· Estima Gobierno Federal que podrían infectarse entre 175 mil y 300 mil personas en el mejor de los escenarios, mientras que en el peor, 1.2 millones de no haberse tomado medidas, cita
· No es fortuito que, en estos días, aviones completos estén trasladando materiales, medicinas y aparatos técnicos de todo tipo para sortear -en mejores condiciones- la avalancha que significa el contagio masivo de gente, expone
· Implicará éste y dos meses más de parálisis social y económica, adelanta.
· Urge que gobierno anuncie ya un Plan Económico de Apoyo a Empresas y Trabajadores (formales e informales) para resistir un enclaustramiento del tamaño que se avecina, indica
· Previsible una especie de “ola de pánico”, y una intensa disputa por los alimentos, avizora
Antonio Ortega Martínez, diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática, alertó que la declaratoria de la “Fase 3” o “de máximo contagio” por Covid-19 en víspera de ser anunciada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador pondrá a prueba a nuestro Sistema de Salud y ver si resiste o se colapsa ante el crecimiento exponencial de infectados por la pandemia que –según estimaciones del Subsecretario Hugo López Gatell- podría llegar a unas 175 mil a 300 mil personas, en el mejor de los escenarios; mientras que en el peor, 1.2 millones de no haberse aplicado ninguna medida.
El legislador indicó que, de acuerdo con los últimos informes sobre contagios y fallecimientos por Covid-19, es indiscutible un aceleramiento de la pandemia que nos acerca de manera apresurada a la declaración de ingreso a la Fase 3 y, en este contexto –dijo- esperamos que el gobierno haya aprendido la lección y no volver retrasar la toma de medidas precautorias.
En este sentido, el también secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados advirtió sobre la necesidad de que el gobierno anuncie ya un Plan Económico de Apoyo a las Empresas y Trabajadores (formales e informales) para resistir un enclaustramiento del tamaño que se avecina, luego de exponer que esta Fase 3 implicará, al menos dos meses más de encierro y suspensión de actividades económicas, lo cual –alertó- podrá representar un incremento de la inseguridad y la violencia.
“Esto generará una especie de ola de pánico, de miedo, y habrá una intensa disputa por los alimentos. Se generará acopio -en algunos casos exagerado- en algunos más, las tiendas se verán desabastecidas, superadas por la demanda, y habrá que tomar medidas de orden para evitar la exagerada concentración de alimentos y otros productos en pocas familias. Se debe buscar una distribución más igualitaria para que este impacto sea menor”, anticipó.
“Tendremos que hacer uso de la solidaridad ciudadana, de la disciplina y –ojalá- el gobierno actúe con eficacia y contundencia para ser capaces todos de resistir el momento difícil que tendremos enfrente”, precisó al tiempo de recordar que, “en México, más del 50 por ciento de la Población Económicamente Activa vive en la informalidad, ganan al día, a la semana y, por lo tanto, será un segmento duramente golpeado porque no tiene reservas, ni capacidad para resistir un aislamiento de dos meses”.
“No tienen reservas económicas para dotarse de alimentos y, por lo tanto, es posible que haya expresiones de un fenómeno de saqueo masivo, de violencia acompañada de robos y -desde luego- especulación, tráfico y un ambiente hostil que disminuirá la tranquilidad porque estará de por medio un factor: El hambre, la necesidad en un sector muy importante de la población”, explicó.
Esta “Fase 3”, precisó Ortega Martínez, durará el tiempo que el aislamiento disminuya los contagios, baje la presión en los hospitales, lleguemos al pico de la tendencia y se registre un descenso; pero ello significará que todo abril, mayo y junio -prácticamente- el país se encuentre paralizado en sus actividades, y solo quedarán activos los servicios de emergencia y sanitarios: Hospitales, farmacias, centros de salud; las policías, el Ejército, Guardia Nacional, bomberos; pero en sí, todas las otras actividades -desde el transporte, que es básico, hasta la movilidad peatonal- serán restringidas al máximo y testificaremos un momento inédito en el país.
El perredista destacó que esta fase 3 implica: Aislamiento social; confinamiento obligatorio de las y los ciudadanos y sus familias, con la intervención de la fuerza pública y el Ejército para llamar a la gente a permanecer en sus domicilios y, en algunos casos, se podrá multar económica y administrativamente, hasta con sanciones de cárcel.
Un crecimiento exponencial de enfermos –dio Ortega- pondrá a prueba al sistema de salud para ver si resiste o, en su caso, se colapsa .No son fortuitos, por ende, los reportes sobre aviones completos trayendo materiales, medicinas y aparatos de todo tipo para preparar a los nosocomios y que puedan sortear en mejores condiciones, la avalancha que significa el contagio masivo de ciudadanos.
Veremos pues, remató, si el sistema mexicano de salud se preparó, si el gobierno tomó las medidas suficientes para resistir una avalancha masiva de contagios y personas que reclaman atención hospitalaria.