La reciente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha desencadenado un proceso de reconfiguración política y económica que está atrayendo la atención de los mercados.
Cada nombramiento en su gabinete genera expectativas sobre las posibles políticas que podría implementar su administración, y los inversores ya están ajustando sus estrategias ante los cambios previstos. Dos de los sectores que se perfilan como grandes beneficiados bajo esta nueva administración son infraestructura y energía.
Según Moisés Zamora, CEO de Max Capital, “la infraestructura ha sido históricamente un motor clave para la economía de Estados Unidos, y todo indica que el gobierno de Trump priorizará este sector”. Este enfoque también podría generar una apreciación del dólar en el mediano plazo y reforzar la confianza de los inversionistas. Y es que, cuando el dólar se aprecia frente al peso mexicano, los productos nacionales incrementan su demanda en mercados internacionales, lo que potencia las exportaciones y contribuye al crecimiento de las Pequeñas y Medianas Empresas.
En tanto, en el sector energético, las perspectivas también son alentadoras. Trump ha mostrado una clara inclinación hacia la promoción de las energías tradicionales, como el petróleo y el gas, así como un enfoque menos restrictivo frente a la regulación del sector.
Lo anterior, a decir de Zamora, podría traducirse en un impulso significativo para las empresas involucradas en la exploración y producción de estos recursos.
“Con un gobierno que respalda las energías tradicionales y fomenta la expansión de este sector, se abren oportunidades tanto para las compañías establecidas como para los inversores que buscan diversificar sus portafolios”, puntualizó.
En este contexto, los Exchange Traded Funds (ETFs) emergen como una herramienta ideal para capitalizar estas oportunidades. Los ETFs permiten invertir en sectores específicos sin la necesidad de adquirir acciones individuales al ofrecer una mayor diversificación y facilidad de gestión.
Estos fondos replican el comportamiento de índices o sectores específicos, como infraestructura o energía, y brindan acceso a un paquete consolidado de activos. Por ejemplo, el ETF Sector Industrial (XLI) es una opción para quienes desean tener exposición al mercado de infraestructura, mientras que los ETFs de energías tradicionales permiten seguir el desempeño de empresas clave en exploración y producción de petróleo y gas.
Zamora destacó que “los ETFs son una herramienta valiosa para quienes buscan aprovechar el crecimiento de sectores específicos sin asumir los riesgos de elegir acciones individuales. Esta opción permite a los inversores capturar oportunidades en mercados amplios con una inversión consolidada”.
Asimismo, una de las opciones más utilizadas de las Pymes para poder participar de manera más activa en las inversiones, son los créditos. Ya sea revolvente o simple, estos servicios contribuyen a que cada vez, los pequeños negocios avancen hacia una mayor solvencia y puedan escalar.
Con el respaldo de Max Capital, los inversionistas pueden acceder a estrategias financieras adaptadas a las nuevas tendencias económicas. La combinación de infraestructura y energía, como sectores prioritarios, promete un panorama lleno de oportunidades tanto para los mercados como para aquellos que deseen posicionarse en estas áreas clave.