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Investigación de Cleveland Clinic encuentra que los medicamentos inyectables para la obesidad producen una menor pérdida de peso en entornos reales, en comparación con los ensayos clínicos aleatorizados

  • La interrupción del tratamiento y las dosis bajas de mantenimiento reducen la efectividad de los medicamentos GLP-1 sobre el peso corporal y los niveles de azúcar en sangre

Ciudad de México, Martes 10 de junio de 2025.- Un estudio de Cleveland Clinic muestra que semaglutida y tirzepatida —medicamentos inyectables GLP-1 para la obesidad— producen una menor pérdida de peso en entornos reales, debido a que los pacientes interrumpen el tratamiento o utilizan dosis de mantenimiento más bajas. La interrupción del tratamiento también afectó negativamente el control del azúcar en sangre en pacientes con prediabetes. El estudio fue publicado en la revista Obesity Journal.

Hamlet Gasoyan, Ph.D., autor principal del estudio e investigador del Center for Value-Based Care Research de Cleveland Clinic, dijo:
“Nuestro estudio muestra que los pacientes tratados por obesidad con semaglutida o tirzepatida perdieron menos peso en promedio en un entorno clínico regular en comparación con lo que se observa en los ensayos clínicos aleatorizados. Según nuestros datos, esto podría explicarse por mayores tasas de interrupción del tratamiento y menores dosis de mantenimiento utilizadas en la práctica clínica, en comparación con los entornos controlados de ensayos clínicos.”

La semaglutida (comercializada como Wegovy y Ozempic) y la tirzepatida (comercializada como Zepbound y Mounjaro) son medicamentos aprobados por la FDA para el tratamiento de la diabetes tipo 2 y el control crónico del peso. Aunque los ensayos clínicos han demostrado su eficacia, el Dr. Gasoyan y sus colegas estudiaron su efecto sobre la reducción de peso y el control glucémico en un entorno real.

Este estudio retrospectivo de cohorte de Cleveland Clinic incluyó a 7,881 pacientes adultos con un índice de masa corporal (IMC) promedio superior a 39, lo cual se clasifica como obesidad clínicamente severa. Entre los participantes, 1,320 tenían prediabetes al inicio del estudio, definida por niveles de azúcar en sangre entre 5.7% y 6.4%. Los pacientes con prediabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, una de las complicaciones más comunes de la obesidad.

Los participantes comenzaron el tratamiento con semaglutida o tirzepatida inyectable entre 2021 y 2023. Los investigadores agruparon a los pacientes que interrumpieron sus medicamentos en aquellos que lo hicieron temprano (dentro de los 3 meses) y tarde (entre 3 y 12 meses). El seguimiento del estudio concluyó en diciembre de 2024.

Los investigadores encontraron que más del 20% de los pacientes interrumpieron su tratamiento temprano y un 32% lo interrumpieron tarde. Además, más del 80% de los participantes utilizaron dosis de mantenimiento más bajas (≤1 mg para semaglutida y ≤7.5 mg para tirzepatida). La dosis de mantenimiento se refiere a la cantidad necesaria para mantener un efecto terapéutico.

Un año después del inicio del tratamiento, los investigadores encontraron que la reducción de peso promedio fue del 3.6% entre quienes interrumpieron su tratamiento temprano, en comparación con el 6.8% entre quienes lo interrumpieron tarde. Aquellos que no interrumpieron el tratamiento perdieron en promedio un 11.9% de su peso corporal. Los que no interrumpieron y usaron dosis altas de mantenimiento perdieron un 13.7% con semaglutida y un 18.0% con tirzepatida.

“Nuestros hallazgos sobre el uso en el mundo real de estos medicamentos y los resultados clínicos asociados podrían informar las decisiones de los profesionales de salud y sus pacientes respecto al impacto de la interrupción del tratamiento y la dosis de mantenimiento en la obtención de reducciones de peso clínicamente significativas”, comentó el Dr. Gasoyan.

Los investigadores también identificaron los factores asociados con mayores probabilidades de lograr una pérdida de peso del 10% o más, lo cual representa beneficios de salud clínicamente relevantes para esta población de pacientes. Las probabilidades fueron mayores si los pacientes:

  • no interrumpieron su tratamiento o lo hicieron tarde (vs. temprano),
  • usaron dosis altas de mantenimiento,
  • recibieron tirzepatida (vs. semaglutida),
  • eran mujeres (vs. hombres).

Además de analizar los factores que afectan la trayectoria del peso, los investigadores hicieron seguimiento del control glucémico en pacientes con prediabetes al inicio del estudio.

Entre los participantes con prediabetes, el 33% de los que interrumpieron su tratamiento temprano alcanzaron niveles normales de azúcar en sangre (definido por HbA1c ≤5.6), en comparación con el 41% que interrumpió tarde y el 67.9% que no interrumpió el tratamiento.

“En nuestro estudio, la mayoría de los pacientes con prediabetes alcanzaron niveles normales de azúcar en sangre cuando continuaron su tratamiento”, señaló el Dr. Gasoyan. “La diabetes tipo 2 es una de las complicaciones más comunes de la obesidad, por lo que la prevención es muy importante. Este estudio demuestra que interrumpir el tratamiento, especialmente de forma temprana, afecta negativamente tanto el peso como el control glucémico”.

Las razones más comunes para interrumpir el tratamiento incluyeron el costo de los medicamentos, problemas con la cobertura del seguro, efectos secundarios y escasez de medicamentos. Ya está en marcha un estudio de seguimiento para cuantificar por qué los pacientes interrumpen estos tratamientos en la práctica clínica.

Además, los investigadores observaron que, si bien los pacientes que interrumpieron sus medicamentos para la obesidad perdieron significativamente menos peso que quienes continuaron, sus trayectorias de peso se mantuvieron relativamente estables. Esto será analizado en futuros estudios para identificar qué otros métodos de control de peso están utilizando los pacientes en la vida real tras la interrupción del tratamiento.

Acerca de Cleveland Clinic

Cleveland Clinic es un centro médico académico de múltiples especialidades sin fines de lucro que integra la atención clínica y hospitalaria con la investigación y la educación. Ubicada en Cleveland, Ohio, fue fundada en 1921 por cuatro médicos de renombre con la visión de brindar una atención excepcional al paciente basada en los principios de cooperación, compasión e innovación. Cleveland Clinic ha sido pionera en muchos avances médicos, incluida la cirugía de derivación de la arteria coronaria y el primer trasplante de cara en los Estados Unidos. Cleveland Clinic es reconocida constantemente en los EE. UU. y en todo el mundo por su experiencia y atención. Entre los 77,000 empleados de Cleveland Clinic en todo el mundo hay más de 5,658 médicos e investigadores asalariados, y 19,000 enfermeras registradas y proveedores de práctica avanzada, que representan 140 especialidades y subespecialidades médicas. Cleveland Clinic es un sistema de salud de 6,699 camas que incluye un campus principal de 173 acres cerca del centro de Cleveland, 23 hospitales, más de 275 instalaciones para pacientes ambulatorios, incluidas ubicaciones en el noreste de Ohio; sureste de Florida; Las Vegas, Nevada; Toronto, Canadá; Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos; y Londres, Inglaterra. En 2022, hubo 12.8 millones de encuentros ambulatorios, 303,000 admisiones y observaciones hospitalarias, y 270,000 cirugías y procedimientos en todo el sistema de salud de Cleveland Clinic. Los pacientes acudieron a recibir tratamiento de todos los estados y de 185 países. Visítanos en:  clevelandclinic.org. Síguenos en: https://x.com/clevelandclinic?s=11&t=6B8kHaS46eEBKyOlBakByA Noticias y recursos disponibles en newsroom.clevelandclinic.org.