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Importante fortalecer la formación continua de las maestras y los maestros de México: Mejoredu

  • En la mesa de diálogo Formación docente y plan de estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria 2022Susana Justo Garza —titular de área en esta Comisión— destacó que ofrecer opciones de formación continua a las y los docentes requiere de la suma de voluntades y de la generación de condiciones institucionales.
  • En este espacio de diálogo las y los participantes manifestaron que se trata de una tarea con alto grado de complejidad y desafíos por resolver, pero que hoy se cuenta con un cambio de paradigma en la Estrategia Nacional de Formación Continua.

La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) realizó la mesa de diálogo Formación docente y plan de estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria 2022, en la que las y los ponentes consideraron que se han dado pasos importantes para mejorar la formación continua de las maestras y los maestros de México. La Nueva Escuela Mexicana tiene como tarea convertir a estos actores en agentes transformadores de la educación, por lo que es importante articular un sistema no centralista que haga una lectura homogénea de las prácticas docentes y las necesidades por atender, consideraron.

En esta mesa participaron: María Guadalupe Huerta —consejera ciudadana de Mejoredu—, José Emilio Mejía —director general de Gestión Escolar y Enfoque Territorial (SEP)—Susana Justo —titular del área de Vinculación e Integralidad del Aprendizaje de esta Comisión—, Rodrigo Castillo —director general de Formación Continua a Docentes y Directivos (SEP)—, Sandra Guadarrama —Asesora Técnico Pedagógica de la Dirección General de Servicios Educativos Iztapalapa (DGSEI)— y Catalina Inclán, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (ISUE-UNAM).

José Emilio Mejía señaló que la Nueva Escuela Mexicana tiene como tarea convertir a las maestras y los maestros en agentes transformadores de la educación y que el nuevo currículum recupere sus conocimientos y saberes. Señaló que es necesario reconocer que no hay un currículum único que pueda ser prescrito para todas las situaciones educativas y que los problemas prácticos del aula requieren de un tratamiento singular, ya que nuestro país es diverso y pluricultural.

Susana Justo manifestó que trascender el enfoque de formación continua de docentes que ha privado durante las dos últimas décadas —eminentemente instrumental— no es un asunto sencillo ni inmediato de lograr. Es evidente que se trata de una tarea con un alto grado de complejidad que requiere sumar muchas voluntades e implica generar las condiciones institucionales necesarias para mejorar la formación y movilizar las creencias de actores internos y externos al sistema educativo, por lo que hay que aceptar que se llevará tiempo.

Subrayó que “en Mejoredu consideramos que se han dado los primeros pasos para avanzar hacia la mejora de la formación continua de las maestras y los maestros de México”. Planteamiento congruente con el enfoque de formación situada que impulsa esta Comisión, finalizó.

Rodrigo Castillo informó que la Estrategia Nacional de Formación Continua con la que hoy se cuenta representa un cambio de paradigma porque pone al centro la reflexión sobre la práctica docente y abre la posibilidad de reconfigurar los espacios de formación.  Indicó que la estrategia emerge de un proceso de diálogo constante con las y los colegas de Mejoredu.

Sandra Guadarrama Vega comentó que es importante que el magisterio dialogue y reflexione para lograr una aproximación y apropiación del currículo. Señaló que docentes, directores y supervisores “debemos” entender que el currículo tiene que ser un recurso que permita atender las necesidades de la escuela.

Finalmente, Catalina Inclán resaltó que los diagnósticos nacionales y estatales muestran que la formación continua en México enfrenta los siguientes pendientes: el predominio del enfoque carencial y la falta de reconocimiento de la oferta formativa; la articulación de un sistema no centralista que haga una lectura homogénea de las condiciones y necesidades de la práctica docente; la ausencia de trayectos formativos que acompañen los diversos momentos de la tarea docente y sus figuras, y la desarticulación entre los enfoques formativos y los que corresponden a la regulación del trabajo docente.