- Se busca destacar la importancia de la oralidad como herramienta para la comunicación efectiva y el impacto social

La Cámara de Diputados, a través de las secretarías General y de Servicios Parlamentarios y la Coordinación de Servicios de Información, Bibliotecas y Museo (COSIBM), organizaron el taller “LEO: Lectura, Escritura y Oralidad. Técnicas de lectura en voz alta”, impartido por la maestra Lizbeth Nájera Mancilla, en la Biblioteca Legislativa de San Lázaro.
Este curso, con duración de seis horas por única ocasión y abierto a todo el público, tuvo como finalidad aprender las técnicas de lectura en voz alta, acompañadas de dinámicas de escritura creativa para implementarlas en los programas, proyectos o actividades relacionadas con el fomento a la lectura y el desarrollo sostenible.
Adicionalmente, el objetivo fue destacar la importancia de la oralidad como herramienta clave para la comunicación efectiva y el impacto social. Por ello, para realizar las dinámicas, se pidió a los asistentes llevar un espejo facial, un globo, un corcho, un pañuelo o toalla, así como un objeto con valor sentimental e información sobre su nombre de pila.
Al respecto, Fabiola Elena Rosales Salinas, directora de Servicios e Información y Análisis Especializados del COSIBM, señaló que el taller LEO está diseñado por expertos de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios de Información Digital de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para promover la lectura.
Nació de un programa relacionado con las fotocívicas, a partir de un reglamento de la Ciudad de México, donde como todos sabemos perdemos puntos y se tiene que hacer servicio comunitario, por lo que la UNAM diseñó este programa basado en la novela “El lector a domicilio”, de Fabio Morábito, en la que el protagonista tras cometer un delito menor es condenado a leer novelas a domicilio a personas enfermas o jubiladas.
Rosales Salinas indicó que al coincidir la publicación del libro con la del reglamento capitalino, la directora general de Bibliotecas de la máxima casa de estudios, doctora Elsa Ramírez, hizo realidad un elemento de la ficción y creó un programa de lectura para que las personas que cometan alguna infracción tomen este taller y se les condone la sanción.
A partir de aquí, las personas que se convirtieron en lectores en voz alta, ahora van a las escuelas, hospitales o con las personas adultas mayores a leer, y esta información llegó a la Cámara de Diputados por lo que de inmediato se tuvo el interés de crear una comunidad de lectores en voz alta y abrir la convocatoria al público en general.
En su participación, la titular del COSIBM, Carolina Alonso Peñafiel, al dar la semblanza de la tallerista, mencionó que la maestra Lizbeth Nájera es profesional en biblioteconomía, es promotora de lectura y del desarrollo sostenible, ha colaborado en proyectos y programas de fomento a la lectura, entre ellos como coordinadora escolar de comunidades lectoras y también coordina la escuela y biblioteca ilustrada, entre otros cargos.
Taller LEO: Lectura, escritura y oralidad
En su exposición, Lizbeth Nájera destacó que el objetivo de leer en voz alta es conectar con cada frase que llega a los ojos, de habitar todas y cada una de las palabras, por lo que un texto abre la posibilidad de dialogar sobre diversos aspectos o temas.
Se puede entrar, dijo, en la psicología de los personajes, desde cómo se formaron hasta saber el nivel de su autoestima, con base en lo cual un cuento nos puede llevar a conectar con estereotipos y con la creatividad de cada lector, buscando un objetivo específico.
En este contexto, precisó que es necesario apropiarse nuevamente de las bibliotecas, porque un maestro debe llegar siempre con un libro en la mano para despertar el interés por la lectura en sus alumnas y alumnos.
Con base en ello, ofreció diversas técnicas para lograr una buena lectura en voz alta, la cual se puede llevar a cabo de pie o sentado, pero siempre mostrando el texto en el caso de los cuentos, sujetar bien el libro, aunque la virtualidad también se puede ocupar para leer en voz alta.
Más adelante, indicó que antes de iniciar cualquier lectura se deben hacer ejercicios de relajación, por lo menos cinco minutos antes, practicar la respiración, gesticular, realizar movimientos de cabeza, brazos, pies, manos y piernas.
También se debe usar mucho la creatividad, pues un lector nunca debe pedir perdón, si se equivoca o tartamudea debe retomar y continuar leyendo, además de mantener una buena velocidad y volumen al momento de leer, toda vez que leer rápido demuestra que se quiere terminar pronto.
Dentro de las dinámicas que puso a los asistentes, estuvo la gesticulación, la cual contribuye a expresar los sentimientos o emociones de los personajes, y la entonación para que se determine la región de donde provienen los protagonistas de algún cuento o novela.
Asimismo, los asistentes practicaron su dicción leyendo algunos trabalenguas y poniéndole la intención en cada frase, con la finalidad de darle vida a los protagonistas, pero desde distintos estados de ánimo.