La expresión latina que he indicado como título, ‘ius in officium’, se refiere a las facultades que tiene un cargo público en el ejercicio de sus funciones.
Y esas facultades, etimológicamente, se basan en el término latino ‘facultatem’, que significa: poder, facilidad, fuerza, aptitud, vigor, valor, etc.
En el corrupto reino español, sabemos y hemos sufrido esas ‘facultades’ en los funcionarios de un sistema jacobino, centralista, como señaló Mariano José de Larra (Fígaro), en su ensayo costumbrista titulado ‘Vuelva usted mañana’ (*), que refleja la pereza y la ineptitud de los funcionarios que hacen ostentación de sus ‘facultades’ para marcar el ritmo de los trámites, complicando, así, la ya compleja burocratización.
El autor sintetiza el poder funcionarial, con la siguiente frase: ‘No hay negocio que no pueda hacer hoy que no deje para mañana’.
(*) artículo publicado en ‘El pobrecito hablador’, el 14 de enero de 1833; revista satírica de costumbres, editada por el Bachiller don Juan Pérez de Munguía (otro de los seudónimos de Larra)
Es el poder de procrastinar, está claro, por parte de buena parte de los funcionarios, con honrosas excepciones, está claro, pues nunca es correcto generalizar.
Pero vemos que ese patrón, es propio de los descendientes der los hidalgos (hijodalgo, fidalgo o infanzón) castellanos, que alcanzan su excelencia de boicot, cuando se trata de temas o aspectos relacionados con Catalunya y los catalanes.
Así, volvemos a la ‘Razón de la sinrazón’ que cité en mi escrito de ayer, con ese mismo título, tomado de una de las obras de Benito Pérez Galdós (1843 – 1920), publicada en 1915, y que el autor subtituló como: ‘Fábula teatral absolutamente inverosímil’.
Y en esa obra, para rizar el rizo, el autor señaló: ‘La razón de la sinrazón que mi razón padece, de tal modo a mi razón enflaquece, que con razón me quejo …’
Sobre el particular, y a modo de ejemplo, ayer supimos que los letrados del congreso español no ven viable, a corto plazo, utilizar el catalán, euskera y gallego.
‘Dicen que, por más que sea aprobada la reforma del reglamento que lo avala, sería difícil de aplicar a corto plazo, por el volumen de trabajo que implicaría.
(…) En una nota a la mesa del congreso, los letrados dicen que ‘sería muy difícil, si no imposible, que se pueda aplicar en sus términos, como mínimo de forma inmediata o a corto término’, (…) y argumentan que ‘la reforma planteada afecta de manera integral todos los procedimientos, así como todos los términos reglamentarios y, por lo tanto, todo el funcionamiento de la cámara’, por eso, dicen que sería preciso replantear todos los procedimientos parlamentarios tal como están planteados actualmente, al objeto de garantizar la seguridad jurídica y el principio de ‘ius in officium’, que hace referencia al derecho que tiene un cargo público a ejercerlo.
(…) señalan que ‘la reforma prevé la transcripción en todos los idiomas oficiales de todas las sesiones, también de las secretas y no publicables, motivo por el cual, los letrados argumentan que, con traductores por medio, puede quedar afectada ‘la naturaleza reservada e incluso secreta de determinadas reuniones de los diferentes órganos parlamentarios’ (…)
(Arnau Lleonart, Vilaweb, 12 de setiembre del 2023)
Como apuntó ayer José Antich en su artículo titulado ‘Las resistencias del búnker’:
‘(…) como es habitual, la Diada provoca reacciones del estado español, con represión, amenazas, advertimientos y menosprecio de la identidad catalana. El 12 de setiembre sirve para tomar la temperatura de los sectores más reaccionarios contra el independentismo. Y, por lo que se ve, están de todo menos contentos. Así, la jornada ha tenido diferentes frentes informativos: los letrados frenando la adopción rápida del catalán al congreso, la fiscalía reclamando al juez Pablo Llarena, que dicte una nueva euro orden internacional de detención del conseller Lluís Puig y la convocatoria por parte de la Sociedad Civil Catalana de una manifestación en Barcelona el próximo 8 de octubre, contra la amnistía y la autodeterminación’
(Elnacional.cat, 12 de setiembre del 2023)
También podríamos incluir en esas reacciones, la ‘acusación’ del policía nacional contra una señora que le besó en la boca el 1 de octubre del 2017, que expliqué en mi escrito de ayer; otra reacción fue el discurso de del infame José María Aznar, en la sede de la FAES, considerando que la amnistía es ‘la autodestrucción constitucional’, y, claro, citando al president Carles Puigdemont, como ‘prófugo de la justicia’, ‘golpista’, etc.; y, finalmente, llamó a una revuelta cívica contra la posible amnistía.
Es decir, prácticamente, llamó a efectuar un golpe de estado.
Pero, claro, la fiscalía vio una grave amenaza de golpe de estado cualquier pequeño comentario del más insignificante (es decir, sin cargo público ni notoriedad) en su red de twitter o de whatsapp, pues tenemos montañas de ejemplos, uno de ellos, fue, además, tener un pito amarillo y una máscara de Jordi Cuixart (por entonces líder de Òmnium), y eso fue considerado grave por la fiscalía y los jueces, para ordenar la detención de su autora y, después, condenarla a unos años de retención en su pequeña localidad.
Ahora bien, la llamada a la revolución contra una medida legal que pueda aprobar el congreso de los diputados, la fiscalía no lo estima grave, lo considera como un mero ejercicio de libertad de expresión.
Y debería ser así, pero siempre, no sólo cuando se trata de la extrema derecha.
Sabemos que siempre se cumple la máxima señalada por Mohandas Karamchand Gandhi (1869 – 1948): ‘Primero te ignoran, porque no saben quien eres tú. Después se enteran, y se ríen de todas las cosas que dices o haces, luego te atacan, porque con solo envidiar no les basta y entonces se ponen a vigilarte y si haces 1000 obras buenas no dicen nada y muchas veces ni te agradecen al menos, pero si haces una sola mal, como todo humano, piden hasta la muerte para ti. Solo que al examinar o explicar los hechos, TU ganas’.
En síntesis, la frase popularizada es: ‘Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas’, si bien, según algunos críticos, en realidad, el texto que recitó fue el siguiente: ‘En un país civilizado, cuando el ridículo no logra matar un movimiento, éste comienza a imponer respeto (…)’
Y en estas estamos los independentistas catalanes, pues, como comenté ayer, sólo hay que ver las portadas de los principales periódicos unionistas españoles: ‘La Diada pierde fuelle’ (El País), ‘Desmovilización total en la Diada de la investidura’ (La Razón), ‘Diada de trámite’ (El Periódico), ‘El independentismo refleja su división en una marcha de la Diada en declive’ (Heraldo de Aragón), etc.
Y si eso no es hacer el ridículo, para, después, sacar toda la artillería para bombardear todos nuestros frentes, no deja de ser la prueba del nueve de que el cronograma apuntado por Gandhi, siempre se cumple.
Sabemos que el principal problema del reino español es que no saben qué y cómo es, no tiene objetivo de futuro, ni ética para limpiar su pasado. Y parece que a la ciudadanía española le sea indiferente tener un gobierno del PP o del PSOE, sólo tienen claro que Catalunya ES de SU España, y que el castellano (que erróneamente llaman español), debe ser la lengua común y única de todos los españoles. Ese es su nivelito.
Aquí, en Catalunya, hay catalanes unionistas españolistas, ya que, en todas las democracias, la ciudadanía es libre de elegir la opción que mejor le convenga y agrade. Pero, claro, siempre que respeten las reglas democráticas, y quieran asimilar y respetar la cultura histórica del país donde viven.
No es de recibo que vivan en Catalunya, se consideren catalanes y españoles, pero nieguen nuestra historia y nuestra lengua. Esos son catalanes que avalan las ‘gestas’ que hicieron Felipe V y sus huestes, que nos atacaron y derrotaron en 1714; después avalaron al asesino dictador Francisco Franco y toda su represión; y ahora avalan al ‘PreparaO’ Felipe VI …, al menos son coherentes, dentro de su amoralidad y falta de ética.
Otra cosa son los independentistas ‘tránsfugas’ que, para ‘castigar’ a los partidos independentistas, en las pasadas elecciones votaron al PSC/PSOE y Sumar (Comunes); pues, a mi modo de ver, éstos no tienen perdón, y nos han llevado al callejón en el que estamos. Ciertamente, si se hubieran abstenido o votado nulo, ahora tendríamos a Alberto Núñez Feijóo como presidente del gobierno español, ya que, en el resto de España, ganó el PP, y, Pedro Sánchez se salvó gracias a los votos obtenidos en Catalunya.
Pero ese es el problema español, no es el nuestro. Y si quieren tener de presidente de gobierno a la cabra de la legión, adelante, allá ellos.
Uno de nuestros problemas, común a todas sociedades, es la división, el personalismo, el egoísmo de priorizar los privilegios propios o de partido, etc.
Y si fuéramos mínimamente inteligentes y pragmáticos, iríamos unidos (pero de verdad), y pospondríamos la confrontación partidista para el futuro, una vez obtenida la República Catalana. Pero, no, somos cortoplacistas que buscamos magnificar nuestro confort y estatus.
Y así nos va.
Ayer, en la feria anual de la ‘Setmana del Llibre en Català’, paseando entre las paradas de las diferentes librerías y editoriales, vi un librito, que compré de inmediato; se titula ‘Alcover i Fabra, dos lingüistes en acció. Història d’un antagonisme’, de Gemma Pauné Xiruguera, editorial Episodis de la Història, marzo 2021.
En esta obra, la autora contextualiza y narra las célebres discusiones entre dos relevantes lingüistas catalanes, Antoni Maria Alcover (1862 – 1932) i Sureda y Pompeu Fabra i Poch (1868 – 1948); éste último, considerado y reconocido como el ‘ordenador de la lengua catalana’, por su gran labor de organización y capacidad de síntesis.
En esta obra no sólo se explican las discusiones técnicas propias de su ámbito, si no que expone, asimismo, las presiones políticas al respecto, llegando hasta la Mancomunidad Catalana, presidida, por entonces por Enric Prat de la Riba (1870 – 1917) y seguidamente por Josep Puig i Cadafalch (1867 – 1956)
Es evidente que toda confrontación intelectual es enriquecedora, pero, cuando interfieren intereses políticos, burocráticos, etc., todo se complica. Y los citados Alcover y Fabra, no pudieron, no supieron, o no quisieron, mantenerse por encima del barro.
Pero, cuando alguien considera que ‘todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros’ (Arthur Blair (1903 – 1950), conocido como George Orwell), no se progresa. La actitud inteligente y honesta es la de ‘tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales’, pero, claro, manteniendo la ética y la moralidad, para evitar toda discriminación y supremacismo.
Volviendo al citado libro de Gemma Pauné, considero que su lectura debería ser obligatoria, no sólo a los lingüistas y gramáticos, si no a nivel general, pues me parece que es muy ilustrativa y aleccionadora en todos los órdenes.
Es famosa la cita de Kurt Donald Cobain (1967 – 1994), que dice: ‘Vosotros os reís de mi porque soy diferente, pero yo me río de vosotros porque sois todos iguales’.
Trasladando ese refrán a nuestra cotidianidad, vemos que los españolistas se ríen de los independentistas, por vernos diferentes; y nosotros nos reímos de ellos, por verlos a todos iguales.
Y esa miopía la tenemos también entre nosotros, los independentistas, que no paramos de criticarnos unos a otros.
El citado Gandhi dijo, también, que: ‘El futuro depende de lo que hagas hoy’, así que tenemos mucho trabajo que hacer para trascender las rutinas de muchos de los ‘líderes’ que actualmente ocupan las poltronas.
Para finalizar este escrito, me parece muy interesante reproducir un fragmento del artículo de Josep Ramoneda, titulado ‘El final de la inocencia’, referido al asesinato de Salvador Allende:
‘Memoria. Aquel 11 de setiembre de 1973, a última hora, debíamos ser unas mil personas en una protesta improvisada delante de la embajada chilena en París. La mayoría de los reunidos eran dirigentes y militantes de la extrema izquierda, si bien, de seguida apareció Yves Montand y, poco después, Michel Foucault. La sensación de impotencia pesaba sobre las espaldas. Sabíamos que no había nada que hacer, y que las noticias serían cada vez peores. Los golpistas necesitaban exacerbar la maldad porque creen que el miedo es imperativo para imponer el servilismo. Y están instalados en la pérdida de la noción de los límites: todo les está permitido. Para los jóvenes de izquierdas de mi generación, aquel día fue el final de la inocencia. Queríamos creer que se podía llegar por la vía democrática a un socialismo democrático. Y que Salvador Allende era elegido para demostrar que esto era posible sin violencia y sin dictaduras’
(Ara, 13 de setiembre del 2023)
Con Ramoneda discrepo bastante, pero este fragmento me ha parecido que expresa una emotividad, que puede ser trasladada a la vivencia que tuvimos el 1 de Octubre del 2017, con nuestro referéndum independentista y, por ello, me parece muy adecuado señalar, asimismo, que ese día fue ‘el final de nuestra inocencia’.
Por eso, solo tenemos un camino, aprender para hacer las cosas mejor, seleccionando mejor a los líderes necesarios. Pero hacer y seguir haciendo pasos, sin parar.
En caso contrario, si nuestros políticos ‘independentistas’ prefieren seguir con su juego del ‘Ius in officium’, será mejor imitar a Estanislau Figueras i Moragas (1819 – 1882), primer presidente del ejecutivo de la Primera República española (febrero 1873 – diciembre 1874) que, poco antes de autoexiliarse en París, en el congreso de los diputados, dijo: ‘Señores, voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros’.