdd- estaba condicionada, tanto así que el 11 de septiembre se desbloqueó la ayuda de EEUU a Ucrania sin que esta última cumpliese con la petición estadounidense de hacer pública una supuesta investigación contra el hijo de Biden –misma que se supone afectaría sus posibilidades de ganar las próximas elecciones- y es este argumento de fechas del que los republicanos seguramente se agarrarán con uñas y dientes para frenar todo este ajetreo.
Si bien todo esto afecta la imagen del Presidente Trump y su gobierno pues se está viviendo una batalla por manipular la opinión pública a través del proceso de destitución de un personaje tan controversial como lo ha sido él y que en efecto está orientado al proceso electoral, todo estará determinado en como los medios de comunicación transmitan este mensaje a la ciudadanía; pues aunque en el Senado el tema –de momento- tienda a diluirse, la presión de la opinión social ejercerá una fuerte influencia en la decisión de la Cámara y claro está, en el proceso electoral del 2020.
Twitter: @Mar_Naa
