· Entre las personas que admiten tener relaciones tóxicas, la pareja, compañeros de trabajo y los amigos son los principales vínculos con quienes esta existe.
· La familia, si bien es un espacio de diálogo y conciliación, también tiene lugar para comportamientos hostiles y violentos.
· Más mujeres que hombres recibieron en su infancia o adolescencia comentarios o actitudes hostiles en el seno familiar, aunque más hombres fueron víctimas de agresiones físicas.
Ciudad de México, 29 de noviembre de 2023. En los medios de comunicación y plataformas digitales, el término relación tóxica se ha vuelto popular, especialmente al referirse a la persistencia de vínculos de pareja que, a pesar de mostrar síntomas de abuso por parte de uno o ambos integrantes, continúan. Con el propósito de ahondar en la percepción y experiencia de actitudes destructivas, el Centro de Opinión Pública de la Universidad Tecnológica de México llevó a cabo el estudio «Relaciones tóxicas: expresiones del trato en el ámbito familiar, afectivo y laboral» que busca identificar y comprender patrones disfuncionales, así como actos de violencia física y verbal que se manifiestan de manera rutinaria y prolongada, generando ambientes e interacciones hostiles en diversos contextos.
Nueve de cada diez personas dijeron saber a qué se refiere el término ‘relación tóxica’ (91%), de las cuales, 90% sabría identificar si se encuentra en una (90%). Uno de cada dos (51%) define una relación tóxica por las actitudes de control o manipulación de una o ambas partes, seguido de actos de violencia física o emocional (21%), codependencia en la relación (11%), discusiones o peleas constantes (9%) y actitudes destructivas o dañinas (8%).
La mayoría (89%) considera que se puede tener una relación tóxica con la pareja, con amigos (67%), compañeros de trabajo (53%) y con los padres (52%). Al respecto, existen diferencias significativas por género, pues más mujeres que hombres consideran que se puede tener una relación tóxica con los amigos (74% mujeres y 56% hombres); con los padres (63% mujeres y 37% hombres); con los hijos (52% mujeres y 32% hombres) y los abuelos (33% mujeres y 18% hombres).
¿Con quienes se mantiene una relación tóxica? la principal figura es la pareja (30%), seguida de compañeros del trabajo (29%), amigos (23%) y los padres (16%). En cuanto al género, son notablemente más mujeres (21%) quienes reportaron tener una relación tóxica con sus padres, en comparación con los hombres (9%).
Recordando relaciones tóxicas desde la infancia
Frente a un conflicto familiar, la mayoría (61%) reportó que cuando era niño/a o adolescente siempre o casi siempre se resolvía platicando, sin embargo, 49% lo hacían gritando o levantando la voz, 41% se dejaban de hablar, 29% se insultaba o humillaba, 27% reporta amenazas y, en un alarmante, 21% había golpes.
Respecto la frecuencia sobre quién ejercía actitudes hostiles o agresivas, 27% señaló que siempre o casi siempre estas actitudes provenían del padre. En contraparte, se preguntó la frecuencia sobre en quién recaían este tipo de actitudes, siendo la madre (27%) la figura depositaria de la violencia en más casos; los hijos varones (18%) y las hijas mujeres (16%). En cuanto a la figura paterna, 21% señaló que siempre o casi siempre el padre fue víctima de actitudes hostiles y 20% señala que con frecuencia las madres mostraban este comportamiento hacia otros integrantes de la familia.
Frente a la pregunta sobre cómo reaccionaban las personas cuidadoras cuando de niño(a) o adolescente si tenía una conducta considerada incorrecta, la mayoría señaló que siempre o casi siempre conversaban sobre ese proceder (66%), sin embargo, también había castigos (51%), miradas feas reprobando la acción (45%), gritos (44%), manazos, golpecitos o nalgadas (43%) y 19% recuerda recibir una golpiza. Un mayor porcentaje de mujeres recuerda recibir maltrato emocional y verbal, mientras que más hombres recuerdan reprimendas físicas.
El panorama de actitudes hostiles se agrava considerando que 45% está muy de acuerdo o de acuerdo en que de niño o adolescente en su entorno familiar le ponían apodos y 35% recibía burlas por su aspecto, forma de hablar o de vestir. Adicionalmente, a 36% le dijeron o insinuaron que sus problemas no eran importantes y 35% escuchaba que la familia no estaba satisfecha con sus logros.
Respecto a situaciones con trato diferenciado en razón de género, 39% de las mujeres declaró que, en sus familias, siempre o constantemente los hombres no participaban en tareas domésticas (como lavar los trastes) por su condición como varones. En paralelo, un 36% de los hombres manifestaron haber experimentado la prohibición de expresar emociones mediante el llanto, siendo este mensaje transmitido de manera constante o habitual debido a su condición de hombres.
Prevalencia de situaciones de violencia
En sus familias actuales, 35% de las mujeres y 23% de los hombres están muy de acuerdo o de acuerdo con que uno o varios de sus familiares les han dicho o insinuado que no está satisfecho con sus logros; familiares han minimizado sus problemas, de acuerdo con 34% de las mujeres y 25% de los hombres y; 39% de las mujeres y 21% de los hombres han sentido miedo de la reacción de uno o varios miembros de la familia si hacen algo con lo que otros no están de acuerdo.
En las relaciones de pareja actuales, 23% dijo que con frecuencia su pareja le hizo sentir culpable por eventos del pasado, 23% que su pareja se ha molestado por haber tomado decisiones sin consultarle y 18% que sintió miedo de la reacción de su pareja por hacer algo con lo que no estaba de acuerdo. Destaca que 54% de los hombres dijeron que su pareja nunca los juzga o los hace sentir mal por sus relaciones pasadas, en comparación con 69% de las mujeres.
En las relaciones de amistad, a 13% le hicieron comentarios con los que se sintió incómodo/a con su cuerpo o forma de vestir. En el ámbito laboral, 21% dijo que con mucha frecuencia o frecuentemente su supervisor o compañeros del trabajo le hizo sentir que sus logros no eran suficientes y 13% recibió comentarios hirientes frente a sus compañeros.