* Guilhem Olivier expuso «Las mil caras de los dioses mesoamericanos»; la riqueza y complejidad de las deidades del México antiguo fue explorada por el investigador fallecido en 2021
La riqueza y complejidad de las divinidades prehispánicas sigue dando oportunidad a historiadores, antropólogos y arqueólogos de investigar ese vasto tema, a partir del legado de obras tan fecundas y pioneras como la del eminente estudioso Alfredo López Austin, fallecido el año pasado y a quien está dedicado este año el seminario Arqueología y Etnohistoria de Mesoamérica de El Colegio Mexiquense.
La primera de esas conferencias la ofreció Guilhem Olivier, profesor-investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, quien tituló a su exposición «Las mil caras de los dioses mesoamericanos», en la cual relacionó ejemplos de deidades y sus cultos con los análisis hechos por López Austin, en los que, dijo, quedan abiertas vetas de investigación sobre la base de sugerentes propuestas.
Mencionó y detalló, entre otros libros, la tesis doctoral del historiador, dedicada a Tezcatlipoca, la traducción del libro V del Códice Florentino (1969), Augurios y abusiones, Hombre dios. Religión y política en el mundo náhuatl (1973), Cuerpo humano e ideología. Las concepciones de los antiguos nahuas (1980), Textos de medicina náhuatl, Los mitos del tlacuache y Monte sagrado-Templo Mayor, coescrito con su hijo, el reconocido arqueólogo Leonardo López Luján, además de textos de divulgación, entre ellos La cosmovisión en la tradición mesoamericana, en tres números de la revista Arqueología Mexicana.
López Austin hizo su trabajo de sobre la deidades con un enfoque científico, muy estricto y puramente intelectual, previno, y luego dijo que los historiadores trabajan sobre una base muy rica pero limitada a 18 códices prehispánicos, pues la conquista española fue brutal por la destrucción de códices y estatuas.
Explicó que entre las fuentes para el estudio de ese amplio tema están las pinturas murales, como las de Cacaxtla y San Bartolo; las estatuas, entre ellas las de Mayahuel o Xiuhtecuhtli, el dios enmascarado de fuego; los códices, las ofrendas en los templos y las tradiciones vigentes de los pueblos mesoamericanos.
Todo ello permite acercarse a la fisión y fusión de los dioses mesoamericanos, apartado central de la conferencia de Guilhem Olivier, quien dijo que para entender la facultad de las deidades para mezclarse se necesita la visión de López Austin.
Dio varios ejemplos al respecto sobre Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y Huitzilopóchtli, a la vez que subrayó la importancia de que en los antiguos pueblos no había determinismo, sino la certeza de la capacidad del hombre para intercambiar y discutir con los dioses, controlarlos e insultarlos, así como negociar a través del manejo de los cómputos calendáricos y las ofrendas.
El coordinador del seminario, Raymundo Martínez García, habló de la importancia de la obra de López Austin, sus cualidades como estudioso, intelectual, maestro y amigo, y de las conferencias programadas en este año como un homenaje, en tanto que el también historiador Xavier Noguez presentó al conferenciante y se refirió a la vasta obra y el legado del eminente investigador fallecido en 2021.
